Como complemento a la entrada anterior de esta bitácora, dedicada al maestro Luis Francisco Esplá, hay que decir que se prodigo poco por Los Califas. El espada de Alicante solo partió plaza en el coso cordobés en cuatro ocasiones, donde siempre dio muestras de su personalidad y su tauromaquia con sabor a otra época del toreo.
También es de reseñar que su
presentación como matador de toros, estaba prevista para el día 25 de
septiembre de 1976, donde actuaría alternando con Agustín Parra
"Parrita" y Alfonso Galan, quienes lidiarían seis toros de la
desaparecida ganadería de "Los Campillones", encaste
"contreras". Finalmente tal debut no se llevó a cabo, pues Esplá
resultó herido días antes, lo que hizo imposible su comparecencia en el coso
situado en la vieja Huerta de la Marquesa. A la postre aquella corrida donde se
anunció, ante la ausencia del maestro Esplá, la alternativa de Antonio Benete
"El Mesias", fue suspendida finalmente por la imposibilidad de reunir
toros suficientes a la hora del sorteo (nihil sub sole novum).
Luis Francisco Esplá se presentó
en Córdoba el día 25 de mayo de 1980, segundo festejo del abono de la Feria de
Nuestra Señora de la Salud, acompañado de Francisco Rivera "Paquirri"
y José María Manzanares, ante toros de la vacada de "Torrestrella". Durante
toda la tarde mostró Esplá lo que sería años después. Un torero dotado de una
técnica envidiable, así como una tauromaquia con sabor al pasado, lo que unido
a una barroca puesta en escena y un constante contacto con los tendidos, le
llevaría a alcanzar altas cotas en el escalafón de matadores convirtiéndose en
un torero de culto. Vestido de azul añil y azabache cuajó una notable faena a
su extraordinario primero, de nombre "Rompevientos" y premiado con la
vuelta al ruedo. Le montó un lío en el segundo tercio, siendo obligado incluso
a dar una vuelta al anillo a su conclusión, y al que el mal uso de la espada,
su punto flaco, le impidió cortar trofeos quedando en otra aclamada vuelta al
ruedo. Sin fortuna en su segundo, solo pudo demostrar que existe lidia para los
mansos siendo despedido con aplausos.
Ausente durante las campañas de
1981 y 1982, volvió a Los Califas en 1983, posiblemente a consecuencia del
éxito obtenido un año antes en Madrid, con toros de Victorino Martín, en la llamada
Corrida del Siglo. En esta ocasión alternó con el mexicano Manolo Arruza y
Vicente Ruiz "El Soro", lidiando toros de Diego Puerta que
sustituyeron a los anunciados de "Torrestrella". Esa tarde, de
matadores-banderilleros, Esplá, de grana y oro, cuajo dos trasteos en su línea
de variedad y sabor añejo. Una oreja de cada toro y salida a hombros junto al
"Soro" por la Puerta de Los Califas, posiblemente en su actuación más
redonda en Córdoba.
El torero de Alicante tarda ocho
temporadas en volver a Los Califas. No es hasta 1991, en la corrida-concurso de
ganaderías que trató de poner en valor la empresa Martín Gálvez, cuando Esplá
vuelve a Córdoba. El festejo se celebra en la desaparecida feria de septiembre,
en concreto el día 28 de septiembre. Alterna con Fermín Vioque y Enrique Ponce,
jugándose toros de Ramón Sánchez, Guardiola Fantoni, Fermín Bohórquez, Sayalero
y Bandrés, Marqués de Ruchena y Sancho Dávila. En una tarde marcada por el
viento Luis Francisco Esplá, de azúl y oro, sólo puede mostrar su disposición,
su sentido de la lidia y su oficio, donde cumplió con creces, además de en la
labor ante sus dos toros, de Ramón Sánchez y Sayalero y Bandrés, en la
dirección de la lidia como espada de más antigüedad.
Su última comparecencia en el
coso califal, tuvo lugar en la temporada de 2000. Es durante la feria de mayo.
Cierra el ciclo, el domingo 28 de mayo. Se anuncian toros de Victorino Martín.
En el cartel, Esplá, Raul Gracia "El Tato" y José Luis Moreno. Esplá,
de marino y oro, es un torero ya plenamente definido tras más de veinte años de
alternativa. Conocedor de todos los entresijos del oficio, y también del
comportamiento de variados encastes, se mostró en Córdoba como un maestro
totalmente consolidado y que debió de servir como referente a nuevas generaciones.
Lidiador y hábil con su peligroso primero, cuajó una torera e interesante faena
al segundo de su lote, destacando en el toreo fundamental, así como en los
adornos desempolvados de antiguas tauromaquias. Tras dejar media estocada y
buscar el animal las tablas en junto a la puerta de cuadrillas, ordenó a su
cuadrilla retirarse. Al llegar a los medios, el torero se volvió hacía donde
estaba su oponente viéndolo doblar. Gesto de sapiencia de quien sabía que con
aquella media estocada, había despenado a su oponente. Una oreja cortó de este
toro y fue despedido de la plaza con una cerrada ovación que a la postre, será
la última que reciba de luces en la plaza de toros de Córdoba.
LUIS FRANCISCO ESPLÁ
ResponderEliminarPinturero y gran torero
siempre fue Francisco Esplá,
y esforzado acude y va,
a encandilar al albero.
Olé majeza y salero
del torero alicantino
que tenaz se abrió camino
y es insólita rareza,
su despejada cabeza
dentro del mundo taurino.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho