9/30/2007

EL PUBLICO ES UN SANTO.



Terminó la feria de Pozoblanco. Una feria que a raíz de la tragedia de 'Paquirri' se convirtió en un clásico del calendario taurino. Una feria agradable a final de temporada, donde saltaba el toro normal de este tipo de plazas. Un toro terciado y cómodo con el que los figuras, que comenzaron a acudir a esta plaza, andaban a gorrazos, divirtiendo a un público ávido de fiesta, que llenaba con frecuencia el coqueto coso. Si la feria de Pozoblanco se hubiese cuidado lo más mínimo, de seguro, que hubiera sido un perfecto broche de oro cada temporada en la provincia de Córdoba. Hoy desgraciadamente, el público ha dado la espalda a los toros en Pozoblanco. Visto lo acaecido el pasado sábado no es de extrañar. Lo allí ocurrido, fue realmente lamentable, el público se enfado con razón. La corrida lidiada era impresentable. Toros chicos, mal presentados, pobres de cabeza, sin fuerza, sin raza, sin continente ni contenido. Vamos, carne para matadero. Un saldo que costaría lo que se dice una copla, ahora el espectador que pasó por taquilla, pago un espectáculo integro y le dieron gato por toro, perdón por liebre. La pregunta es ¿quien defiende a los espectadores? Pues muy sencillo, es la autoridad la que tiene que velar por que se cumpla el reglamento. La autoridad tenía que haber desechado, en su total integridad los gatos que envió Santiago Domecq y la empresa adquirió para dar gusto a los toreros. Es preferible una suspensión y dejar a un pueblo sin toros, a que se ofrezca un remedo de corrida.
De seguro, que Pozoblanco ha dicho ¡basta ya!. La afición tiene derecho a ser escuchada, por eso se deja el dinero cuando pasa por taquilla. Quieren los toros de su pueblo, que llevan dos años sin ser adquiridos, quieren ver al torero de la zona, que es maltratado por la empresa, quieren una fiesta integra y un espectaculo acorde a lo que estan pagando por sus entradas y su impuestos, puesto que la plaza es propiedad municipal. Si no son escuchados, seguro que volverán la espalda a su feria y a su plaza. Pozoblanco merece otra cosa, por lo menos dignidad.

Fotos: Toros de la ganadería de 'Jaralta', que pasta en el término de Pozoblanco. Íntegros y con trapio más que suficiente para ser lidiados en su pueblo.
José Luis Moreno, torero que siempre que torea, cumple con creces cortando orejas y que incomprensiblemente ha quedado fuera de los carteles tras haber salido a hombros el año pasado.

9/25/2007

¿UN CAMBIO EN EL HORIZONTE?



La plaza de toros de Córdoba cierra sus puertas el próximo día seis de octubre. Un festejo que puede suponer el fin de un ciclo y el inició de otro. Taurotoro que termina contrato, ha manifestado que quiere continuar la plaza. La alternativa por ahora, está en una empresa netamente local, comandanda en lo taurino por Fermín Vioque, aunque la rumorologia apunta que otros empresarios, caso de Paco Dorado y Justo Benítez, también han mostrado a la sociedad propietaria su interés. Pronto, unos y otros mostraran sus cartas, sus proyectos, sus ideas e ilusiones para que la Córdoba taurina remonte el vuelo. Empresa que se antoja difícil, ya que la otrora e importante Córdoba, ahora no es más que una sombra, que como un alma en pena, tiene muy poca repercusión en el panorama taurino. Valga el símil futbolístico, Córdoba es de tercera regional. Pero para que esta ciudad vuelva como el ave Fénix, lo que hace falta es que se cuide lo primordial. EL TORO. Si sale el toro, la fiesta gana, con ello la empresa y sobre todo la afición también. Hay que abrir encastes, traer las ganaderías que estén en mejor momento, pero ojo, con corridas acordes a la categoría de la plaza, no con saldos, ni con limpieza de cercados. Toros íntegros, en puntas, en tipo. Si esto se consigue, la plaza ya tendrá una categoría ahora perdida. Para demostrar que Córdoba es plaza de primera, solo tiene que saltar a su ruedo un toro de primera. Y con este toro de primera, se verá en el ruedo quienes son los espadas de primera. ¡Basta ya de milongas! El toro es el sostén de la fiesta. Los toreros pasan, pero la figura del toro, tótem ibérico, siempre estará ahí. Ahí esta la categoría, en el toro, lo demás, cuentos.

