Después de la patética corrida que envió a Córdoba el pasado año, Juan Pedro, el ganadero artista, dice en la revista especializada que se edita en el Levante español, que para la presente campaña tiene preparadas varias corridas para plazas de primera y entre ellas, tiene la osadía de citar la de Córdoba. Bien esta que quiera enmendar el pecado que cometió en la última feria de Mayo, pero creo que todo pecado tiene una penitencia y la suya debe de ser estar, no uno, si no varios años, fuera de los carteles del coso de los Califas.
La empresa antes de comprarle a Juan Pedro una corrida, debe de recordar el bochornoso espectáculo ofrecido en 2006, donde a todos los toros, les faltó tanto continente como contenido, deparando un pobre y lamentable espectáculo, faltándole así el respeto a la sufrida afición cordobesa que mucho me temo, este año va a volver a sufrir un quinario en Mayo, en parte merecido por que hasta ahora nadie a dicho ni "mú" sobre la vuelta de Juan Pedro a Córdoba.
Así nos luce el pelo.
!AMBOS VOLVERÁN!
ResponderEliminarYa hablamos de esto en su día e incluso yo he llegado a apostar por su vuelta el día de la alternativa de Julio Benítez con su padre y Ortega Cano en el cartel. De todas formas el otro que debería quedarse fuera si la empresa tuviera lo que hay que tener es el señor Ponce que habrá que suponer que también tendrá algo que ver.
ResponderEliminarPor cierto, algunos que no hablen mucho que tendrán que sufrirlo en directo y después contarlo, que el señor los coja confesados, jajajajaja
El reponsable principal es la empresa que compró ese ganado, contrató a ese torero y vendió las entradas para ese espectáculo fraudulento.
ResponderEliminarLa administración fué un colaborador necesario.
Este año, además, parce que reinciden.
Enhorabuena por la bitácora
Volveran con el beneplacito de todos, empresa, toreros, público y lo que es peor, autoridad. Parece mentira que el año pasado se iniciase una investigación para esclarecer lo ocurrido en el chiquero y hasta ahora no se sabe nada, solo me he podido enterar oficiosamente que las culpas pueden recaer en el ganadero por no haber custodiado al toro como se debia, pero de inhabilitarle nada de nada, pagara en todo caso una multa, que será recurrida posteriormente por Moeckel y que a la larga no se pagará. Que pena de Córdoba y que pena de fiesta, no hay nada mas que golfos.
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