Han sido varias las ganaderías en las que ha estado el diestro cordobés, José Luis Torres, y su cuadrilla, de cara a seguir con su preparación para los próximos compromisos que tiene pendientes de cumplir en la presente temporada.
Ya ha tenido la oportunidad de entrenarse en las fincas donde pastan los productos de Los Chospes, El Ventorillo, Prieto de la Cal, y ayer estuvo en la ganadería de Julio de la Puerta, donde también estoqueó, a puerta cerrada, dos toros, que junto a los que ya ha matado hacen un total de siete toros, más varias vacas que ha tentado también en estas ganaderías.
Al matador esta intensa actividad campera le está “viniendo muy bien hacer todo este campo, porque, aunque continúo con mi preparación física diaria y con el toreo de salón, estar en contacto con los problemas o las virtudes de los toros me ayudan muchísimo de cara a mis próximos compromisos. Como me pasó con los dos toros que maté ayer en Julio de la Puerta, el primero fue muy complicado y llegó a pegarme una fuerte voltereta por intentar pegarle pases, y el segundo, que tuvo un buen pitón izquierdo, me dejó sentirme y correrle la mano”.
Torres, mañana emprenderá viaje para tierras albaceteñas, más concretamente a la finca El Robledo, donde se crían los toros del hierro de Los Chospes, para “seguir entrenando y mentalizándome, sobre todo de cara a mi próximo compromiso, el domingo en Marbella, el día ocho de julio, a partir de las siete de la tarde. Donde voy a actuar con dos compañeros que, aunque están recién alternativados, ya están arreando fuerte, como son: Davíd Galván y López Simón. Y también voy a tener la oportunidad de enfrentarme a dos toros de una ganadería que me da muy buenas sensaciones, como es la de Manuel Blázquez, ya que es puro Núñez del Cuvillo”.
José Luis Torres, hasta el momento, tras su acuerdo de apoderamiento con Tauro Cerro, que se produjo a finales del pasado mes de mayo, ha toreado dos corridas de toros, en Villamayor de Santiago y San Clemente, en la provincia de Cuenca, y se enfrentó a dos toros de Manuel Caro y otros dos de Prieto de la Cal, y le cortó dos orejas al cuarto de la tarde el primer día, y dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja, el segundo.
Foto: Rafael Cobo
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