9/18/2007

EL FINAL DEL VERANO



Ya se vislumbra en el horizonte el final de la temporada en los predios cordobeses. Pozoblanco dentro de una semana prácticamente y Montoro, una feria ‘in crescendo’, a principio de octubre. Punto y final para una temporada en Córdoba que ha tenido mucho de gris y poco, muy poco, para recordar. En el recuerdo poca cosa. Un magno recital al natural del Fino en la feria de Mayo, una rotunda faena del desterrado e incomprendido José Luis Moreno en Cabra y pare usted de contar. Lo demás nada de nada y una pregunta que me hago muy a menudo ¿Por qué tan pocas cosas quedan en el recuerdo? Después de muchas reflexiones y vueltas a la cabeza, la respuesta es sencilla. Por que falla el bastión principal de la fiesta. EL TORO. El toro no esta presente en el ruedo y lo que en él ocurre, carece de importancia y emoción. Es vital la vuelta de un toro integro en los ruedos. El toro disminuido y desmochado al que los taurinos y toreros llaman el medio toro no sirve. Bueno, a ellos sí, les permite matar 80 corridas de toros sin sudar la taleguilla, lo que supone dinero para todos. Y la autoridad no hace nada para hacer que se cumpla el reglamento. Si se enviasen todos los pitones sospechosos de manipulación a los laboratorios, de seguro que aumentaría la demanda de trabajo en los mismos. Los resultados serían de escándalo, pero la autoridad hace la vista gorda. El precintado de los pitones y su posterior envió al laboratorio, suponen un doble trabajo y además se pierden minutos de disfrute en la feria de turno. Ahora, el espectador tampoco protesta y eso es peor. El primero que tiene que demandar una fiesta acorde a lo que se paga, es el espectador y este lo unico que le preocupa es rentabilizar lo que ha abonado por su localidad. ¿Y como lo rentabiliza? Pegando voces, gritando olé a destiempo y pidiendo orejas a diestro y siniestro. Así nos luce el pelo, vamos de mal en peor. MIentras tanto los taurinos tienen la sarten por el mango, si autoridad ni público muestran su indiferencia, ellos seguiran campando a sus anchas.

FOTOS: Lo que debe de ser y lo que se debe de denunciar.

9/09/2007

LAS ASTAS DE LOS TOROS.



¡Vaya veranito que me estoy zampando!. Varios son los festejos presenciados por las plazas de la provincia de Córdoba, y curiosamente no he visto ni un toro con sus puntas. Bueno si, el día que visite una ganadería de la zona. Me consta que son muchos los ganaderos, que preocupados con los pitones de sus toros, se gastan una fortuna anualmente en complementos minerales y alimentarios para endurecer los pitones. Otros, colocan fundas de fibra en las puntas de los cuernos, lo que supone una doble manipulación. Dos veces tiene que entrar en toro en el mueco. Una para colocarle la consabida fundita y otra para quitársela. Ya se sabe, si un toro se estropea un pitón en el campo, la perdida económica es notoria, y vamos, dinero no se esta dispuesto a perder nunca.
Luego ocurre lo que ocurre y las pruebas fotográficas están para comprobarlo. Los toros que saltan a las plazas llevan un olor a afther shave de categoría. El público calla y nadie protesta. Lo malo es que el reglamento ¿o reglamentos? no se aplican. Pocos son los pitones que se envían a analizar, por no decir ninguno, con lo que el fraude al espectador que es el que sostiene la fiesta y es el que paga, es el principal perjudicado. Los taurinos dirán que son muchos los toreros que están cayendo en la presente temporada, a lo que yo añado que los cuchillos mal afilados también cortan.

Fotos: Toro de la ganadería de Jaralta tal y como lo parió la vaca (obviamente con su desarrollo natural)
Toro de Torrealta lidiado en Lucena. Si salen así en las plazas fijas, imaginese el lector como salen en las portátiles.