Ya se vislumbra en el horizonte el final de la temporada en los predios cordobeses. Pozoblanco dentro de una semana prácticamente y Montoro, una feria ‘in crescendo’, a principio de octubre. Punto y final para una temporada en Córdoba que ha tenido mucho de gris y poco, muy poco, para recordar. En el recuerdo poca cosa. Un magno recital al natural del Fino en la feria de Mayo, una rotunda faena del desterrado e incomprendido José Luis Moreno en Cabra y pare usted de contar. Lo demás nada de nada y una pregunta que me hago muy a menudo ¿Por qué tan pocas cosas quedan en el recuerdo? Después de muchas reflexiones y vueltas a la cabeza, la respuesta es sencilla. Por que falla el bastión principal de la fiesta. EL TORO. El toro no esta presente en el ruedo y lo que en él ocurre, carece de importancia y emoción. Es vital la vuelta de un toro integro en los ruedos. El toro disminuido y desmochado al que los taurinos y toreros llaman el medio toro no sirve. Bueno, a ellos sí, les permite matar 80 corridas de toros sin sudar la taleguilla, lo que supone dinero para todos. Y la autoridad no hace nada para hacer que se cumpla el reglamento. Si se enviasen todos los pitones sospechosos de manipulación a los laboratorios, de seguro que aumentaría la demanda de trabajo en los mismos. Los resultados serían de escándalo, pero la autoridad hace la vista gorda. El precintado de los pitones y su posterior envió al laboratorio, suponen un doble trabajo y además se pierden minutos de disfrute en la feria de turno. Ahora, el espectador tampoco protesta y eso es peor. El primero que tiene que demandar una fiesta acorde a lo que se paga, es el espectador y este lo unico que le preocupa es rentabilizar lo que ha abonado por su localidad. ¿Y como lo rentabiliza? Pegando voces, gritando olé a destiempo y pidiendo orejas a diestro y siniestro. Así nos luce el pelo, vamos de mal en peor. MIentras tanto los taurinos tienen la sarten por el mango, si autoridad ni público muestran su indiferencia, ellos seguiran campando a sus anchas.
FOTOS: Lo que debe de ser y lo que se debe de denunciar.
Estoy de acuerdo contigo Salvador. Tanto en tu opinión sobre el medio toro como en tu escepticismo sobre la solución del problema.
ResponderEliminarRespecto a la memoria de la temporada, quedémonos también con la tarde del Fino en Lucena, el día de su reaparición, y quedémonos con la ilusión, la esperanza y el sueño de una tarde de inspiración en Pozoblanco o Montoro. Ojalá sea así.