3/19/2010
ILMA SRA. Dª MERCEDES PICON AGERO, MARQUESA VDA. DE SEOANE, GENIO Y FIGURA
A través de mi amigo Manuel Gómez, que al contrario que yo fotografía a lo mas granado de la sociedad española, conozco la revista digital "numem revista de excelencia" (http://www.numendigital.com). En ella existe un apartado a la tauromaquia que dirige Christian Colón de Carvajal Fibla, descendiente de los Duques de Veragua y un excelente aficionado a la mas culta de todas las fiestas, los toros. En ese apartado encuentro una interesantísima entrevista a la Ilma. Sra. Doña Mercedes Picón Agero, Marquesa Vda. de Seoane y madre de uno de los ganaderos más íntegros que existen en la actualidad, Tomás Prieto de la Cal. La entrevista no tiene desperdicio, por ello y con el permiso de la web y de su autor, la reproduzco en su integridad para disfrute de los amantes del toro bravo.
En un mundo, como es el del toro, reservado casi exclusivamente a los hombres una de las voces más autorizadas es la de la Ilma. Marquesa Vda. de Seoane. Doña Mercedes Picón y Agero, esposa y madre de ganaderos, representa con dignidad y categoría el papel de quien, en otra época junto a su marido, lo fue todo en el mundo ganadero, ha sabido transmitir a su hijo su fidelidad a unos principios y valores que hacen de la tauromaquia todo un arte en nuestro país.
En 1945 su marido don Tomás prieto de la Cal compra la ganadería de Marcial Lalanda. Habida cuenta de que las pocas ganaderías que aún conservaban puro el encaste Veragua lo iban eliminando paulatinamente de sus sangres, ¿Por qué el encaste Veragua y no otro para conformar la ganadería?
Fue el único encaste que le gustaba.
¿Cómo definiría usted al toro veragüeño?, ¿Qué características a parte de las morfológicas, que son evidentes, hacen a este encaste tan especial y único dentro de la cabaña brava?
Este es un toro bravo, con sus cosas buenas y sus defectos, pero muy definido. Sale a todo gas, rematando en todos los burladeros. Sabe presentarse y, a aunque no pese mucho en la báscula, con su trapío crece en el ruedo. En el tercio de varas suele arrancarse alegre, con el rabo en alto y recarga mucho; lo que haga en los capotes es como va a ser durante el 2º y 3er tercios porque no suele cambiar. Con los ojos dicen como va a ser su comportamiento toda la lidia. Si es noble se ve rápido. De esta casa se salió “Farolero” que fue seis veces al caballo: las dos primeras desde el centro del ruedo y las cuatro restantes desde la puerta de chiqueros.
La emoción de todos los que lo presenciaron fue enorme y se abrazaban emocionados, pero para eso hace falta que sea un “Veragua”…. ¿No cree?
En un primer momento la ganadería pasta en la finca “Los Alburejos” en el término municipal de Medina Sidonia (Cádiz). ¿Por qué se decide trasladar la vacada a tierras onubenses, concretamente a la preciosa finca de “La Ruiza”?
Eran los años 40 y entonces había mucha inseguridad con los “Maquis” en Medina Sidonia y, al comprar “La Ruiza” y “La Lobita”, más alquilar “La Dehesa del Río”, “Tomás marido” hizo el traslado por veredas y cañadas hasta Huelva. Debió ser precioso.…
El excepcional trabajo de su marido al frente de la ganadería no tardó en dar sus frutos. Las figuras de la época no dudaban en pedir los toros de Prieto de la Cal para garantizarse el triunfo. ¿Qué figuras recuerda usted que lidiasen sus toros en las principales ferias de España?
Manolete llegó a anunciarse en un año tres o cuatro veces con los toros de “Tomás marido”; Luís Miguel, Pepe y Domingo Dominguín; Cayetano y Antonio Ordóñez Araujo, cortando hasta 2 patas en una tarde con los “Dominguines”; Jaime Ostos, etc.
Cuénteme alguna anécdota curiosa y poco conocida de alguna de las principales figuras del toreo que pasaron por su casa en aquella época.
La primera vaca que se tentó después de la muerte de “Tomás marido” en La Ruiza, Antonio Bienvenida se la brindó al nuevo ganadero “Tomás hijo”.
¿Recuerda alguna corrida en general o algún toro en particular de los que obligasen a su marido a decir “…me siento orgulloso de ser ganadero”?
“Tomás marido” siempre se sintió muy orgulloso de su ganadería.
Hablando de toros y de figuras del toreo. Es evidente que la figura del torero ha ido variando, en todos los aspectos, a lo largo de la historia, pero quizá el cambio más evidente se ha producido en las últimas décadas del pasado siglo. Antiguamente un torero para llegar a ser figura se veía en la obligación de matar corridas de cualquier ganadería, sin poder rechazar aquellas que eran consideradas más duras o aquellas otras que eran consideradas menos vistosas. Pero desde hace un tiempo a esta parte, las llamadas figuras del toreo, se permiten el lujo de elegir aquellas ganaderías que quieren lidiar y, representados por sus veedores en el campo, escoger los toros que van a matar. ¿Qué piensa usted de esta situación y que diferencia hay entre las figuras del toreo actuales y aquellas que triunfaron en la principales plazas con los toros de su marido?
Los toreros de la época de “Tomás marido” empezaban ya en su preparación por encerrarse en una ganadería y hacer todo el tentadero de vacas de la primera a la última, tentando mañana y tarde (no como ahora unas vacas aquí, otras allá), y el resto del día jugaban al FRONTÓN y no al GOLF, y no paraban de hacer ejercicio. Con lo cual en el desayuno se hablaba de la vaca, el aperitivo con la vaca, durante la comida y sucesivamente la merienda y la cena siempre pensando o soñando con la vaca. Cuando tenían que adelgazar se ponían a régimen. El Litri sólo comía sandia y Luís Miguel sólo caviar, pero era como vivir en familia una temporada.
