5/31/2016

UNA FERIA BREVE Y SIN APENAS BRILLO


El ciclo de la Salud llega a su término en su versión más gris. La empresa lo jugó todo a la carta de José Tomás, sin plan B, y al final casi todas las circunstancias se aliaron en su contra.

EL pasado domingo, mientras Pablo Hermoso de Mendoza hacía historia atravesando por sexta vez el umbral de la Puerta de los Califas y convirtiéndose así en el rejoneador que más veces lo ha hecho, muchos aficionados abandonaban el coso con un sabor agrio y preguntándose qué es lo que nuestra plaza de toros precisa para salir de este prolongado bache.

Y es que la Córdoba taurina no levanta cabeza. De un tiempo a esta parte, se están organizando menos espectáculos, los que se organizan tienen el sello de la improvisación, no contando con el beneplácito del público, y a la vista está la asistencia del mismo, y para colmo se está perdiendo el poco prestigio que quedaba, si es que a Córdoba le quedaba algo.
 
En esta edición la empresa se lo jugó todo a una carta y perdió. Lo apostó todo a la presencia de José Tomás, confiando que el tirón del mediático torero les salvara los muebles en una plaza cada vez más imposible y complicada. Jugó a caballo ganador y vio como todo se frustraba. José Tomas no apareció y todo se desmoronó como un castillo de naipes. Lo malo no fue la ausencia del mitificado torero, sino que se comprobó que no había plan alternativo preparado ante tal eventualidad, y fue entonces cuando apareció la improvisación.

El cartel que se presentó fue en exceso pobre y rácano. Dos corridas, con cuatro toreros anunciados, pues Finito se anunció en solitario, con motivo del veinticinco aniversario de su alternativa, una corrida de rejones, una novillada para noveles y el monoencaste dominante, tanto para a pie, Domecq, como para a caballo, Murube, presente. Un miniciclo que no hacía honor ni a Córdoba, ni a su historia y mucho menos a la categoría de la plaza, pues en algunas provincias y plazas de inferior categoría se celebran mas festejos mayores que los anunciados este año en Córdoba.

Para colmo de males, como dice el refranero, a perro flaco todo se vuelven pulgas y la corrida anunciada para el sábado 28, en la que Finito de Córdoba se anunciaba en solitario, tuvo que ser suspendida a causa de las lluvias caídas durante la jornada. A la hora del inicio del festejo, con una pobre entrada de público y previo reconocimiento del estado del ruedo, las cuadrillas se negaron a actuar, alegando que el piso se encontraba en un estado impracticable. Finito de Córdoba, en su calidad de director de lidia, secundó la alegación de los banderilleros. La verdad es que el piso no se encontraba, aparentemente, en tan mal estado, incluso así lo advirtió la autoridad, quien ante lo argumentado por los profesionales poco pudo hacer para evitar la suspensión. La realidad fue que, una vez suspendida la corrida, la lluvia no volvió a aparecer.

El día anterior también hubo problemas, pues el cabeza de cartel, Morante de la Puebla, estaba ingresado, aquejado de una extraña infección en un hospital hispalense. Hasta la mañana del festejo no se buscó sustituto, pues se albergaba la esperanza, remota y a la vista imposible, de que el torero de La Puebla del Río pudiera estar presente en la corrida. Finalmente, y ante tal eventualidad, la empresa decidió dar la sustitución a un torero como Ginés Marín, recién alternativado y cuya carrera profesional está dirigida por la propia empresa. A pesar de todo la plaza registro una entrada aceptable. En lo artístico se vio a un sustituto, Ginés Marín, con ganas y al que las cosas le salieron unas veces mejor que otras. Un Talavante fácil, encontrando toro en cualquier sitio, pero falto de ajuste y sin apretar el acelerador y un Juli totalmente ausente y desganado. 

La corrida de rejones ha perdido en Córdoba seguidores. No hace tanto que los tendidos se poblaban en este tipo de festejo. En esta edición la entrada no ha sido la esperada. En ella Pablo Hermoso de Mendoza dio una lección en su segundo, cortándole dos orejas que le permitieron ser el primer rejoneador que ha traspasado en seis ocasiones la Puerta de Los Califas. De Manuel Manzanares y Lea Vicens poco que decir. Buena doma, monta correcta pero a la hora de ejecutar las suertes lo mismo pecan de exceso que de defecto, clavando a la grupa o dejándose tocar en exceso las monturas.

La novillada sin picadores que abrió el abono tuvo dos partes bien diferenciadas. Una primera en la que los intervinientes llevan más tiempo intentando ser torero, y la segunda donde los espadas acaban de empezar. De los primeros destacó Carlos Jordán, quien ha evolucionado de manera satisfactoria. También ha avanzado Romero Campos, a quien el acero le privó de cortar trofeos. Ambos deben de plantearse debutar con caballos en breve. Peor estuvo El Rubio. Le pudo pesar la responsabilidad, pero el paso del tiempo también le ha quitado cierta frescura. De los segundos gustó Rocío Romero, que cortó una oreja a pesar de estar mermada por un fuerte porrazo. Fernando Navarro y Carlos Blázquez tienen crédito para seguir aprendiendo, pues afición no les falta. Tal vez precipitaron su debut en una plaza como Córdoba. 
Sucintamente esto fue lo que ocurrió en Los Califas durante su feria de mayo. Ahora solo cabe buscar soluciones para retomar vuelo. La empresa se antoja complicada. Algo está fallando y puede que la gestión empresarial no sea responsable. Han sido varias las empresas que han pasado por aquí en los últimos años. ¿Todas van a ser tan malas?

5/30/2016

PABLO HERMOSO HACE HISTORIA Y ABRE SU SEXTA PUERTA DE LOS CALIFAS


* El caballero navarro se convierte en el rejoneador que más veces ha salido a hombros en la plaza de toros de Córdoba. 
* Manzanares y la francesa Lea Vicens estuvieron voluntariosos.

Terminó la feria taurina de Córdoba. Posiblemente la más corta que se recuerda. Por unas causas u otras, el coso de Los Califas, este año, quedará como algo meramente testimonial en la temporada. Una plaza que por categoría e historia merece mucho más. La recuperación depende de volver a ilusionar a un público que cada vez mas hastiado y cansado ha huido de la plaza.

