INTERESANTE NOVILLADA DE FIDEL SAN ROMAN EN PRIEGO DE CORDOBA

GANADERÍA: Cuatro utreros (1º, 2º, 4º y 5º) y un eral de Fidel San Román (6º); y otro eral de El Ventorrillo (3º), muy bien presentados en líneas generales y de juego desigual, aunque con los problemas que da la raza. Destacaron los jugados en segundo, tercero y cuarto lugar.
NOVILLEROS: ISRAEL DE CÓRDOBA (corinto y oro): pinchazo, estocada y descabello (silencio); y estocada caída (dos orejas tras aviso).
EDUARDO JURADO (rosa y oro): dos pinchazos y estocada (una oreja tras aviso), y estocada (una oreja con petición de la segunda).
MIGUEL ÁNGEL SERRANO (tábaco y oro): estocada tendida y seis descabellos (una oreja); y estocada baja que asoma (una oreja con petición de la segunda).
INCIDENCIAS: Plaza de toros de Priego de Córdoba. Novillada mixta. Segundo festejo con motivo de la Feria Real. Más de un cuarto de plaza en tarde de temperatura agradable. Israel de Córdoba y Miguel Ángel Serrano fueron atendidos en la enfermería de varias contusiones. El festejo dio comienzo con más de diez minutos de retraso sobre el horario anunciado.


Sin ser un dechado de virtudes, los “villamartas” de Fidel San Román, han mantenido el interés durante toda la tarde de hoy. Está claro que cuando el toro se mueve, la fiesta gana en dinamismo y no da tiempo de comer pipas ni estar pendiente de otra cosa, que no sea, lo que ocurre en el ruedo. Bien presentados, en el tipo de lo que debe ser el toro de lidia, de hechura similar al toro de los años cincuenta y sesenta, las reses corridas en Las Canteras, repito sin ser la perfección del toro ideal, por si solas se han convertido en las grandes protagonistas de la tarde.
Y de los novilleros que decir. Pues demasiado hicieron con matar la novillada dignamente y mostrar su voluntad por agradar. Pero ojo. La globalización de la cabaña brava está haciendo que se planteen lidias y trasteos para un tipo de toro determinado, hoy mayoritario en el campo, y que cuando sale algo con una forma de embestir o reaccionar distinta, los que empiezan en el arte de Cuchares, no tienen recursos técnicos ni oficio para resolver los problemas que puedan plantear animales distintos al encaste domecq.
Israel de Córdoba llevaba mucho tiempo sin vestir el traje de luces. En las últimas temporadas su bagaje ha sido mínimo. Algún festival, algún toro a puerta cerrada y poco más. Por esto mismo lo que ha hecho en Priego por el novillero de Ciudad Jardín tiene mucho mérito. Es obvio que no sacó a sus oponentes todo el partido que tenían, pero también es cierto que cuando pudo sacó muletazos con su personalidad, buen concepto y estilista corte. Se llevó una fea voltereta en su segundo, cuando trataba de cerrar un trasteo, que aunque con los altibajos propios de alguien que apenas ha tenido ocasión de vestir el traje de luces hizo un gran esfuerzo por no desperdiciar la oportunidad brindada.
Tres cuartos de lo mismo le ocurrió a Eduardo Jurado. El novillero local tiene buen concepto y siempre trata de hacer las cosas con sentido y buen gusto. Mejor en su primero donde, al igual que su compañero, los dientes de sierra y las irregularidades fueron la tónica general durante toda su actuación. Su segundo pedía firmeza y las dudas y los fallos, más que lógicos con tan poco bagaje, en la colocación hicieron que quedara por debajo de su oponente. De todas formas Jurado lleva muy poco tiempo como novillero con picadores y aún mantiene intacto el crédito alcanzado como becerrista, por lo que hay que esperar sus evoluciones cuando este más placeado.
El novillero sin picadores Miguel Ángel Serrano estuvo como lo que es. Un joven que quiere ser torero a toda costa. Afición y ganas no le faltaron durante toda la tarde, lo que le llevo a brillar a gran altura. Ante el eral de El Ventorillo alcanzó notables pasajes con ambas manos, destacando su concepción del toreo. En su segundo, más enrazado, estuvo valentísimo importándole poco las volteretas y achuchones. Con sus avales actuales, afición y valor, se debe de seguir su evolución, de seguro que dará muchas alegrías de seguir el camino que se ha marcado.