Como ha quedado dicho en la entrada anterior, en el día de ayer, el
Ayuntamiento de Córdoba, con los votos a favor del PP y de UCOR, declaró la
fiesta de los toros patrimonio inmaterial de la ciudad.
Es algo de lógica que formalmente se haya reconocido por el consistorio
local la trascendencia de la tauromaquia en la historia de la capital
cordobesa.
Ya era hora. Hasta ahora la propia idiosincrasia cordobesa no era capaz de
poner en valor algo tan nuestro como es la fiesta de toros. La propuesta del
Circulo Taurino de Córdoba ha sido vital y no ha caído en saco roto. Modestia
aparte también en la presentación del acto en honor de Rafael Soria Molina “Lagartijo”,
que se puede leer en una entrada anterior, pedí a las instituciones que era
hora de hacer algo por la fiesta.
Ayer todo salió como se esperaba. Córdoba reconoció a la fiesta como algo
propio e inherente a su historia. Lo sorpresivo fue el voto en contra de
aquellos que hasta hace muy poco ocupaban burladeros en el callejón de la plaza
durante la feria de Nuestra Señora de la Salud presumiendo de aficionados cabales, no solo
en la plaza, si no acudiendo a entregas de premios y demás actos culturales
organizados por peñas, tertulias, firmas comerciales y clubes de las ciudad, e
incluso tratando de imponer a algún novillero “amigo” en ciertos carteles de
repercusión.
La doble moral de nuestros políticos ha quedado al descubierto. Mientras
ostentaban el poder y representación de los cordobeses, manifestaban estar en
contra de sus “camaradas” que en otras regiones estaban vapuleando a la fiesta,
incluso llegaron a firman un acuerdo plenario mostrando su apoyo a la
tauromaquia. Ahora la excusa es que no “toca”, que hay otras prioridades. Ya se
han quitado la careta. La fiesta de toros está de más para ellos. Menos mal que
no lo está para la inmensa mayoría.
Así le va al PSOE
ResponderEliminarCuriosamente los que han abusado mientras han mandado han sido los de IU
ResponderEliminarSe les ve el plumero.
ResponderEliminarUn abrazo