Se cerró la feria con el tradicional festejo de rejones. No hace mucho, un espectáculo que registraba magnificas entradas de público. Este año los tendidos del  coso de Ciudad Jardín presentaban una pobre entrada. Menos de media plaza, lo que da que pensar si el rejoneo tiene cabida en el cartel de la feria.

Se dice que se vive la mejor etapa del toreo a caballo. Aquellos que lo afirman no están exentos de razón. Es cierto que lo que se hace hoy a los toros a caballo era impensable hace años que se pudiera realizar. También es cierto, que los rejoneadores modernos se enfrentan a un toro criado exprofeso para su lucimiento. Igualmente se ha pasado del despuntado reglamentario a una mutilación excesiva de los pitones de los toros a lidiar, haciendo que el protagonista real de la fiesta, el toro, haya perdido la prestancia mínima que se debe de exigir a un animal que se lidia en una plaza. Son épocas y esta es la que nos toca vivir en estos momentos.

Pablo Hermoso de Mendoza trajo el cambio al toreo a caballo. El navarro fue, es y será un referente. Muchos son los que lo imitan, pero lo realizado y aportado por él, ahí queda.
 En la tarde de ayer hizo historia en el coso califal, convirtiéndose en el rejoneador que más veces ha traspasado a hombros el umbral de la Puerta de Los Califas. Había estado en su línea habitual con su primero. Lo recibió a lomos de Funchal clavando un rejón de castigo. Cumplió sin más en banderillas montando a Berlín, remontando vuelo su labor cuando clavó de forma espectacular cabalgando con Beluga. El acero no viajó de forma correcta, pinchando en dos ocasiones antes de despenar a su oponente.

La lección vino en el cuarto. Sabia elección de terrenos para torear a caballo de forma asombrosa. Encandiló a los tendidos montando a Disparate, un caballo que se deja llegar muy cerca a los toros. Luego continuó luciéndose con Donatelli para terminar clavando banderillas cortas a lomos de Pirata. Clavó un certero rejón y a pesar de tener que descabellar píe a tierra cortó dos orejas que pudieron resultar excesivas, pero que premiaron lo mejor de la tarde.

Manuel Manzanares es un rejoneador que lleva unas temporadas en el escalafón. Buena monta, cuadra perfectamente domada y con ejemplares de calidad, pero el alicantino no acaba de encontrar el camino del éxito. Ayer lució en sus dos toros, sobre todo en la preparación de las suertes, pero clavando estuvo irregular e inseguro. Aun así, cortó una oreja en cada uno de sus toros que le valió salir a hombros por la  puerta de cuadrillas.

Lea Vicens está muy nueva. Le falta reposo y aplomo. Voluntad y afición son por ahora sus avales fundamentales. En su primero se le noto nerviosa, tanto que dio una vuelta al anillo que nadie pidió. Mejor en su segundo, donde se hizo aplaudir cuando clavó banderillas con Bético. Conectó con los tendidos clavando rosas con su caballo Jazmín. Mató certeramente y cortó una oreja.

Ganadería: Seis toros de Fermín Bohórquez, reglamentariamente despuntados, de desigual presentación y variado juego. Los mejores, los jugados en 4º y 5º lugar.
REJONEADORES: Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y dos orejas. Manuel Manzanares, oreja y oreja con petición.  Lea Vicens, vuelta a ruedo por su cuenta y oreja con petición.
INCIDENCIAS: Corrida de rejones. Último festejo del abono de la Feria de la Salud. Menos de media entrada en tarde de temperatura agradable. Al finalizar el festejo Pablo Hermoso de Mendoza salió a hombros por la Puerta de Los Califas, haciéndolo Manzanares por la de cuadrillas.  

5/29/2016

LA LLUVIA DA AL TRASTE CON EL ENCIERRO EN SOLITARIO DE FINITO EN LOS CALIFAS


El festejo con el que el espada pretendía celebrar sus veinticinco años de matador de alternativa, en el que se anunciaba como único espada, tuvo que ser suspendido.

No pudo ser. El festejo anunciado para la tarde de ayer, en el que Finito de Córdoba estaba anunciado en solitario con el objetivo de celebrar el veinticinco aniversario de su alternativa, no pudo finalmente celebrarse. La climatología adversa de la primavera de mayo impidió su desarrollo.

Llovió con intermitencia durante la mañana, cumpliéndose las previsiones previstas. Algunos chaparrones fueron intensos y fuertes. El sol se alternaba con las nubes. Todo parecía indicar que a la hora del festejo todo podría llevarse a cabo.

El tiempo inestable hizo que mucha gente desistiera de asistir al festejo, por lo que a la hora de comienzo del mismo, la entrada no era la que se esperaba. Para colmo, el cielo volvió a tornarse gris. El agua volvió a aparecer de nuevo. 

Apretó la lluvia. Muchos optaron por buscar refugio en las bocanas de los tendidos y pasillos internos del coso. A pesar de la lluvia caída, el albero parecía tener un buen aspecto y no haber acusado el temporal.

El cielo comenzó a clarear. Pasados 15 minutos de la hora prevista para el inicio del festejo, se abrió el portón de cuadrillas. No se inició el paseíllo de forma formal. Los subalternos actuantes hicieron acto de presencia sobre el albero con los capotes de paseo plegados al brazo.
El ritual en estos casos se volvió a repetir una vez más. Los profesionales fueron deslizando las zapatillas sobre el redondel y comenzó el cambió de impresiones entre ellos. Los actuantes volvieron al patio de cuadrillas.

La capilla, como no podía ser de otra manera, fue el marco escogido para la celebración de un improvisado cónclave. Dentro, los toreros, con Finito de Córdoba como jefe de filas, se reunieron con la autoridad para dilucidar qué iba a ocurrir con el festejo anunciado. La puerta se cerró. Sólo cabía esperar. En los tendidos, la lluvia había cesado y el público comenzó a impacientarse.

No tardaron en abrirse las puertas del recinto. Finito de Córdoba, vestido con un rutilante terno blanco y plata, acompañado del presidente de festejo, Rafael Ruiz Laguna, bajaron al ruedo. La conversación duró unos minutos mientras el público continuaba esperando.

De pronto, todos volvieron a abandonar el redondel. Los mozos de espadas comenzaron a recoger sedas y percales. La suspensión estaba consumada. A pesar de ello, se tardó un mundo en comunicar la decisión al público, que es el consumidor final de un espectáculo que atraviesa horas bajas.

