La rejoneadora brilla con una monta perfecta y
Hermoso de Mendoza deja los mejores pasajes de toreo sobre el albero.
Se abrió la puerta califal por segunda vez en esta exigua feria.
Una feria que, a pesar de ello, no pasará a la historia. Solo será recordada
por ser la que se celebró el año que se conmemoraba el centenario del
nacimiento de Manolete y poco más. Las hojas de la Puerta de Los Califas se
abrieron de hecho, en el festejo de rejones que ponía broche a la feria, de
forma poco acorde a lo que se debe de exigir en una plaza no ya sólo de primera
categoría sino de cualquier coso que pretender tener un prestigio.
Los festejos de rejones han sufrido, al igual
que las corridas de a pie, una homogeneización que le resta emociones y
diversidad. Todo se hace muy previsible. Incluso se ha buscado un animal
propicio para ello. El encaste murube-urquijo copa un alto por ciento de este tipo
de festejos, en detrimento de otros. El público también ha cambiado susceptiblemente.
Si antes se valoraba lo que se hacía ante el toro, hoy solo se valora la puesta
a punto de los corceles, así como la doma. Con ello, son más valorado los
ejercicios de alta escuela que el toreo propiamente dicho. Este tipo de
corridas podrían a pasar a llamarse en breve corridas de arte ecuestre en lugar
de arte de rejoneo, o de toreo a caballo.
Lea Vicens se metió al público en el bolsillo
por lo ya apuntado. Su grácil figura femenina, caer sobre la silla de montar
con empaque, cabalgar a las mil maravillas y tener una cuadra muy puesta a
punto fueron sus avales para triunfar ayer en Córdoba. Pero torear toreó poco.
Sus labores en sus dos toros tuvieron la misma tónica. Buena monta, gestos a la
galería y muchas imprecisiones. Tantas que los quiebros resultaron despegados,
los embroques la mayoría a la grupa. A la hora de clavar los rehiletes, estos
caían en cualquier lugar de la anatomía de los bureles. Aún así, el público se
le entregó de principio a fin y ello, unido a un eficaz uso de los aceros, hizo
que en su hoja de servicios figure que en 2017 abrió la Puerta de los Califas
de Córdoba.
Joao Moura guarda el concepto del rejoneo de
Portugal. Esto no es otra cosa que colocarse siempre muy enfrontilado con los
toros. Dejarse ver para luego intentar siempre clavar al estribo. El joven
Moura lo intentó con desigual éxito. Algunas veces le salió y otras no. No
obstante, su labor tuvo cierto poso. Al menos en las formas, aunque en ocasiones
faltase serenidad. Mucho mejor en su primero, al que cortó una oreja, donde
brilló en banderillas aunque sin acabar de rematar.
En su segundo lo volvió a intentar, pero ya las
cosas no le salieron como hubiera deseado. Fallón a la hora de clavar, su labor
resulto demasiado irregular. Aún así, debido a la buena monta y a los atisbos
de toreo cabalgando de costado, pudo obtener otro trofeo, pero tras clavar
medio rejón trasero, el toro tardó en doblar, lo que hizo que los tendidos
perdieran receptividad a lo realizado por el jinete lusitano.
Pablo Hermoso de Mendoza estuvo en su línea
habitual. Del estellés salió lo mejor, en cuanto a toreo, de la tarde. Eso,
unido a su magisterio ante los toros, en la práctica del rejoneo tradicional,
hizo que lo más destacado partiera de sus manos. Sabio en la elección de
terrenos, sus auxiliadores a penas participaron en la lidia de sus dos toros.
Del mismo modo, su concepto clásico y ortodoxo hizo las delicias del
respetable, tanto en preparación como en ejecución. Sus dos faenas tuvieron el
mismo denominador común. Sólo el uso de los aceros le privaron de haber
triunfado de forma rotunda. Destacar igualmente su cuadra. Caballos preparados
de forma conciezuda y eficaz, donde año tras año presenta en los ruedos nuevas
monturas que siempre están a la altura de lo que se espera de una de las
máximas figuras del rejoneo contemporáneo. No hay que obviar que Pablo Hermoso
de Mendoza ha sido quien ha sentado las bases del rejoneo que se practica en
nuestro tiempo.
PLAZA DE TOROS LOS CALIFAS DE
CORDOBA
Ganadería: Seis toros de Luis Terrón, reglamentariamente despuntados, bien
presentados y de buen juego para la práctica del rejoneo.
REJONEADORES:
PABLO HERMOSO DE MENDOZA, silencio y ovación con saludos. JOAO MOURA oreja y ovación con saludos. LEA VICENS, vuelta y dos orejas.
INCIDENCIAS: Plaza
de Toros de Los Califas. 4º y último festejo del abono de la feria de Nuestra
Señora de la Salud. Un cuarto de plaza en tarde de temperatura agradable. Al
finalizar el festejo Lea Vicens abandonó el coso a hombros por la Puerta de Los
Califas.
Foto: FIT
El Día de Córdoba (29/05/2017)
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