6/17/2008

GANADERIAS DURAS O GANADERIAS DE FUTURO


Se ha cumplido prácticamente el primer tercio de la temporada. Atrás quedaron las ferias del Levante español. Castellón y Valencia, ciclos amables y en los que el toro, salvo en las corridas de Fuente Ymbro y Victorino en Castellón, dejaron mucho que desear. Luego vino Sevilla. De nuevo el ganadero de Galapagar se llevó al gato al agua. Los demás toros lidiados en el ciclo abrileño tuvieron mucha agua en la sangre, sobre todo los de las tres corridas que envió Juan Pedro Domecq. Luego en Córdoba paradójicamente fue de nuevo Victorino el que se llevó los premios. Fracasaron por el contrario todas las ganaderías procedentes del tronco ‘domecq’, incluido en esta ocasión Fuente Ymbro. La sorpresa fue la corrida que envió ‘Buenavista’ que tuvo movilidad y casta, con un toro de nombre ‘Laborioso’ de gran calidad y bravura, que un público demasiado festivo y pendiente de los toreros, no premió como se merecía. Madrid es Madrid. Al tener mayor cantidad de festejos en su abono, tienen cabida mayor número de ganaderías, por lo tanto las representativas de encastes minoritarios tiene la oportunidad de reivindicarse. Un bravo toro de Cuadri de nombre ‘Aragonés’ ha barrido con la mayoría de los premios. También se alcanzaron altas cotas en la corrida de Palha, los otrora miuras portugueses, en la que su mayoral tuvo que saludar al finalizar el festejo. Los ‘albaserradas’ en sus dos vertientes, Victorino y Adolfo, tampoco dejaron indiferentes a nadie. Cierto es que este tipo de ganaderías tienen su público. Un público distinto, amantes del toro bravo en toda su integridad y que ven precisamente en esos encastes la diversidad que se echa en falta en este momento en la fiesta.

Ahora precisamente llega un tramo de la temporada en la que se exige este tipo de toro y este tipo de ganaderías. Las plazas del norte y las de Francia son amantes de la diversidad en la sangre brava. También las del valle del Tietar, también llamado del terror en la comunidad de Madrid. Ellas son las encargadas de mantener estos encastes. Encastes que sin este tipo de aficiones más que en vías de extinción, se podría decir de ellos que quedaron en el recuerdo. Ganaderías que en otras épocas vivieron etapas de esplendor y gloria, hoy se mantienen vivas gracias a estas ferias, plazas y aficiones. ¿Qué sería de muchas vacadas históricas sin Francia? Los problemas de la lengua azul en los últimos años ha hecho que muchas de ellas hayan tenido que mal vender sus productos, lidiarlos de utreros o incluso tenerlos que jugarlos en las calles del Levante español. La afición francesa es conocedora de la historia y por ello ve en estas sangres bravas una pureza que parece esfumarse de la feria de hoy.

Por todos estos motivos estas ganaderías, cuyos propietarios son conocedores del patrimonio genésico e histórico que poseen, tienen su sitio en la fiesta de hoy. Nada más que el hecho de no caer en mandar las vacas al matadero y adquirir una punta del encaste imperante, habla mucho de su romanticismo. También por esto tienen el reconocimiento del aficionado. Sus conceptos vencen a la vanagloria de figurar en todos los carteles de las ferias. Por el contrario están los toreros de hoy, que dicen que estos toros no son aptos para el toreo moderno ¿o más bien será que estos toreros no son aptos para la tauromaquia clásica?

En la foto un 'villamarta' de Guardiola en 'El Toruño'

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