11/14/2010

Sobrán ganaderias. Alvaro Núñez dixit.


Leo en un conocido portal taurino las últimas afirmaciones de Álvaro Núñez Benjumea. El hijo de Joaquín Núñez del Cuvillo afirma, con una rotundidad inusual, que en la cabaña brava están sobrando muchas ganaderías. ¡A buenas horas mangas verdes! Eso ya era de sobra conocido por todos. Con la bonanza económica no solo se infló la burbuja inmobiliaria. A costa de la cultura del pelotazo, ocasionada por el ladrillo, llegaron al campo bravo muchos nuevos ricos. Gentes que sin un ápice de afición, solo buscaban la notoriedad de tener, aparentar y presumir. Y que mejor que poseer una ganadería de bravo, figurar en los carteles rutilantes de los grandes ciclos y viajar por la geografía ostentando un oficio que hasta entonces estaba reservado solo a unos pocos.
Los neo-ganaderos llegaron al planeta toro adquiriendo en ocasiones ganaderías venidas a menos o alejadas de los nuevos gustos que imponía la torería. Luego encontraron la complicidad de otros ganaderos, muchos de ellos de renombre y poco poco escrupulosos, que en lugar de vender los desechos para el matadero, como siempre se había hecho, se los fueron endilgando a un precio que ni por asomo hubiesen cobrado por sus carnes en el rastro. Así a base del mucho dinero de unos y el poco escrúpulo de otros, la cabaña brava se fue inflando poco a poco, hasta unos limites insospechados. Con este engorde artificioso, como el de muchos toros de hoy, también un solo encaste se fue expandiendo por el campo bravo como una mancha de aceite, en detrimento de otros menos extendidos pero importantes y necesarios para la variedad de la fiesta y la raza brava. Fue uno de los grandes daños colaterales de la expansión de estas nuevas ganaderías.
Ahora sobran toros en el campo. Los precios necesariamente tendrán que bajar. Los ganaderos que 'infectaron' en campo bravo con desechos a precio de oro, están empezando a ver que el horizonte se oscurece a sus intereses. Ni van a seguir vendiendo vacas de desecho, ni van a 'alquilar' sementales a buen precio a los nuevos ganaderos. Se tendrán que reducir, no solo ganaderías, también los hatos de vientres. Las subvenciones a la vaca nodriza también menguaran. Se esta viendo un túnel muy oscuro. La pregunta ahora no es otra ¿por qué en su día permitieron la expansión de su negocio? A la gallina de los huevos de oro le queda un cuarto de hora. Ahora vienen las quejas. ¡A buenas horas!

1 comentario:

Juanito dijo...

Salvador comparto plenamente tu opión, y creo que empeorara aun más ya no solo se dan menos corridas de toros si no que hay bastastes festejos menos con picadores y son habas contadaas las novilladas sin caballos, por lo por tanto tendrá que ir mucho ganado al matadero.
Esperemos que el sector gandero se recupere y se preste más atención a los encastes marginados.
Saludos.