1/21/2007

CORDOBA, CUNA DEL TOREO A CABALLO

Las tardes de los domingos las autonomicas nos entretienen con la emisión de un Certamen de Rejoneo en la bella localidad granadina de Atarfe, al objeto de sacar nuevos valores del noble arte de Marialva según los portugueses y de Don Antonio Cañero para los españoles, pues le pese a quien le pese, los cimientos del toreo ecuestre en España, fueron puestos por el cordobés Don Antonio Cañero Baena, persona que hasta el día de hoy esta siendo ninguneado por los comentaristas que se retrotraen hasta la epoca cretense y hablan de Versalles pero no están haciendo justicia alguna al caballero cordobés. Lo doloroso es que su aniversario paso desapercibido para Córdoba, un festival con muy poca entrada, un monumento que ha quedado en el proyecto y poco más.
Cañero se merece el reconocimiento de haber sido quien trajo aire fresco al toreo, así como de haber sentado las bases del rejoneo en la fiesta y además con mas verdad que nadie.

1/13/2007

AMENAZA CON VOLVER


Después de la patética corrida que envió a Córdoba el pasado año, Juan Pedro, el ganadero artista, dice en la revista especializada que se edita en el Levante español, que para la presente campaña tiene preparadas varias corridas para plazas de primera y entre ellas, tiene la osadía de citar la de Córdoba. Bien esta que quiera enmendar el pecado que cometió en la última feria de Mayo, pero creo que todo pecado tiene una penitencia y la suya debe de ser estar, no uno, si no varios años, fuera de los carteles del coso de los Califas.
La empresa antes de comprarle a Juan Pedro una corrida, debe de recordar el bochornoso espectáculo ofrecido en 2006, donde a todos los toros, les faltó tanto continente como contenido, deparando un pobre y lamentable espectáculo, faltándole así el respeto a la sufrida afición cordobesa que mucho me temo, este año va a volver a sufrir un quinario en Mayo, en parte merecido por que hasta ahora nadie a dicho ni "mú" sobre la vuelta de Juan Pedro a Córdoba.
Así nos luce el pelo.

1/05/2007

POR UNA FIESTA INTEGRA

En estos tiempos de invierno tan dados a la lectura en el calor del hogar, disfruto enormemente con la lectura de la entrevista que hizo Benlloch al viejo maestro de Madrid, el desaparecido Marcial Lalanda. En ella, el torero cuenta como en la primera época de su carrera, el toro era terriblemente fiero, lo que le hacía ser un oponente que convertía la lidia en una dura lucha entre el razón y la fuerza bruta. Era la época en la que los ganaderos vuelven a ocupar el sitio que les quitaran los colosos de la Edad del Oro del toreo que exigieron el toro que quisieron, jamás el que querían criar los ganaderos, hombres escrupulosos que se vieron aplastados por el poder de José y Juan, pero que tras la muerte del primero y la retirada del segundo, vuelven a buscar la bravura pura y dura.Eran hombres capaces de mandar apuntillar una becerra por que alguno de sus hijos se había dejado coger el pitón de la cepa vendiendo muy barato ese concepto abstracto que se llama bravura, en detrimento de la atávica fiereza que a un animal le corresponde.Eran otros tiempos que los aficionados a la corrida integra añoramos. Hoy todo es valido. El toro sale prácticamente picado, con los pitones romos, asomando por sus fauces un buen trozo de lengua y acudiendo tras la muleta como un gatito tras de una sardina arenque. Es el toro de hoy, el de la fiesta tremendamente humanizada y con ello el más humanizado de la historia, así nos pinta el pelo, la emoción esta ausente en nuestros días de los ruedos de ahí que levante tan pocas pasiones entre los menos iniciados, siendo necesario para que esta fiesta tan nuestra vuelva a interesar a todos a la que a ella se acerquen que la emoción y la tragedia se hagan presentes en la liturgia de la lidia.