Las cuadrillas alegaron que el ruedo estaba impracticable para el ejercicio de su profesión, negándose a actuar. Finito de Córdoba, único espada y director de lidia, dio la razón a su tropa. La autoridad decidió suspender.

Finalmente el albero, que no aparentaba mal estado, quedó como un lienzo blanco, esperando el arte efímero del toreo. 

5/28/2016

TALAVANTE Y GINES MARIN TRIUNFAN A MEDIAS CON UNOS FLOJOS TOROS DE CUVILLO

Ginés Marín es un toreo que trae aire fresco
El festejo de ayer tuvo que ser recompuesto a primera hora de la mañana. Finalmente, el anunciado Morante de la Puebla, no se recuperó a tiempo de sus dolencias y tuvo que ser sustituido por Ginés Marín, de alternativa reciente, y quien dejo buen recuerdo el mes pasado en el Festival Benéfico contra el Cáncer. A pesar del contratiempo, la plaza registro una notable entrada. El público asistente tenía gana de toros y estuvo durante el festejo muy predispuesto al aplauso y a pasar una buena tarde. Pero como en tantas ocasiones, el juego de los toros lidiados dio al traste con la expectación. La corrida enviada por Núñez del Cuvillo a Córdoba dejó mucho que desear. Ya se sabe que cuando el toro falla, la fiesta se derrumba. Motivo por el cual, el festejo de ayer quedo con un sabor agridulce entre espectadores y aficionados.
Triunfador en cuanto a número de trofeos cortados resultó Alejandro Talavante. Una oreja cortó a cada uno de sus oponentes. Incluso en su primero hubo ligera petición de un segundo apéndice. El extremeño atraviesa por un dulce momento, lo que hace que ande ante los toros con una facilidad pasmosa. Su labor tuvo lo apuntado. Facilidad, mucha facilidad. En su primero, que resultó el mejor de la suelta –no porque fuera un dechado de virtudes, pero ya se sabe, en país de ciegos, el tuerto es rey–, estuvo Talavante en su mejor versión. Le cuajó una faena variada. Mejor al natural, donde tuvo mejor acople, aunque abusó del toreo el línea recta y pocas apreturas. El epílogo del trasteo tuvo improvisación, que el público muy predispuesto agradeció. Mató de forma rápida y a sus manos fue la primera oreja de la tarde. En su segundo, de pobre juego, estuvo en la misma línea. Faena larga en la que primó la cantidad sobre la calidad. Las mismas virtudes y los mismo defectos. Aun así, y a pesar del mitin del puntillero, obtuvo otra oreja a su segundo.
Ginés Marín tiene la hierba en la boca. Es un torero muy nuevo. La de ayer fue su primera corrida de toros en España tras su alternativa en Nimes, en la que resultó herido. Por lo tanto, su actuación suponía también su reaparición. Marín trae la frescura que da lo novedoso, lo que hizo que el público enseguida simpatizase con él. Estuvo toda la tarde con mucha entrega. Intenta hacer las cosas con sentido y buen gusto. Ya lució en un quite por gaoneras al segundo de la tarde, con mucha quietud y verdad.
Pudo cortar una oreja en su primero, al que recibió con unos templados lances a pies juntos rematados por una media verónica primorosa. Brindó la faena al público y enseguida plantó cara a su oponente. Su voluntad le hizo exigir en exceso al toro, quien hizo además de venirse a menos. Tuvo la gran virtud de atemperarse, para hacer que el animal tomase aire entre tandas, por lo que la faena comenzó a tomar consistencia. Largos resultaron los muletazos, los cuales en ocasiones, no todas, resultaron limpios y ajustados. Un pinchazo antes de una estocada le privó de cortar la oreja. En su segundo volvió a estar entregando ante un animal que no tuvo virtud alguna. Se inventó una faena con mucha voluntad. Esta vez sí viajó el acero de forma acertada y fue premiada con una oreja, que pudo resultar excesiva, pero que premió su labor en conjunto.
Del Juli, poco que decir. Es cierto que no tuvo toros, pero su actitud no fue la propia de quien se dice ostenta un puesto privilegiado en el toreo actual. Su paso por Madrid, de poca brillantez, le puede pesar en el ánimo, pero no justifica su faena en Los Califas en la tarde de ayer. Apático, inhibido, aburrido, y aburriendo toda la tarde, se ausentó ante sus dos toros. Lo mejor fue que al menos tuvo brevedad con los aceros. Mejor así.
FICHA DE LA CORRIDA
Ganadería: Seis toros de Núñez del Cuvillo. Justos de presentación y de pobre juego. Descastados y sin fuerza. Alguno impresentable para una plaza de primera categoría.
TOREROS: EL JULI (sangre de toro y oro). Silencio y silencio. ALEJANDRO TALAVANTE (bungavilla y oro). Oreja y oreja tras aviso. GINES MARÍN (azul celeste y oro). Vuelta tras petición y oreja.
INCIDENCIAS: Feria de la Salud de Córdoba. Corrida de toros. Segundo festejo de abono. Poco menos de dos tercios de entrada en tarde de temperatura agradable en la que molestó el viento en ocasiones. Entre las cuadrillas destacaron Juan José Trujillo y Javier Ambel. Tras la lidia del cuarto toro se lanzó al ruedo un espontáneo que tras arrojar unos pasquines fue retirado del ruedo por el personal.


El Día de Córdoba (28/05/2016)

