GANADERIA: Un novillo-toro de “Los
Espartales” para rejones, parado y descastado; y seis utreros de las ganaderías
de Domingo Hernández y Garcigrande, bien presentados y de
juego desigual.
ESPADAS: LEONARDO HERNANDEZ,
rejoneador (ovación con saludos); ENRIQUE
PONCE (oreja); FINITO DE CORDOBA
(oreja); Manuel Díaz “EL CORDOBES”
(silencio); JOSE LUIS MORENO
(oreja); EL FANDI (oreja con
petición de la segunda) y el novillero “GALLO-CHICO”
(ovación con saludos).
INCIDENCIAS: Plaza de toros de “Los
Califas” de Córdoba. Festival a
beneficio de la AECC. Casi lleno en tarde desapacible en la que la lluvia hizo
su aparición. Fueron atendidos en la enfermería el picador “El Patillas” y “El Fandi”.
El primero de un esguince de rodilla y el segundo de una fuerte contusión torácica.
Finalmente fue trasladado al hospital Cruz Roja donde tras examen radiológico se
la apreció una fractura de la novena costilla.
Se alzó el telón un año más en
el coso de “Los Califas”. El ya
tradicional festival en beneficio de la delegación cordobesa de la Asociación Española Contra el Cáncer, dio
el pistoletazo de salida de una nueva temporada, que según adelanto la empresa,
este año tendrá un formato novedoso, ya que se celebrarán festejos todos los
fines de semana del mes de mayo y la feria retornará a lo que siempre fue, una
ciclo de tres o cuatro festejos. Esperemos que la respuesta del público sea la
que la casa Chopera espera y Córdoba pueda remontar el vuelo que
todos queremos.
En la tarde de ayer los
tendidos de la plaza ofrecían una imagen inusual, ya que casi la totalidad del
aforo se vio cubierto. Un año más el festival fue un éxito de público, éxito que
también se vio refrendado en lo económico, con lo que el objetivo pretendido
por la AECC estaba más que cubierto. El público que acude a este festival es un
público heterogéneo, un público que aúna todos los tipos ocasionales que pueden
acudir a un espectáculo taurino. Desde los aficionados más entendidos y
asolerados, hasta los que acuden por ver primera a un coso taurino y descubren
la fiesta. Por ello, y la benevolencia que tienen este tipo de festejos, el
resultado artístico en muchas ocasiones no refleja realmente lo acontecido en
el redondel.
Abrió plaza el joven Leonardo Hernández quien hizo gala de
una exquisita monta. Destacó en toda su labor por un concepto clásico del
rejoneo, ante un novillo que terminó parado y poco colaborador, aunque también
tuvo alguna concesión al gran público con piruetas en la cara y desplantes
temerarios. Lástima que no tuviera tino con los aceros pues de seguro hubiera
obtenido algún trofeo.
Enrique Ponce se topó con un animal desclasado y con el viento en
contra. Aún así el valenciano sacó sus armas y consiguió un trasteo basado en
su ya reconocida técnica y sapiencia. Labor por tanto meritoria que el público
premió con la primera oreja de la tarde, pese a no estar fino con los aceros.
Finito de Córdoba recibió a su oponente con un manojo de verónicas de
buena factura, para luego cuajar un bello y estético trasteo. Largos y
templados los derechazos, destacando las tandas por su innegable pureza y
sentido estético. Bajó el diapasón con la mano izquierda, volviendo la faena a
tomar aire en las postrimerías con un pinturero toreo accesorio.
Manuel Díaz “El Cordobés” es muy querido en esta
tierra. Por eso siempre que pisa el albero de “Los Califas”, Manolo trata de complacer a su “gente” poniendo toda
la carne en el asador. En la tarde de ayer, pese a todo lo dicho, “El Cordobés” no tuvo suerte, pues se
topo con el peor novillo de la tarde y con el temporal en contra. No obstante
hay que aplaudir su esfuerzo y sus ganas continuas de agradar a la
concurrencia.
Lo mejor de la tarde vino de
manos de José Luis Moreno. El de Dos Torres se encuentra en un momento
dulce. Sus nuevos mentores le han devuelto la ilusión y las ganas de ocupar el
sitio que merece en el escalafón. Sentido su toreo de capote donde destacó con
los lances que sirvieron para colocar a su oponente en suerte para el tercio de
varas. Luego con la muleta cuajó posiblemente la faena de la tarde con tandas
rotundas y de mucha verdad. Luego el novillo al sentirse domeñado y vencido se
rajó y todo quedo breve, pero con un sabor a toreo caro. La espada, una vez
más, le jugó una mala pasada, pero aun así cortó una merecidísima oreja.
“El Fandi” es un torero eminentemente popular. Sus formas hacen las
delicias del gran público. Variado con el capote, espectacular en el segundo
tercio y valeroso con la franela son sus avales para triunfar tarde tras tarde.
Esto hizo que el público cordobés se le entregara rápidamente. Cuando toreaba
de muleta sufrió una espectacular voltereta que le provocó una fractura de
costilla. Mató de forma eficaz tras un pinchazo y el público solicitó a la
presidencia el doble trofeo, que esta considero excesivo llevándose por ello
una sonora bronca.
El novillero cordobés “Gallo-Chico” estuvo en lo que es,
novillero. Siempre apuntó buenas formas con su toreo vertical y de quietud. En
la tarde de ayer volvió a mostrar una vez más estas cualidades, añadiendo un
valor rayano en la temeridad, lo que le hizo sufrir varias volteretas que no le
arredraron un ápice las ganas de triunfar en su tierra. Mal con la espada se
tuvo que contentar con saludar desde el tercio.
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