Terminó la temporada en España, pero las manecillas del reloj taurino, siguen girando en torno a la esfera del planeta toro. América esta expectante, Lima, Quito, San Cristobal, Bogotá y México están ansiosas en recibir sobre sus arenas el mas puro sentido de la liturgia taurina. No ha mucho, los espadas españoles acudian ha hacer sus particulares "americas", el toro era chico y el dinero grande. Hoy, el dinero es menor y aunque el toro sigue siendo chico, son menos los llamados ha hacer temporada americana, pero sin lugar a dudas el corazón taurino de América, sigue latiendo fuerte.
Recibo de mis amigos portugueses la revista Ruedo Ibérico. Incomiable el trabajo por la difusión de la fiesta más arraigada en la peninsula, que aunque en dos versiones distintas pero que a su vez comparten la mayoría del sentido antrópologico de la fiesta de toros. La razón contra la fuerza bruta.
También en Francia existe pasión por esta fiesta. Ya casí nos están tomando la delantera en muchos sentidos organizativos. No hay que tener complejo, tomemos lo válido que los galos aportan a las corridas de toros, por que la fiesta, ya, es mas que universal.
Esto no esta muerto; Córdoba es un pueblo que duerme (Pio Baroja)
De acuerdo totalmente. Lo de Francia es un ejemplo, parece que lo de tener una primera figura del toreo les ha hecho venirse arriba. Ahora nos toca a nosotros seguir defendiendo lo que es nuestro con todos los argumentos, incluídos estos. Por cierto, ahora llegan los chinos también, y esos nos ganan en número por goleada, supondría la supervivencia de la Fiesta sí o sí.
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo.