La plaza de toros de Córdoba atraviesa uno de los periodos más críticos de su historia. Atrás quedarón los años de bonanza "cordobesista", los llenos de los ochenta con Victorino y los hermanos Campuzano o los apasionados mano a mano de "Finito" y "Chiquilin" en los noventa. Ahora es el cemento el principal protagonismo, a causa de la mala gestión de las últimas empresas que no han sabido cuidar y mantener a la clientela, interesandose solo por la máxima de nuestros tiempos que no es otra que "llevarselo calentito". Esto, Los Califas, tiene mal color, de seguro que esta campaña Taurotoro no va a enmendar los errores de los últimos años. Mucho me temo que volvera a ser una temporada oscura.
La noticia ha saltado en Vitoria, otra plaza que regentaba Taurotoro, sus propietarios se han decidido por el modelo de Santander y se han decantado por la autogestión ¿a que esta esperando la Sociedad Propietaria de Los Califas? Cuando termine el año de prorroga a Taurotoro es el momento. Luchen por lo que es suyo y defiendanlo, por que s i sigue en manos de los mercaderes, pronto verán morir a su gallina de los huevos de oro, si no es que esta muerta ya.
Esto no esta muerto; Córdoba es un pueblo que duerme (Pio Baroja)
Se podían dar una vueltecita por Santander cuando llegue Santiago y que alguien les explique cómo estaban las cosas cuando se optó por el actual sistema y comprueben cómo está ahora. Ojalá en Córdoba anden listos y aprovechen la oportunidad, luego puede ser tarde.
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