5/27/2016

ROCÍO ROMERO PONE EL GUSTO Y LAS GANAS


También destacó Carlos Jordán, quien el mal uso de los aceros le privó de obtener trofeos.
El espejo de los aspirantes a toreros está claro. Todos los que esperan destacar en este difícil mundo del toreo tienen como referente a los principales figuras del escalafón. Lo malo de todo esto es que la máxima se cumple. "Bienaventurados los que me copian, porque de ellos serán todos mis defectos". Los pecados del toreo actual se ceban en los que empiezan. El toreo al hilo, el toreo en líneas rectas, o la falta de compromiso en la colocación se hace presente en las actuaciones de los noveles, a quienes en ocasiones ya no les sirve la excusa de la bisoñez, puesto que algunos llevan años intentándolo sin alcanzar las metas deseadas.
No obstante siempre hay que ser condescendiente con los que empiezan, aunque el paso del tiempo debe de servir para hacer ver a alguno de los actuantes que, en este oficio, muchos son los llamados y pocos los elegidos.
Triunfadora en cuanto a trofeos resultó la cordobesa Rocío Romero, quien se presentó de luces ante sus paisanos. Recibió a su novillo con lances a la verónica donde destacaron sobre manera un par de ellos, con la figura encajada y con buen juego de brazos. Resultó feamente cogida en el remate teniendo que ser atendida. El novillo desarrolló sentido y la cordobesa anduvo ante él, muy mermada de facultades, inteligente y resolviendo la complicada papeleta. Rápidamente planteó un trasteo basado en el toreo al natural, donde destacaron algunos de largo trazo, que fueron rematados por alto por el mismo pitón izquierdo. Tras dos tandas al natural, probó por el pitón derecho, donde corrigió en algo la bruta embestida para lograr una tanda vibrante. Una estocada precedida de un pinchazo hizo que la única oreja de la tarde fuera parar a sus manos.
Sin cortar trofeos, gustó al respetable la labor de Carlos Jordán. El jarote, que ya anduvo airoso con el toreo de capote, cuajó una faena de muleta inteligente, solvente y no exenta de buen gusto. Tras brindar al público, inició su labor con unos muletazos ayudados por alto que tuvieron sabor. Prosiguió con una tanda con la mano diestra ligada y con temple. Le siguió otra, posiblemente la mejor de su faena, que inició con un pase de las flores. Se gustó al natural en tandas templadas. Alargó en exceso la faena, sonando un aviso antes de entrar a matar, lo que tras tres pinchazos solo pudo dar una vuelta al ruedo que de seguro le supo a poco.
Romero Campos ha aprendido bien el oficio. Vio como su novillo fue devuelto a los corrales por tener un pitón partido, y el suplente no fue un dechado de virtudes precisamente. Posiblemente fue el peor del encierro, pero Romero Campos se mostró fácil y solvente, resolviendo de forma sobrada la papeleta. La espada le impidió redondear una actuación, que si no brillante, si fue maciza y rotunda.
Tiempo lleva El Rubio en el escalafón. Se topó con un buen animal. Voluntarioso y entregado siempre, pero acelerado y amontonado en ocasiones. Quizás le peso la responsabilidad, o tal vez el abrir plaza, pero lo cierto es que debió de estar mucho mejor.
Las actuaciones de Fernando Navarro y Carlos Blázquez tuvieron el mismo denominador común. Voluntad y falta de oficio. El primero tienen buen concepto. El segundo un valor a toda prueba. Están empezando. Les queda, obvio, que desarrollar y seguir aprendiendo.
 FICHA DEL FESTEJO:
GANADERÍA: Seis novillos-erales de Zalduendo. De presentación desigual y variado juego. Bravo el primero, parado el segundo, noble el tercero, bruto el cuarto, flojo con calidad el quinto y complicado el sexto.
TOREROS: EL RUBIO (nazareno y oro). Ovación con saludos tras dos avisos. ROMERO CAMPOS (verde esperanza y oro). Vuelta. CARLOS JORDÁN (azul marino y oro). Vuelta tras aviso. ROCÍO ROMERO (azul turquesa y azabache). Oreja. FERNANDO NAVARRO (ciruela y oro). Ovación con saludos y CARLOS BLÁZQUEZ (azul celeste y oro). Ovación con saludos.
INCIDENCIAS: Feria de la Salud de Córdoba. Novillada sin picadores. Primer festejo del abono. Un cuarto de plaza en tarde de temperatura agradable. Rocío Romero fue atendida en la enfermería de una fuerte contusión en el mentón. Pronóstico leve.
El Día de Córdoba (27/05/2016)

 Foto. FIT



5/24/2016

COLOQUIOS EN EL HOTEL AC CORDOBA ORGANIZADOS POR CUADERNOS DE TAUROMAQUIA


Córdoba taurina pasa por horas bajas. La feria ha perdido prácticamente peso especifico en el panorama taurino. Madrid y San Isidro la eclipsan. No obstante, todavía hay quienes reconocen la importancia de Córdoba en la historia del toreo. Por esto mismo, es por lo que una de las publicaciones de mayor importancia y solvencia dedicadas al toreo, como es "Cuadernos de tauromaquia", ha decidido organizar los días 27 y 28 dos coloquios dedicados a la feria taurina cordobesa.

Los actos tendrán lugar en el hotel AC Córdoba, situado en la avenida de la Libertad junto a la estación del AVE. Los coloquios darán comienzo una vez terminados los apartados de las corridas, sobre las 12,30 horas y estarán moderados por el responsable de la citada publicación, el notable escritor taurino Álvaro Acevedo. Los protagonistas serán Morante de la Puebla y Finito de Córdoba, horas antes de que partan plaza sobre el dorado albero califal.


La entrada será libre hasta cubrir aforo, si bien, la organización ha tenido a bien distribuir invitaciones que pueden ser solicitadas a través de correo electrónico a la siguiente dirección: publicidad@cuadernostm.com

5/22/2016

CÓRDOBA: LOS TOROS Y UN TORERO


Lástima que a Finito su carácter y personalidad le impidiesen ganar la guerra; eso sí, las batallas en las que venció no se olvidarán jamás. Córdoba debe volcarse el sábado con él.

El ruido de los fuegos de artificio y el encendido del alumbrado indican que Córdoba se dispone a poner broche de oro a su festivo mes de mayo. En el Arenal, un año más, la feria cobra vida. Es todo tan artificioso que si miramos al pasado podemos comprobar, con añoranza, que el paso del tiempo ha desvirtuado este tipo de celebraciones. Los tiempos cambian, y lo que era la celebración de una fiesta religiosa, así como feria de compra y venta de ganados, se ha convertido en una fiesta donde el divertimento y los excesos son nota dominante en cada jornada. 

Las ferias siempre tuvieron, y tienen les pese a quien les pese, estrecha relación con esta liturgia tan nuestra llamada tauromaquia. No hace falta más que repasar los carteles, algunos ajados, de tiempos pasados. En ellos, junto a las actividades y celebraciones, siempre se podía leer: corridas de toros. Y es que el toreo no podía estar ausente en los actos festivos de cualquier feria del país.

