8/07/2009

TARDE TRIUNFAL EN VILLANUEVA DE CORDOBA CON LA TERNA A HOMBROS










TARDE TRIUNFAL EN VILLANUEVA DE CORDOBA CON LA TERNA A HOMBROS.
GANADERIA: Seis toros de Julio de la Puerta, correctamente presentados aunque desiguales entre sí. Todos tuvieron buen juego, con fijeza, prontitud y transmisión. Los mejores los jugados en 2º y 4º lugar, este último fue incluso merecedor de algo más que una ovación en su arrastre.
TOREROS.
Juan Serrano "FINITO DE CORDOBA" (blanco y plata). Pinchazo y estocada (oreja) y estocada trasera, tendida y caida (oreja)
Manuel Jesús "EL CID" (malva y oro). Media estocada (dos orejas) y tres pinchazos y estocada (ovación con saludos)
David Fandila "EL FANDI" (azul turquesa y oro). Estocada (dos orejas) y estocada (dos orejas y rabo)
INCIDENCIAS: Plaza de toros de Villanueva de Córdoba. Primera de la feria en honor de San Miguel. Tres cuartos de plaza en tarde agradable. La ganadería de Julio de la Puerta sustituía a la anunciada de Criado Holgado. Al finalizar el festejo los tres espadas abandonaron el coso a hombros.
Tarde de toros entretenida en Villanueva de Córdoba. Y es que cuando el toro se mueve, la fiesta adquiere otro sentido. La corrida jugada tuvo como virtudes principales, la fijeza, la prontitud y la transmisión. Todos presentaron pelea en los medios y todos tuvieron mucho que torear. Vamos que ninguno fue tonto. Lo pedían todo por abajo y sobre todo, mucha firmeza con ellos. No fueron el toro perfecto, pero sí tuvieron comportamiento interesante tal y como está la cabaña de bravo española. Alguno como el cuarto además bravo hasta más no poder y que mereció mucho más que una simple ovación en el arrastre.
Abrió plaza Juan Serrano "Finito de Córdoba" encontrándose con un toro que ya mostró lo que iba a ser la corrida. Con él, Finito anduvo sobrado, cuajándole un trasteo desigual, donde hubo cosas buenas, otras regulares y otras peores. El trasteo no fue más compacto porque el toro con su prontitud sorprendió al torero en alguna ocasión, por ello el tendido se enfriaba y había que comenzar de nuevo. Esto en el primer toro y con el público aún frío hizo que todo quedara en lo que quedó. Faena compuestita y poco más, eso sí aderezado con el aroma del toreo caro que cuando quiere, derrama Finito de Córdoba. Su segundo fue el toro de la corrida. "Triunfador" de nombre. Toro bien hecho, de bonita lámina que desde el principio demostró una codicia inusual. Tanta que se acalambró e hizo que el respetable le protestara. Finito dirigió la lidia personalmente tratando de afianzar a su oponente. Con la brega el toro se asentó y fue una maquina de embestir. Tanto es así que cuando el matador fue por la espada, a nuestro juicio, el toro tenía otra faena aún dentro. Finito de Córdoba estuvo bien ante un toro tan exigente. Faena técnicamente perfecta en terrenos y distancias. Faena limpia, con gusto y de gran plasticidad. Quizá la única pega fue que le falto chispa, dando la impresión de que el toro desbordaba al torero. Trasteo lleno de belleza y estética que incomprensiblemente fue premiado solo con un apéndice. A fin de cuentas los trofeos son solo despojos. El buen toreo quedo en la retina de los que quisieron verlo. Tampoco se supo ver la desbordada bravura de un animal que mereció más que unas simple palmas en su arrastre.
El Cid atraviesa un buen momento y eso se vio en Villanueva de Córdoba. Mejor en su primero, otro toro bravo con gran clase. Al que cuajó un trasteo interesante, con mucho sentido e impregnado con el buen gusto del torero de Salteras. Es difícil estar bien con un toro bravo y exigente. Manuel Jesús "El Cid", lo estuvo a medias, pues la faena rompió de la mitad para adelante. Destacaron unos primorosos naturales y dos circulares que calaron en el tendido. Mato bien y cortó dos orejas que le abrían la puerta grande. En su segundo estuvo más desigual. Cierto es que su oponente no tenía la clase del segundo, pero tampoco era imposible. El trasteo ha quedado dicho. Muy desigual, con lagunas e intermitencias. Para colmo su falló a espadas emborronó lo realizado.
El Fandi es discutido por los puristas. Se le acusa de torero vulgar y populista. La verdad es que el de Granada no es un torero para paladares exquisitos, pero lo que hace no es para nada discutible. El Fandi hace lo que sabe, que podrá gustar más o gustar menos, pero a entrega y honradez pocos le ganan. Sus dos faenas fueron un calco una de la otra. Todo lo basa en la variedad, en tratar de brindar espectáculo al tendido, que en resumidas cuentas es el que paga, y con ello goza de las simpatías del tendido. Fue en triunfador numérico de la noche, prueba de que su esfuerzo es valorado por los que se sientan en los graderíos de los cosos taurinos.

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