2/05/2016

REFLEXIONES A LA LUZ DE LA LUMBRE. Córdoba, ahora o nunca.


El invierno está siendo atípico. Los fríos no se terminan de hacer presentes. La lluvia tampoco. Las temperaturas son demasiado benevolentes para estas fechas. Tanto es así que los trigos están crecidos en exceso para esta época, los almendros florecen cuando aún no han acabado de tirar las hojas del pasado año y en los olivos, chaparros y encinas comienza a aparecer la trama típica de la floración.

En la chimenea una vez que arden un par de troncos, las brasas son suficientes para mantener la calidez del recoleto salón. Los días son más largos y es al ceder la luz, a última hora de la tarde o a primera de la noche, es cuando el hombre masculla sus reflexiones maduradas a la luz de la exigua lumbre.

La fiesta de los toros no pasa por buen momento. Sus miserias de dentro, le han pasado factura fuera. Por ese motivo parece que se debilita poco a poco. La inhibición de quienes viven de ella, que debieran ser sus principales valedores, hacen que los ataques hacía ella vayan haciéndose cada vez más feroces.

En un principio fueron los animalistas. Movidos por unos conceptos proteccionistas hacía los animales, fundamentados en una artificiosa ecología muy alejada de los preceptos reales, pero sustentados económicamente por un lobby poderoso y de intereses difíciles de comprender. La mediocre clase política que nos ha tocado sufrir, en busca de arañar votos y con aire sectario y totalitario, ha hecho de la fiesta de toros algo arcaico para el progreso que sueñan y acometen con crudeza al objeto de abolir algo que ni reyes, posiblemente con más poder absoluto que ellos, ni Papas pudieron conseguir.

El desconocimiento hacía la fiesta es total. Hoy poco importa. La culpa es de todos los que la amamos. No pensábamos, aunque algunos lo intuyéramos, que la situación se iba a tensar hasta el punto actual. La resolución adoptada por el ayuntamiento de Córdoba nos ha abierto los ojos y nos ha hecho comprender que, incluso donde la fiesta está arraigada tan profundamente, se pretende cercenar de un plumazo sectario un rito milenario.

Los aficionados y profesionales han movido ficha en Córdoba. La creación de una plataforma en defensa de la tauromaquia en la ciudad, hace sentir que ya se ha vislumbrado un peligro real para la libertad de poder celebrar un espectáculo legal en este país y que forma parte de su ser.

La plataforma, recién creada, consiguió que el órgano de gobierno de la Diputación Provincial cordobesa, rechazase la enmienda similar a la aprobada por el Ayuntamiento. Una batalla ganada, pero la guerra continua. Es la hora de poner la fiesta en valor. De darla a conocer, de vender sus valores, su historia y sobre todo mostrarse todos más unidos que nunca. Positivos serán los actos donde se muestren todos esos valores que tanto defendemos. Los niños de hoy, los de la generación de la wii, la nintendo, la tablet y el smartphone, deben de tener, como lo tuvieron siempre, la sensación de coger un capote y una muleta en sus manos para dar, como siempre se dieron, pases a un toro imaginario llamado aire. Por eso el domingo próximo Los Califas, a instancia de la asociación de Aficionados Prácticos de Córdoba, debe de ser un hervidero de niños, y no tan niños, para mostrar que la rueda sigue su camino y que la fiesta de toros está unida a la personalidad e historia de una ciudad que fue capital de la Bética y más tarde del Califato Omeya.

Las brasas siguen incandescentes, como debe de estar siempre nuestra pasión y afición. Esta unión para la defensa de la fiesta en Córdoba, no debe de quedar en algo puntual. Es la hora que la afición exija para Córdoba la categoría que por historia merece. Y esta categoría pasa por la exigencia de un toro integro, enrazado y con poder para devolver a su matador la categoría de héroe que siempre tuvo. El día que el pueblo vuelva a reconocer la heroicidad del torero, la fiesta habrá asegurado su supervivencia, pero claro, eso pasaría por devolver el halo de tragedia a la arena mediante la lidia de un animal fiero antagónico al que se lidia hoy. Córdoba, ahora o nunca. Tu decides.





1 comentario:

Risquillo dijo...

Excelente entrada Salvador. Enhorabuena y muchas gracias por aportar.