Así fue siempre. Córdoba no era menos. La tauromaquia siempre formó parte del programa de actos de la feria en honor -no lo olvidemos, nunca- de la Virgen de la Salud. Siempre hasta este año, cuando el Consistorio, que debe gobernar para todos los cordobeses, ha decidido ningunear el toreo una vez más. Un equipo de gobierno que en lugar de regir para todos lo hace contentando a la minoría que lo mantiene en el poder. Este año, cuando el programa oficial de feria llegue a manos de cualquier foráneo, éste no sabrá que en Córdoba, cuna del toreo, se celebran en su coso de Los Califas cuatro espectáculos taurinos con motivo de esa feria moderna que nos quieren vender algunos que confunden la pluralidad con el sectarismo más rancio y radical. Molesta pero no importa. El aficionado a los toros tiene las espaldas anchas. Tan anchas que de seguro no le importará que algún edil, sea del color que sea, ocupe el burladero de callejón reservado al Ayuntamiento. Tampoco, a pesar del vacío que están haciendo al toreo, cuando tenga que volver a votar dentro de tres años a los nuevos capitulares. Lo mismo porque piensa, tal vez inconscientemente, que el toreo es imperecedero y atemporal, mientras que la clase política siempre tiene fecha de caducidad. 

A pesar de todo los toros están presentes en los actos de la feria un año más. Tal vez de una forma muy corta y fugaz, pero ahí están como siempre estuvieron. Córdoba tiene un estrecho vinculo con la tauromaquia. La historia está así escrita y es imborrable. Ahora solo hay que velar por seguir llenando páginas en un libro que últimamente escribe de forma breve y exigua. Córdoba necesita un revulsivo. Algo que mueva a sus gentes a volver a la plaza. Una plaza maltratada por intereses de dentro y de fuera. Es hora, ahora sería beneficioso, de que el destino nos cambie este hastío por algo grandioso. 

Aún permanece en el recuerdo una etapa similar. De travesía por el desierto desde Cataluña llegó un mozo espigado y enjuto, que se transfiguraba con un junco divino ante los novillos. Un zagal que pronto enamoró a la afición cordobesa. Un chaval que hizo que el nombre de Córdoba figurase en los carteles de todas las ferias. Un mozuelo que creció a la sombra de Córdoba y que inundó con su tauromaquia, estética, bella y deslumbrante, toda una época. Lástima que su carácter y personalidad le impidiesen ganar la guerra; eso sí, las batallas en las que venció no se olvidarán jamás. Por todas esas batallas ganadas y páginas imborrables escritas en la historia de Córdoba, la ciudad tiene que volcarse el próximo sábado, cuando aquel mozuelo llegado de Cataluña celebrará sus bodas de plata en la profesión de matador de toros. Es la hora de mostrar el cariño y el reconocimiento a quien ha llenado estos años muchos recuerdos en el toreo, ya se sea partidario de su tauromaquia o no. Hay que ser agradecido y es hora de que Córdoba se vuelque con un torero. 

El sábado de feria a las seis de la tarde, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, las notas del pasodoble Manolete rasgarán y romperán el silencio en Ciudad Jardín, prologando un ritual ancestral y primigenio de nuestra cultura. En el dorado albero, el oficiante del rito, tras 25 años, volverá a cumplir con una tradición milenaria para mayor gloria de ese rito que debe de permanecer vivo.

5/21/2016

JOSELITO EL GALLO EN CORDOBA

Joselito junto a Guerrita, Machaquito y su hermano Rafael

Los aficionados a los toros saben de la importancia de José Gómez Ortega, "Gallito" o "Joselito" como prefieran, en el mundo del toreo. El espada sevillano tuvo una intuición única, que le hizo intuir y adelantar unos conceptos para la evolución de la tauromaquia. Dotado de unos conocimientos innatos, una afición desmedida y un estudio de todo lo que rodeaba en el mundo de los toros, Joselito el Gallo comienza a moldear el toreo a su antojo. El diestro de Gelves fue un adelantado a su época. Ideó cosos monumentales para que mayor número de personas pudieran asistir a los festejos taurinos. También fue buscando un tipo de toro para el toreo que intuía, no hay que obviar que fue él quien impuso la casta originaria de Vistahermosa sobre las demás, y comenzó, junto a su alter ego Juan Belmonte, a dar mayor importancia a la faena de muleta.

"Joselito" había encarrilado el toreo hacía la modernidad, cuando un toro le partió el alma en Talavera de la Reina, hace ahora noventa y seis años. No sabemos a ciencia cierta qué hubiera ocurrido en el toreo si aquel toro, producto de un cruce entre una vaca de Veragua y un toro de Santacoloma, de nombre "Bailaor" no se hubiera cruzado en el destino del torero de Gelves. ¿Se hubiera acelerado el ritmo del toreo?

Durante la llamada Edad de Oro del toreo, junto a Belmonte, " Joselito" está presente en todas las plazas y ferias de importancia. Córdoba se rinde al toreo luminoso y dinámico de "Joselito". Desde su club, santuario del toreo en la ciudad, "Guerrita" muestra su predilección por José ante la quietud de su rival Belmonte. La opinión del Califa se deja notar en la ciudad que rápidamente es conquistada por el "gallismo".

Tras su alternativa en 1912, José se presenta como matador en 1913. Son dos actuaciones en la feria de mayo. El día 26, vestido de grosella y oro, en mano a mano con "Machaquito" ante toros de Murube. El día siguiente actúa también en compañía de "Machaquito" y con "Manolete", padre, y Paco Madrid, estoqueando reses lusitanas de Palha.

Tres tardes se acartela en la feria cordobesa de 1914. La primera de las tardes, el día 25, estoquea toros de Contreras mano a mano con su hermano Rafael. La siguiente jornada es de nuevo el Divino Calvo, en compañía de Rodolfo Gaona, quienes le acompañan para matar un encierro de Miura. Cierra sus actuaciones en la capital el día 27 de nuevo con "El Gallo" y con Gaona, esta vez con Juan Belmonte, estoqueando toros de Miura. Ese mismo año de 1914, torea en la plaza de toros de Cabra junto a Manolete (padre) y Curro Posada con toros del marqués de Guadalest, el día 15 de septiembre.

Ausente en Los Tejares durante 1915, vuelve un año después para anunciarse en las tres corridas de la feria. La primera el día 25 de mayo, mano a mano con Belmonte ante toros de Saltillo. El día siguiente, y ante toros de Miura, le acompañan "Manolete" (padre) y Juan Belmonte. Cierra su periplo cordobés el día 27, ante toros de Pérez de la Concha, acompañado en el cartel por Manuel Martín Vázquez, que sustituyo a "Manolete" herido el día anterior, Juan Belmonte y "Larita".

