3/29/2008
A PESAR DE TODO, ACUDAMOS A LA PLAZA
Tenemos a la vuelta de la esquina el cartel de la corrida benéfica de la Cruz Blanca. Un cartel con marcado carácter local. En él tres toreros cordobeses que o hace tiempo que no han pisado el albero de Los Califas o bien aún no han tenido siquiera el gusto de pisarlo. Rey Vera y Sergio Sanz, tuvieron el honor de doctorarse en tauromaquia en Córdoba. Desde sus alternativas no han vuelto por su tierra. Los dos con suerte parecida. Antonio Rey Vera ha toreado más, bien es verdad que lleva mas tiempo en el escalafón. Sergio Sanz, lo ha hecho poco, muy poco por no decir nada. Tres corridas en su haber. Curro Jiménez, que se exilió a Jaén, arranca este año con algún contrato a parte de este cerrado. Su cordial relación con El Fandi al menos le va a abrir alguna puerta. En Alcudia de Guadix, Curro alternará con Finito de Córdoba y el torero de Granada que se las verán con una corrida de Julio de la Puerta que tan buen resultado dio el pasado año.
La empresa que regenta Los Califas se justifica con este cartel. Oportunidad a los toreros cordobeses. Si el público no acude, lo más lógico, la empresa argumentará que Córdoba da la espalda a sus toreros y que no son interesantes para la sufrida afición cordobesa. Los que no han tenido la oportunidad de entrar en el cartel, verán entonces sus puertas cerradas.
Por eso Córdoba debe de acudir al coso, para que la empresa no diga nunca que la afición da la espalda a sus toreros, además de que con su dinero estarán colaborando con la Cruz Blanca que presta un servicio de lujo a los mas desamparados. Un nuevo pabellón en el antiguo Hospital Militar tiene al hermano Manolo haciendo más números que hiciera Pitagoras, las cuentas por si solo no le salen. El hermano Manolo está necesitando la ayuda de todos.
Dos motivos, dos razones. Todos a la plaza.
3/02/2008
FESTIVAL BENEFICO EN BELMEZ, JOSE LUIS MORENO GOLPEA DE NUEVO
Ganaderia: Siete novillos-toros de ‘Jaralta’, desiguales de presentación y juego. Destacó por su comportamiento el lidiado en tercer lugar.
Espadas: PEDRO GUTIERREZ MOYA ‘EL NIÑO DE LA CAPEA”. Pinchazo y estocada (oreja)
PEPIN LIRIA. Metisaca y descabello (oreja)
VICTOR PUERTO. Estocada (dos orejas)
JOSE LUIS MORENO. Pinchazo y estocada (dos orejas)
PEDRO GUTIERREZ LORENZO ‘EL CAPEA’. Estocada (dos orejas)
JULIO BENITEZ ‘EL CORDOBES HIJO’. Dos pinchazos y estocada (oreja)
DANIEL CUEVAS. Menos de media y estocada baja (oreja)
Incidencias. Plaza de toros de Belmez. Festival a beneficio de la Asociación de Minusválidos y Discapacitados del Alto Guadiato “Amagua”. Media entrada en tarde de temperatura primaveral. Al inicio del festejo se hizo entrega a cada uno de los actuantes de un obsequio. Reseñar el mal estado del piso que fue objeto de las quejas de los profesionales actuantes.
Un año más los engranajes de la temporada taurina han comenzado a moverse. La actividad vuelve a las plazas de toros de la geografía española y nuestra provincia no iba a ser menos. Ayer tarde se celebró en el centenario coso belmezano un festival benéfico que aunaba en su cartel el pasado, el presente y el futuro de la fiesta. Cartel interesante y con un atractivo que no se vio reflejado en los tendidos, pues el público en general, no respondió lo esperado ante tan noble causa, que no era otra que recaudar fondos para la Asociación de Minusválidos y Discapacitados del Alto Guadiato (Amagua).
Abrió plaza ‘El Niño de la Capea’ que tuvo en su contra un novillo falto de fuerza y que durante su lidia nunca terminó de definirse. El maestro salmantino se mostró suficiente. Correcto con el capote y resolviendo los problemas que durante el trasteo le presento su oponente. Labor por tanto de maestría y solvencia que tuvo poco eco en un tendido acostumbrado al toreo de hoy, mucho más accesorio y de mucha menos profundidad.
Pepín Liria en esta temporada de su adiós, mostró la cara que le ha servido para ganarse el respeto en su profesión. Entrega y honradez, han sido y son, sus principales virtudes. Entregado toda la tarde se topo con un animal que tuvo poca fuerza y al que fue consintiendo poco a poco, hasta lograr un trasteo que aunque no tuvo rotundidad, si tuvo el beneplácito del público.
Víctor Puerto se encontró con el mejor novillo del encierro. Un animal alegre en sus embestidas, con fijeza y sobre todo con gran clase. Puerto lo recibió con lances valerosos y variados, para a posteriori banderillear de forma correcta. La faena no terminó de arrancar hasta que Puerto se decidió a bajar la mano. Fue entonces cuando surgió el toreo de verdad, sobre todo en algunos naturales largos y templados. Termino con unos ayudados por alto y mató de forma contundente. El doble trofeo fue solicitado y concedido.
Siempre gusta ver a José Luis Moreno. El toreo surge de sus muñecas con una cadencia y frescura realmente asombrosa. El recibo de capote fue preludió para lo que ocurriría después con la tela roja. Faena cimentada en el toreo al natural que tuvo mucha verdad y torería. Los muletazos surgían limpios, rematados hacía atrás y con gran empaque. Por éllo el toreo de Moreno llegó con facilidad tanto al aficionado como al espectador. Lástima que un pinchazo previo a una estocada le privase de los máximos trofeos que seguro hubieran terminado en las manos del de Dos Torres.
Capea hijo anduvo entregado. El novillo que le cupo en suerte nunca terminó de entregarse. Ante él solo había que estar firme. Demasiado probon y arrollando más que embistiendo, este nuevo Capea, solo pudo hilvanar un trasteo en que las ganas fueron su máximo aval. Terminó en terrenos de cercanías intentando calentar a un tendido que le premió con dos orejas.
Julio Benítez tiene que creérselo más. Da sensación de frialdad y eso hace que tarde en conectar con los públicos. Valiente fue su recibo de capote, rodillas en tierra y en el tercio. Su faena de muleta, ante un novillo que nunca terminó de entregarse, tuvo muchos altibajos. Alcanzó sus cotas más altas en las postrimerías del trasteo cuando surgieron algunos naturales con su particular personalidad.
Cerraba cartel el joven novillero aragonés Daniel Cuevas, que ante un novillo mansurrón no alcanzó el lucimiento deseado. Correcto en sus formas capoteras con cierto ‘pellizquito’, no tuvo oportunidad de destacar con la pañosa, aunque resolvió con creces los problemas de terrenos que le planteó su oponente.