ADIOS FERIA DE CORDOBA 2010

GANADERIA: Seis toros reglamentariamente despuntados de Castilblanco. Terciados y chicos de presentación. Sin fuerzas, descastados y venidos a menos en líneas generales.
REJONEADORES: FERMIN BOHORQUEZ. Rejón (vuelta al ruedo) y tres pinchazos, rejón y seis descabellos pie a tierra (palmas).
PABLO HERMOSO DE MENDOZA. Rejón (oreja) y rejón (oreja).
ANDY CARTAGENA. Dos pinchazos y rejón (ovación con saludos) y dos pinchazos, rejón y dos descabellos pie a tierra (ovación con saludos).
INCIDENCIAS: Plaza de toros de Córdoba. Octava y última de abono de la Fería de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba. Menos de media entrada en tarde soleada y calurosa.

Punto y final a la feria de Córdoba 2010. El festejo de rejones se ha convertido en el tradicional broche a la feria de mayo cordobesa. Poco que contar de un festejo en el que los toros de Castilblanco se han prestado poco al lucimiento. Con el encaste ‘murube’ está pasando igual que con el de ‘domecq’ a pie. Lo piden las figuras del escalafón y con tanta demanda, todo sirve. Por esto la selección de uno de los encastes señeros del campo bravo español, también se está corrompiendo poco a poco. Se dice también que estamos viviendo la edad de oro del rejoneo. Puede ser cierto. Pero para clavar cuatro palos en cualquier lugar, se precisan muchos caballazos para arriba y para abajo. Como quedan rejones y banderillas, así como su ejecución, poco importa. Ya solo importa el galope de costado a dos pistas con el toro cosido a la culata del caballo y los guiños a la doma de alta escuela. La edad de oro de seguir así, seguro que tarde o temprano, terminará perdiendo brillo hasta quedar en la nada.
Abrió cartel Fermín Bohorquez. El jerezano es el representante del rejoneo de toda la vida. Su monta clásica, tradicional, añeja y su forma de clavar es todo un referente de tiempos pasados. Quizás por ello sea un rejoneador que hoy parezca desfasado, pero que en realidad es una reserva del rejoneo ortodoxo de tiempos pasados. No anduvo fino con los aceros, pero su labor muy justa y precisa en sus dos oponentes.
Pablo Hermoso de Mendoza cortó una oreja a cada uno de sus astados por unas labores fáciles, toreras en cuanto a elección de terreno y por contar con el beneplácito de un público que se le entrega a las primeras de cambio. El navarro lleva el peso de la purpura. Tiene su público y sus incondicionales. Para colmo lo hace casi todo bien, censurar como busca la muerte de sus toros de forma fácil y heterodoxa, su doma perfecta y todo lo demás le hace seguir siendo un referente en el arte de Marialva.
Andy Cartagena es más populista. Conecta fácil con el tendido debido sobre todo a su continuo uso de las concesiones al mismo. Monta de forma brusca y en ocasiones se dejó tropezar la cabalgadura. Sus dos faenas fueron un calco una de la otra. Tanto que el remate con el acero, que le privo de premios, fue pésimo. Destacó sobre todo por su valor y la colocación de cortas en carrusel que determinaron que el público se le entregará al final de cada faena.