Vuelve a copar los carteles de feria de 1917. Tres tardes se anuncia de nuevo. La primera, el día 25 de mayo, se enfrenta a toros de Contreras, mano a mano con Juan Belmonte. El día 26, los toros lucen el pial de Miura, y Joselito es acompañado por Juan Belmonte y "Saleri". Cierra el día 27, los toros son de Pérez de la Concha y esta vez es acompañado por "Manolete", que resultó herido, Juan Belmonte y "Saleri". Vuelve "Joselito" a actuar en Cabra, el día 8 de septiembre, estoqueando toros de Gamero Civico, haciéndose acompañar por "Bienvenida" y Juan Belmonte.

No cierra su contratación en 1918. En la temporada siguiente no puede actuar pues es herido en Madrid, el día 1 de mayo en Madrid, por el toro "Vizcaino" de la vacada de Benjumea. Su última actuación vestido de luces en Córdoba, tiene lugar el día 24 de junio, en la desaparecida plaza de Puente Genil, donde estoqueó toros de Benjumea, acompañado por "Limeño" y su cuñado Sánchez Mejías, quien tiene una brillantísima actuación.

Es el 1920 cuando "Joselito" muere en Talavera de la Reina. Ese año "Gallito" estaba contratado para las corridas de la feria cordobesa, pero "Bailaor" impide su presencia. Pero "Gallito" si toreó en Los Tejares la temporada de su muerte.
El Diario de Córdoba en su edición del día 11 de abril, informa de que la marquesa del Mérito y Valparaiso ha organizado un festival benéfico para el día 16 del mismo mes, en el que "Joselito" se había comprometido a actuar en compañía de Sánchez Mejías, y posiblemente Juan Belmonte o en su defecto, Manuel Jiménez "Chicuelo".


El festival tiene lugar el viernes día 16, el comercio cierra sus puertas por la tarde para colaborar a que el público acuda a la plaza. A hora de comienzo del festejo Los Tejares registran un lleno en sus tendidos. Preside el alcalde don Francisco Fernández de Mesa, quien es asesorado técnicamente por el gran Rafael Guerra "Guerrita".  Parten plaza José Gómez "Joselito" y Sánchez Mejías, quien mano a mano, lidiarían un encierro de novillos enviados por el marqués de Villamarta. Los lidiadores hacen pasar una buena tarde a los asistentes, brillando en diversos pasajes de la lidia de los novillos, resultando un festival que cubrió su objetivo benéfico y que a la postre entró en la historia por ser la última actuación de José Gómez "Joselito" en el añorado coso de Los Tejares.

5/15/2016

EL TORO: UN TÓTEM Y SUS POBRES ENEMIGOS


LOS que gustan de las fiestas de toros están sufriendo una persecución tan falaz como agresiva. Tanto que comienza a rayar en lo delictivo, si nos amparamos en las leyes que rigen un estado de derecho como el nuestro. Coacciones, amenazas, insultos y agresiones verbales... Mucho me temo que las físicas no tardarán en llegar, pues injurian y calumnian a todos aquellos que solo tratan de asistir, y poner en valor, un espectáculo totalmente legal y que aporta a las arcas del Estado pingües beneficios, sin recibir prácticamente nada a cambio. Un mundo, el de los toros, que mantiene numerosos puestos de trabajo, algunos en serio peligro, y que salvaguarda una biodiversidad única en la dehesa mediterránea, así como un animal único en el planeta.

Puede sonar a demagogia, pero la realidad no es otra. El mundo del toro conserva muchos valores desconocidos para los que no lo viven de cerca. Ese desconocimiento y unos conceptos de la vida artificiales subvencionados por capitales ajenos, y por lo tanto ignorantes de nuestra cultura, han dado fuerza a estos movimientos antitaurinos o abolicionistas que anteponen los animales ante sus semejantes. 

El amante, o aficionado, al mundo de los toros está viendo como sus derechos son vulnerados de forma flagrante por aquellos, que amparados en la defensa de los de los animales, están mostrando una actitud ayuna de respeto y que cada vez se aleja de los valores de tolerancia y libre pensamiento que deben de pervivir en la sociedad moderna que presumiblemente vivimos.

Es triste que en un Estado que se dice democrático se vulneren los derechos fundamentales de algunos ciudadanos. Y todo porque a otros, los que vulneran tales derechos, no les guste algo que defienden y place a los primeros. Y no les gusta por desconocimiento, porque no saben, ni comprenden algo que forma parte de la cultura de un pueblo, que debe de conservar sus costumbres más ancestrales, que no arcaicas, porque el vinculo entre el hombre y el toro aún permanece vivo, sin sufrir el desgaste del tiempo, sino el de mentes totalitarias que solo buscan cercenar de raíz uno de los últimos ritos vivos de nuestra cultura.

Vivimos una sociedad aséptica donde la muerte es ignorada. Algo tan real y crudo ha sido marginado y apartado hacía un lado, como si no existiera. En el toreo la muerte está ahí. Presente y con toda su crudeza. Algo que choca en la sociedad actual, que vela a sus muertos en fríos tanatorios y consume carne empaquetada, tan sutilmente, que no parece que perteneciera algún día a un ser vivo.

El toro de lidia no es un animal. El toro es un ser mitológico. Un tótem en nuestra cultura primigenia que roza la divinidad. Desde los rebaños de Gerión, primer ganadero conocido, hasta Minos, pasando por Zeus convertido en toro ensabanao para secuestrar a la misma Europa. El toro es totémico y su único derecho y deber, porque quien tiene derechos deber forzosamente que tener deberes, es su lucha a muerte contra la razón del hombre en una cruenta batalla de sangre y épica donde la balanza puede inclinar su fiel hacía un sitio o para otro. La muerte está presente en el toreo, ahí radica su grandeza, es el único rito donde el hombre pone en liza su vida conocedor de que puede perderla en un combate desigual a todas luces. 



