5/20/2007

MANO A MANO DE LUCES Y SOMBRAS

MANO A MANO DE LUCES Y SOMBRAS

Ganadería. Seis toros de Vegahermosa, desiguales de presentación y en líneas generales colaboradores con los toreros, aunque con matices. El 4º fue devuelto siendo sustituido por otro del mismo hierro. Destacó el lote de Torres.

Toreros.

JOSE LUIS MORENO, (tábaco y oro). Pinchazo hondo y dos descabellos (ovación); estocada y descabello (oreja tras aviso); y estocada (oreja)

JOSE LUIS TORRES, (grana y oro). Media estocada y descabello (ovación tras aviso); estocada tendida (oreja); y pinchazo y estocada (palmas de despedida).

Incidencias. Coso de los Califas. Primera corrida de abono de la feria de la Salud. Un cuarto de plaza en tarde de calor pegajoso.

Se levantó el telón e la Feria. Como primer plato, un mano a mano entre los toreros cordobeses triunfadores en ediciones anteriores, a los que la afición demanda mejor trato en los despachos. Mano a mano en cierto modo forzado que no tuvo la repercusión esperada en los tendidos, pues estos no registraron la entrada que debían de haber tenido. Y es que en Córdoba, ya se sabe, una cosa es lo que se habla en las tertulias y barras de taberna, y otra acudir al Coso de los Califas. Los cordobeses somos así.

Para la ocasión se anunciaba un encierro teóricamente de garantía, Jandilla en los carteles, aunque la realidad fuesen del nuevo hierro de Vegahermosa, propiedad del hijo de Borja Domecq y formado con vacas de la ganadería paterna, así como con otras de Fuente Ymbro. La corrida, como se dice en términos taurinos, sirvió, pues con distintos matices se mostraron colaboradores con los espadas.

Abría plaza José Luis Moreno, que volvía a la feria tras sus triunfos de hace dos campañas. Moreno se mostró como siempre. Dispuesto y tratando de hacer el toreo de profundidad y buen gusto que tanto agrada a la afición. En su primero le pesó quizá la responsabilidad de abrir plaza y su labor pecó de irregular en su inicio, debido sobre todo a la brusquedad que desarrolló su oponente por el pitón derecho. Remontó el vuelo cuando toreo al natural, surgiendo algunos largos y templados que gustaron al respetable. Faena de menos a mas a la que le faltó ese punto de remate que aunque se buscó, no se encontró.

En su segundo, al que recibió con gusto con el capote, le cuajó una importante faena. Ya se sabe que cada toro tiene su lidia y existe una lidia para cada toro, y en esta ocasión se vio al Moreno que todos esperan. Ante un burel que se lo pensaba mucho a la hora de embestir, Moreno lo fue haciendo para terminar toreándolo con gusto y con hondura. El toro tenía una embestida muy irregular. Unas veces acudía entregado a la muleta y otras a regañadientes. El torero de Dos Torres le fue consintiendo y a base de toques precisos, pisando los terrenos en los que el animal veía que podía resultar ganador, fue modelando las discontinuas arrancadas del toro para gustarse en muletazos largos que intentó rematar siempre por abajo con gusto y toreria. Destacar el toreo al natural y el epilogo a dos manos lleno de plasticidad y buen gusto.

Al último de su lote lo recibió con buenos lances a la verónica en los que echó con gracia los vuelos del capote al hocico del toro para traerlo toreado y embebido. El trasteo final fue irregular debido sobre todo a que el de Vegahermosa no termino nunca de entregarse. Bruto por el derecho y sin acabar de entregarse por el izquierdo, Moreno trató en todo momento de resolver los problemas de un toro que al verse vencido, terminó parado acusando su falta de casta.

Torres acusa sobre todo la falta de oficio. En su haber las ganas de hacer las cosas con sentido y buen gusto, pero evidencia su falta de oficio. Gusta de lucir mucho a sus oponentes, cosa de resaltar, pero debe de tener en cuenta que eso puede convertirse en un alma de doble filo, pues en muchas ocasiones el espectador toma partida por el cornúpeta y obvia la labor del torero.

La faena a su primero tuvo vibración, ya que las tandas resultaron ligadas, aunque en líneas generales pecaron de falta de temple. Más compacto fue el trasteo a su segundo. Toro de gran fijeza y calidad al que lució sobremanera, dándole mucho sitio, aprovechando así su recorrido en tandas con la mano derecha. Bajo el tono al natural, dando al final la sensación que la obra había quedado sin rematar.

No tuvo opción en el último, un animal gordo que se rajó tras el segundo tercio, mostrando como siempre su voluntad y ganas.

Salvador Giménez

Publicada en el diario El Día de Córdoba el 20 de mayo de 2007

1 comentario:

risotoi dijo...

¿Qué ambiente hay para la corrida del miércoles?

Por cierto, como salgan como la de ayer en Los Barrios me parece a mí que te vas a aburrir de lo lindo, prueba a llevarte el pañuelo verde.

Un abrazo

P.D.: ¿Talavante reaparece ese día, no?