4/24/2007

REFLEXIONES DE CARA A LA FERIA

Tras la presentación de los carteles de la próxima Feria de Mayo, aprobados por la mayoría, se habla de si sobra o de si falta algún torero, pero nadie ha abierto la boca reclamando hierros distintos a los anunciados, casi todo Domecq. Y es que no está de más que de vez en cuando aparezca una corrida de un hierro que sea del gusto de los amantes del toro. Guardiola, Victorino o Adolfo, Miura, Prieto de la Cal o los Palha siempre son plato apetecible en una plaza como la nuestra, de primera categoría, donde el toro íntegro debe ser la clave. En ausencia de hierros de marcado toque torista, lo que no se debe de pasar por alto es la presentación del ganado a lidiar. El toro que salga por la puerta de toriles en la feria no debe diferir del lidiado en la corrida de la Cruz Blanca. Toros armónicos, bien hechos, musculados, en el tipo de su encaste y, sobre todo, limpios de defensas. Si además embisten, mejor. Porque el toro en su tipo tiene más posibilidades de dar juego.
Pero el público también debe auto exigirse si queremos que Córdoba vuelva a ser referente en el calendario taurino. No todo debe de quedar en manos de las empresas y los profesionales. El público es el juez y por ello debe actuar como tal. Los espectadores tienen, como consumidores, sus derechos y con ello, también sus obligaciones. Éstas no son otras que velar por una fiesta íntegra, sin dejarse llevar por un triunfalismo que, a la postre, lo único que hace es perjudicar la categoría de la plaza. En Los Califas, se cortan muchas orejas fáciles. Trofeos la mayoría de las veces baratos, tan baratos que también son responsables de la falta de identidad por la que atraviesa el taurinismo cordobés en estas fechas. No se pueden pedir trofeos por la aparente voluntad del lidiador. Hay que tener muy en cuenta lo que ocurre en el ruedo y medir con un rasero similar a todos los actuantes y todas las tardes.
Se debe de comprender la liturgia de la lidia en sus tres tercios. El público es el principal responsable de que ésta sea total. Se debe exigir a los actuantes que coloquen el toro en suerte, para así ver su comportamiento en el tercio de varas, si esto se consigue, éste ya no será un trámite, recuperan-do una de las partes de la lidia. Y no se puede obviar que el palco defiende los intereses del espectador, no es un enemigo del mismo. Si se tarda en sacar el pañuelo para otorgar un trofeo, es por el bien y prestigio del coso, no por un capricho personal. Si todos nos lo proponemos, Córdoba saldrá de la mediocridad, porque si las cosas siguen como hasta ahora, por muy bue-nos carteles que se programen, seguiremos siendo los discretos de siempre.

4 comentarios:

  1. Salvador esto queda muy bien pero luego ya sabes lo que te vas a tener que tragar y si no tiempo al tiempo, tan solo nos queda un mes para comprobarlo.

    Un favor si puedes, a las 7 o a las 7:30? Lo digo para plantearme ir alguna tarde o ni eso.

    Un saludo

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  2. Completamente de acuerdo Salvador sobre las ganaderías y los comportamientos del aficionado. Pero qué vas a pedir a una ciudad que llena la plaza dos veces al año o a lo sumo tres. La gente suele ir a la plaza ante el ruido. Espero que esta feria que me tengo que perder responda a lo que comentas.

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  3. Pues intentaremos el martes y el miércoles, a ver si el jefe está por la labor y el tráfico no me lo pone muy difícil.

    Por cierto, por algún sitio se puede saber el precio de las entradas?

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