El enemigo real del toro no son los taurinos, no. Tampoco lo son los toreros, ni los aficionados a los que gusta presenciar los avatares de la lidia. Los auténticos enemigos del toro son otros. Son aquellos animales, que se dicen racionales, que no saben ver la divinidad del toro ibérico, al que confunden con aquél Ferdinando que inmortalizara Walt Disney, el humanizador de los animales, tan alejado de la realidad y de la divinidad.

5/08/2016

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE MEJOR


La feria cordobesa cuenta por fin con carteles taurinos y llama la atención su pobreza: el plato ofrecido está ya más que saboreado y no se esperan grandes entradas de público.
Córdoba estrenó un nuevo mes de mayo. El mes festivo por antonomasia. La ciudad se muestra radiante y bella. Sus calles son un espectáculo visual para nativos y foráneos. Una ciudad que comienza el mes con las Cruces y termina con la feria de la Salud en una explosión de luz y color. La ciudad está de fiesta, incluso a pesar de las adversidades meteorológicas, y las gentes han tomado sus calles. 
La fiesta siempre está aparejada a los toros. La feria de la Salud de Córdoba cuenta, por fin, con carteles taurinos. Presentados recientemente, ha llamado la atención la pobreza de los mismos, cuando los gestores de la plaza aseguraron en su día que venían a reflotarla. Se apostó fuerte a caballo ganador, pero al final las cosas no salieron como se esperaba. El salvador de la fiesta declinó aparecer por los Califas. Un torero que se está presentando como un revulsivo, pero que visto lo visto, y para no ser menos que los demás, solo mira por sus intereses económicos. Hay que ceder ante él, a sus pretensiones y a sus caprichos, que no son pocos. Pudo ser la tabla de salvación para la FIT en 2016 en Córdoba. Finalmente su ausencia está haciendo que se justifique la triste realidad que esta pasando Córdoba, que no es otra que la desidia y la dejadez. José Tomás solo hubiese sido una gruesa capa de maquillaje para el toreo en Córdoba. Una vez pasase la feria, todo continuaría igual. Aquí no hacen falta mesías, solo trabajo y un poco de dedicación.

En esta época donde el marketing es vital, no se ven carteles pegados con engrudo como antaño. Tampoco un furgón con megafonía anunciando los carteles al compás de pasodobles. Se echan en falta por las tabernas programas de mano y facilidades de los gerentes de la plaza para con la afición. Todo se deja a su suerte. Un poco de actividad en redes sociales anunciando precios y horario de taquillas parece bastar. Pero, claro, aquí nadie dice esta boca es mía. La afición calla. Se echa en falta un comunicado de las peñas y asociaciones, de los abonados, de aficionados anónimos que pasan por taquilla y de todos aquellos cordobeses que ven en la fiesta de los toros un patrimonio inmaterial de la ciudad. Ahora si callamos nuestro silencio se convierte en cómplice de nuestros males. Será cada vez más complicado exigir en consonancia a nuestra verdadera categoría. 

Córdoba siempre tuvo su peso en el mundo del toreo. Incluso en épocas donde el trono califal estuvo vacante, Córdoba contó con carteles de auténtica categoría, la que tiene y la que debe tener. No es necesario organizar en feria una semana ininterrumpida de festejos taurinos. Eso, visto lo visto, no es la solución. Solo organizar festejos rematados. Eso bastaría y sería suficiente para Córdoba. 

Hace un siglo, en 1916, en la feria de la Salud de Córdoba se programaron tres festejos mayores. Tres carteles redondos para la época. El día 25, ante toros de Saltillo actuaron mano a mano nada más y nada menos que Joselito y Belmonte. La prensa local de la época fue crítica con los colosos. Es más, denunció que el público se quejó de las crónicas partidistas que habían hecho los corresponsales de la prensa de Sevilla y Madrid, defendiendo su imparcialidad a la hora de informar. El día 26, ante toros de Miura, volvieron a actuar Joselito y Belmonte, esta vez en terna y acompañados por Manolete padre, quien fue cogido y no pudo actuar en la última corrida, celebrada el día 27, siendo sustituido por Martín Vázquez II, en un festejo de ocho toros del hierro de Pérez de la Concha, de nuevo con los espadas del momento, Joselito y Belmonte, y Matías LaraLarita. En esta última tarde, en la que los ánimos continuaban encrespados con la prensa de Sevilla y Madrid, se vio al gran Joselito, quien cuajó una tarde redonda sobre el albero del recordado coso de Los Tejares. Ni que decir tiene que los tendidos registraron tres grandes entradas de público, que disfrutó de lo lindo con el juego de los toros y las faenas de los toreros.

Hoy, 100 años después, se darán solo dos festejos mayores. No habrá pleitos con la prensa especializada nacional, ocupada con ese invento de Livinio Stuyck llamado San Isidro. Los toros de Saltillo estarán pastando en La Vega de Palma del Río esperando su destino en otras plazas, igual que los de Miura en las praderas de Zahariche. Lo más triste es que de seguro Los Califas no tendrán grandes entradas de público. El color rojo almagra de los asientos será tonalidad predominante. El plato ofrecido está ya más que saboreado por los comensales. Y para mayor colmo de males, la pelota en Milán también hará estragos. A perro flaco todo se vuelven pulgas.




5/02/2016

HERRADERO A LA ANTIGUA USANZA EN CASA DE JUSTO BARBA

Hierro de la ganadería en la palomilla
La ganadería de bravo mantiene vivas muchas tradiciones. A pesar de la evolución de los tiempos, hay criadores que intentan mantener costumbres clásicas y añejas, que no viejas, en las labores de las faenas camperas. Cierto es que a día de hoy, muchas de estas faenas han evolucionado y cuesta mucho menos trabajo su realización, pero carecen del sabor de antaño.
El animal es enlazado...
Una faena en el campo bravo muy arraigada es el herradero. En ella los animales de la vacada adquieren personalidad propia dentro de la misma. Dejan de ser el hijo de tal vaca y tal semental para ser nombrados y herrados con el pial de la ganadería a la que pertenecen. Un ceremonial que es todo un ritual y toda una  celebración dentro de la vacada el día en que se lleva a cabo.
....derribado...
Hay ganaderos que gusta de conservar estas tradiciones tal y como fueron en tiempos pasados. Prescinden de las comodidades que traen los tiempos y prefieren hacer las cosas como siempre fueron hechas. Con tiempo, paciencia y gusto por lo clásico.
...e inmovilizado.
El pasado sábado el ganadero cordobés Justo Barba decidió herrar la camada del 5, como en tiempos pasados. A mano. Los becerros eran enlazados por sus incipientes cuernas para ser derribados e inmovilizados por la cuadrilla de turno. Una vez en el suelo, y bajo la atenta mirada del veterinario de la Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia quien levanto acta de la faena, se fueron colocando a fuego los distintos hierros que son obligados en una explotación de este tipo. 
El ganadero coloca su marca.
Poco a poco todos los becerros herrones fueron alcanzando su propia identidad en la ganadería. Dentro de dos años las hembras serán probadas para ver su bravura para perpetuar la casta. Los machos deberán de esperar más para ver si la casta vazqueña-veragueña se perpetua en la sierra cordobesa y por ende en la cabaña brava de nuestra ciudad.
Los animales ya tienen identidad propia.
Tras la faena vino la comida, donde se comentaron los porrazos, volteretas y anecdotario del día entre risas de todos los asistentes, degustando vino de la tierra y saboreando un rico guiso de carne elaborado por la ganadera consorte.

