El cariz que está tomando la fiesta de los toros comienza a ser preocupante. El fraude se extiende como una mancha de aceite. En épocas pasadas, el engaño principal que puede existir en torno a la corrida, el afeitado de los pitones de los toros, era denunciado, perseguido y sancionado. Ahora como todo en esta vida, no tiene importancia alguna. Vergonzoso pues. Tarde tras tarde y en cualquier plaza, incluso en las denominadas de primera categoría, los animales lidiados dejan mucho que desear en cuanto a la presentación de sus defensas. Defensas escasas, aparentemente astifinas, pero que al rozar con cualquier superficie dura, llámese tablas, peto o arena, se abren terminando como una brocha de afeitar haciéndose incluso la sangre presente en la mayoría de los casos.
¿Y el público que dice? Desgraciadamente nada. Salvo cuatro o cinco alzan la voz en corrillos y poco más. Todo da igual. Lo importante es rentabilizar el precio que se paga por un boleto, dando voces a la presidencia solicitando trofeos que al final de cuenta son solo despojos. La práctica totalidad de los asistentes a los festejos de hoy, desconocen que están pagando un espectáculo, que a la postre se le ofrece devaluado y degradado.
¿Y los medios que dicen? Tampoco mueven un dedo. No ponen el dedo en la llaga. Hacen la vista gorda, puede que las prebendas si alzan la voz se acaben. Lo mejor es callar, lo malo es que en petit comité lo reconocen. Lo malo es que no son capaces de decir esta boca es mía. Los de la tele, más de lo mismo. Mucho jalear y poco contar las verdades que saltan a la vista. Incluso toreros hoy comentaristas no dicen esta boca es mía. ¿También se les terminaría el ‘chupe’? Gracias a Dios, la mayoría de los blogs de internet, están denunciando el fraude y lo que es mejor están difundiendo de forma independiente todas las tropelías que se vienen haciendo en la actualidad en el mundo del toro. Internet puede convertirse, si no lo es ya, en un poderoso medio de comunicación. Rápido y de poco coste, la red puede ser la plataforma ideal para la denuncia de todo.
Y la autoridad ¿pondrá freno a todo esto? Mucho lo dudo. Demasiado aguantan y demasiado tragan. Pero en su mano está la clave de todo. Mostrarse inflexible en los reconocimientos y su se lidia alguna res presuntamente ‘humanizada’, pitones a análisis. Si en lugar de una docena de pitones al año, se analizaran trescientos, otro gallo cantaría. La justicia ha demostrado con la reciente sentencia de Huesca, que se está cometiendo un delito. Ahora lo que hace falta es perseguir a los delincuentes. Lo malo es que en la mayoría de los casos después de las trágalas de los reconocimientos, pocas ganas quedan de luchar.
Pues hay que seguir luchando con lo que podamos amigo Salvador,¿o no?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog, si no te parece mal te he enlazado en mi blog para que estemos informados sobre tu zona. Gracias de ante mano. Tambien puedes pasarte por el mio a ver que te parece.
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