LEONARDO HERNANDEZ A HOMBROS POR LA PUERTA DE LOS CALIFAS

Ganadería. Seis toros de La Castilleja, reglamentariamente despuntados para rejones. Correctos de presentación y colaboradores con los caballeros en plaza en líneas generales.
REJONEADORES: Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y oreja. Diego Ventura, ovación con saludos y ovación con saludos. Leonardo Hernández, dos orejas y oreja. Incidencias. Plaza de toros de Los Califas de Córdoba. Séptimo y último festejo del abono. Media entrada en tarde soleada. Al finalizar el festejo Leonardo Hernández salió a hombros por la Puerta de Los Califas.

Término la feria taurina con el ya tradicional festejo de rejones. Y término con el aire que ha tenido el abono en líneas generales. El del triunfo. En la tarde de ayer, con un público muy distinto al de las corridas a píe, se volvió a vivir una tarde con aire triunfal. Lástima que el fallo con los aceros de Hermoso de Mendoza, y especialmente Ventura, no permitiera la salida a hombros de la terna.

Abrió cartel el navarro Pablo Hermoso de Mendoza quien estuvo toda la tarde en la línea de una primerísima figura del rejoneo. En su primero, al que clavó sólo un rejón de castigo, lució en banderillas con el caballo Silveti y especialmente con Pirata, clavando banderillas muy aplaudidas por la concurrencia, especialmente con las cortas. Mato de un rejón fulminante y cortó la primera oreja de la tarde. En su segundo, volvió a mostrar los motivos por los que se le considera un maestro del rejoneo actual. Con su monta habitual, sobria y con muy buena doma, fue muy aplaudido cuando con Chenel templó al toro a dos pistas en el tercio de banderillas. Levantó al público de sus asientos cuando clavó un par de las cortas a dos manos a lomos de Pirata. La lástima fue que pinchó antes de agarrar un rejonazo, por lo que el doble premio se quedo en una solitaria oreja.

Diego Ventura es, hoy por hoy, un rejoneador muy completo. No solo por la monta que realiza. También por su facilidad para conectar con los tendidos. En ocasiones se excede con gestos de cara a la galería, pues -de por sí- su monta y su toreo son suficientes para gustar al público. A su primero le formó un lío con Sueste, con el que clavó banderillas siempre al estribo en todo lo alto. Remató su labor con banderillas cortas y rosa con Califa. El rejón de muerte le jugo una mala pasada y se quedó sin premio. Espectacular en su segundo, donde formó un auténtico alboroto montando a Distinto. Vaya caballo con más valor. Se queda a muy corta distancia del toro y quiebra siempre muy ceñido. Para rematar sacó a Morante quien como de costumbre volvió a formar un taco. De nuevo el acero privo a Ventura de la puerta grande que tenía asegurada.

Hernández venía de triunfar en Madrid. Toda la tarde el joven rejoneador estuvo demostrando que ya no es una promesa, sino una firme realidad. Cortó dos orejas a su primero por una labor vibrante, sobre todo cuando montó a Quieto. Espectácular con las cortas al violín con Xarope. En su segundo, posiblemente el mejor toro del encierro, volvió con los mismos argumentos sobre todo en banderillas, a lomos de Olé y Xarope, clavando con este último un espectacular par a dos manos, obteniendo una nueva oreja.