5/01/2016

¿DÓNDE VAS TRISTE DE TI?


La excusa es que nadie acude a los toros, cuando la realidad es que la afición cordobesa está harta de que año tras año siempre se le ofrezca el mismo producto, que no funciona.

El rumor, se dice y afirma, es la antesala de la noticia. Se venía hablando, tras afirmarse por activa y pasiva, que finalmente José Tomas no actuará en Córdoba. La ausencia del llamado mito de Galapagar ha dejado al desnudo la incapacidad de la empresa que rige el Coso de Los Califas. Todo había sido centrado en la comparecencia del torero supramediático, del que algún día quedaran también desnudas sus vergüenzas, y ante su negativa final no quedó tiempo nada más que para la improvisación y a la chapuza. Esto ha sido el motivo de la presentación de unos carteles de feria que no se corresponden ni a una plaza de primera categoría, ni al peso y tradición de Córdoba en la historia del toreo.

Una feria pobre, sin ideas, acorde con el sistema imperante que maneja el mundo de los toros, y lo que es peor, un ciclo que no motiva ni al aficionado ni al gran público a desplazarse los días feriados al Coso de Ciudad Jardín, que de seguir este camino en barrena quedará como marco para conciertos, cabarets, cine de verano y otras celebraciones varias, alejadas todas ellas del fin para el que fue construido hace más de medio siglo, que no es otro que la celebración de festejos taurinos. 

La feria de mayo cordobesa siempre fue, hasta la década de los ochenta, un ciclo sustentado en tres corridas de toros, lo más, más alguna novillada con picadores, festejo de rejones y los hoy desaparecidos espectáculos cómico-taurino-musical. Durante el resto de la temporada se celebraban más festejos, como corridas en septiembre, en la desaparecida feria, y las tradicionales novilladas sin picadores o becerradas nocturnas. Luego empresas foráneas centraron en la semana de feria los espectáculos que antaño se celebraban durante toda la temporada, y de ahí viene en gran problema que posiblemente ha dado la puntilla, nunca mejor dicho, a una plaza como la de Córdoba.

Está claro que Córdoba no puede mantener una feria de mayo con diez espectáculos, pero tampoco es de recibo que se celebren los mismos festejos, o menos, que en plazas de inferior categoría y tradición como lo que se viene programando en los tres últimos años. Como tampoco es lógico que se inicie con una novillada sin picadores, vendida como oportunidad para toreros de la tierra, cuando alguno de los actuantes lleve años apuntando sin haber disparado todavía. Precisamente el único que apuntó, disparó y acertó durante los dos últimos años, abriendo la Puerta Califal, este año se va a quedar sentado en su casa, caso de Javier Moreno 'Lagartijo', y todo porque la empresa argumenta que las perdidas el año pasado en la novillada picada fueron cuantiosas y este año es inviable su inclusión en el abono, si a esto se le puede llamar abono de feria.

Los festejos mayores tienen todos los pecados del momento actual de la fiesta. Este año con la actuación de Finito como único espada, solo cuatro matadores de toros actuaran en Los Califas. Para colmo dos de ellos son apoderados por la empresa. Figuras del toreo, sí, pero con años de alternativa suficientes para haber sido vistos en varias ocasiones en Los Califas, sin que en la mayoría de las veces, salvo Morante, hayan escrito páginas históricas en el albero califal. ¿Dónde están los llamados toreros emergentes? ¿Dónde están los Roca Rey, José Garrido, López Simón, Manuel Escribano y si me apuran hasta Ginés Marín? ¿Está la afición cordobesa condenada a no ver la regeneración del escalafón? 

La encerrona de Finito de Córdoba para conmemorar sus bodas de plata como matador de toros es un gesto que honra a su protagonista. ¿Pero es el momento? En las tres ocasiones anteriores, cuando estaba en todas las ferias y gozaba del beneplácito de la afición, fue incapaz de llenar Los Califas. Veinticinco años después del doctorado y sin estar en el circuito de grandes ciclos y carteles, el conseguir una buena entrada se antoja utópico, por lo que a no ser que se consiga un notable éxito artístico, esta encerrona puede ser un punto de inflexión en su larga carrera para bien o para mal.

Y de ganaderías mejor no hablar. Todas las reses a lidiar, salvo las del festejo de rejones, provienen del mismo origen común de la rama Parladé-Domecq. Toros que tendrán similar comportamiento y a saber que presentación traerán los escogidos por los veedores de las figuras, que posiblemente acarreen mañanas de movimiento de corrales y alguna disputa entre autoridad, mentores de toreros y empresa. 

La excusa es que nadie acude a los toros, cuando en realidad es que la afición cordobesa está harta de que año tras año siempre se le ofrezca el mismo producto, que, visto lo visto, no funciona en absoluto. Córdoba no necesita millones venidos del otro lado del océano, ni tampoco empresas con denominaciones ostentosas y rimbombantes. Los Califas lo que necesita es trabajo, cercanía con el público, ya sea aficionado o no, y mucha dedicación. La Córdoba taurina necesita imaginación, innovación y mostrar unos espectáculos alejados de lo que ha causado este hartazgo y ha llevado a que la clientela se haya alejado de los tendidos. Este modelo no es válido por ahora. El futuro se ve cada vez más negro para una ciudad que lo fue todo en el toreo y a la que ahora habría que preguntar: "¿Dónde vas triste de ti?".