Luego, durante su temporada, sólo toreaban en las grandes ciudades y ferias más importantes, en América también. En los pueblos toreaban solamente los novilleros que cobraban siempre, nunca pagaban ellos. Se conoce que por eso salían más y mejor preparados, pues el ganado que se enviaba a estos festejos eran novillos, con defectos sí, pero grandes y no miniaturas. De esta manera cuando tomaban la alternativa esos toreros estaban hechos.
La tauromaquia en general ha ido variando con el paso de los siglos y el devenir de algunas ganaderías ha estado muy ligado a estos cambios. Es evidente que a finales del S. XIX y principios del S. XX la lidia experimentó un cambio muy importante. El tercio de muleta fue ganando primacía al tercio de varas. Mucha gente piensa que el toro de Veragua se vacía mucho en el primer tercio, llegando aplomado al tercio de muleta. ¿Qué les diría usted a aquellos que piensan que el toro veragüeño fue perdiendo cartel a medida que el tercio de muleta le fue ganando terreno al de varas?
Efectivamente la tauromaquia es lógico que cambie, pero desde la época que yo recuerdo, esta de ahora no la reconoce “ni la madre que la parió”….
En tiempos de los “Dominguines”, Bienvenida, Ordóñez, las grandes figuras se ganaban ese nombre día a día y las ferias importantes no se hacían con un año de antelación. Tampoco se compraban los toros de año en año porque, como sigue pasando siempre, los toreros cambian durante las temporadas y, las grandes figuras, entonces querían cambiar las ganaderías por otras más bravas que las anunciadas, para ganarles la partida a los toreros que les venían pisando los talones.
Yo recordaré siempre las escenas corrientes en mi casa al amanecer, con la incursión del “Clan Dominguín” gritando desde el hall a mi marido: “Topri, Topri, te acuerdas de aquella corrida apartada como para Bilbao, pues ya no la tienes… que nos la llevamos nosotros para la plaza de “tal” porque toreamos ese día con el “Litrón” y ese tío se va a enterar… que nos viene apretando para ponerse él el preimero…”
Usted quiere saber lo que pienso hoy en día del tercio de varas: ¡¡Que nos lo han robado!! Y sí, es cierto que cuando se hace la suerte de varas los Veraguas destacan sobre el resto.
Al hilo de lo que estamos hablando, ¿Me podría decir que piensa usted del “toro artista”, tan de moda en la actualidad?
Personalmente no reconozco ninguna clase de toro que no sea el bravo y el otro que usted dice pertenece a otra especie de animal diferente; como un perro o un gato, o un tigre y un borrego, ¿Me entiende usted?...
Y ya que estamos aquí para desmitificar algunos aspectos del mundo del toro, ¿Lo del afeitado, existe en realidad o es otra de esas cosas inventada por unos cuantos? ¿Qué piensa de aquellos ganaderos que se prestan a esta práctica con tal de vender sus toros, sin importarles que se lidien con la dignidad que estos merecen?
No sólo existe el afeitado de pitones, saliendo a esas ferias sangrando, sino que también los drogan y ahora les ponen fundas para que luego, por ejemplo en San Fermín, los pitones se les caen enteros sin sangrar nada.
Cuando su marido fallece le deja la ganadería a su hijo Tomás que en esa época todavía era un niño. Hasta que Tomás no fue mayor de edad y se pudo hacer cargo de la vacada, fueron momentos muy duros y difíciles. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos años?, ¿Cómo vivió usted aquellos momentos?
La ganadería es la vida de un hombre, por lo cual, lo único que yo tuve que hacer fue no vender nada y esperar.
Yo quiero mucho a los toros, pero si a mi hijo no le hubiesen gustado tenía claro que nunca la hubiese vendido, hubiera preferido que fuese toda la ganadería al matadero antes de que nadie se hubiera cargado la sangre pura de Veragua.
Ahora es diferente, en la actualidad la ganadería vive uno de sus mejores momentos desde que su hijo Tomás se hiciera cargo de la misma. Sin duda alguna el estado actual de la ganadería es fruto del excelente trabajo que su hijo viene desarrollando en estos últimos años. Pero ahora no le pregunto como madre de ganadero, sino como aficionada y una de las personas con más conocimientos en la materia, ¿Qué virtudes y que defectos tiene Tomás Prieto de la Cal como ganadero?
“Tomás hijo” es muy exigente. Por más buena que salga una corrida o novillada este ganadero siempre le pone defectos; siempre les pide más, nunca se queda contento.
Por último, como dicen que soñar es sano, qué bonito sería volver el hierro ducal marcado a fuego en los jaboneros de Tomás Prieto de la Cal… ¿No cree?
Cuando “Tomás marido” se hizo ganadero, el hierro Ducal contenía todo el prestigio ganado a sangre y fuego por la familia Veragua durante casi 100 años.
Pero, igual que esa sangre y esos toros jaboneros de “Tomás hijo” mantienen hoy en día ese prestigio, el hierro veragüeño se está manchando con usos diferentes de lo que es el toro bravo. A la vez, es cierto que llevamos cerca de 70 años con el hierro de la V y la O, que invertido, fue el hierro de la vacada de los duques de Osuna y Veragua, con el que los buenos aficionados identifican a los últimos Veraguas.
Christian Colón de Carvajal Fibla.
Foto: elcorreodigital.com
1 comentario:
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Cierto...Buena Entrevista...!
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