Hace ya algunos años le tocó a los “saltillos” de la familia Moreno de la Cova. En un obligado saneamiento apareció un incomodo problema sanitario que costó el sacrificio de un montón de vientres e incluso la desaparición de uno de las ganaderías, en concreto la de Javier Moreno de la Cova. Después la vacada que poseían los hermanos Peralta en Francia, Viento Verde, tuvo que ser sacrificada en su totalidad. También los “moleros” de Valladolid, cruce singular entre “vazqueños” y “saltillos” también se vio extinguido por un positivo en un rutinario control sanitario. Ahora le ha tocado el turno a los “gallardos” de Partido de Resina. La brucelosis ha hecho que las vacas madres se hayan reducido hasta la treintena. Menos mal que las últimas camadas de eralas se salvaron de la quema y de ellas se volverá a sacar reproductoras, salvaguardando por ahora una encaste único e irrepetible.
El problema es muy grave. Hasta ahora y con mucha suerte se van salvando los muebles. Pero ¿que ocurriría si alguna ganadería poseedora de un encaste único tuviese que se sacrificada en su totalidad? ¿Se imaginan que Miura, Prieto de la Cal o el mismo Pablo Romero, tuviesen algún día un problema sanitario de este nivel? Sería una gran tragedia, se perderían encastes únicos y la rica variedad de la cabaña brava se empobrecería notablemente.
Los organismos públicos no deben de mirar para otro lado. Aunque los animales pertenezcan a una propiedad privada, estos encastes minoritarios forman parte del patrimonio ganadero del país y a su vez una especie única, autóctona e irrepetible. Se debe de subvencionar a estas ganaderías para la creación de bancos de embriones y semen, para salvaguardar lo que a todos nos pertenece, luego en caso de producirse algún incidente que acabara con algunas de estas castas, alguna considerada fundacional, quejarse sería demasiado tarde.
Los programas conservacionistas del lince o del lobo están dando su fruto, ¿acaso el toro es menos ibérico que estas dos especies?
Me parece muy bien lo que apuntas sobre el tema sanitario de los saneamientos y de las tragicas consecuencias que traen en muchos casos.
ResponderEliminarRespecto a que las instituciones se debian involucrar con los encastes singulares, de acuerdo, ahora yo creo que tambien deberia de apoyar a todos los ganaderos de lidia que tuviesen este problema, ya que este ganado tiene una seleccion con criterios unicos y personales por parte del ganadero, y cuando se da un caso de estos se va al traste el trabajo de muchos años cuando no el de una vida entera y sin capacidad de recuperar el potencial genetico que tenia en sus manos.
En el caso de Pablo Romero la recuperacion se antoja cuanto menos larga en el tiempo, ya que con treinta vacas de vientre, hasta llegar al numero de vacas que tuvieran anteriormente que me imagino que no seria inferior a 100, ya que aunque haya salvado como dices la camada de eralas, las tiene que tentar y de ellas tendra que desechar un buen numero de ellas, con lo que el numero de vacas aumentará muy lentamente, ademas con el riesgo que corre el dejar descendencia de vacas que te hayan dado positivo en el saneamiento, ya que en cualquier momento te puede volver a saltar.