4/29/2008

UNA MUESTRA DE ZARAGOZA




Lo dije en el post anterior. Recuperar la suerte de varas es posible y además en todo su esplendor. Gracias a la revista independiente de información taurina El Chofre (http://www.elchofre.com/) se lo puedo ofrecer. Como muestra bien vale un botón. ¿Veremos esto algún día en Los Califas?

RECUPEREMOS LA SUERTE DE VARAS, EJE DE LA FIESTA


Hoy desgraciadamente no se puede contemplar una fiesta integra. No solo falla el toro, cimiento principal, falto de casta, raza y cuando no manipulado de forma fraudulenta. En estos tiempos la lidia esta presentándose además de forma incompleta. El espectáculo no es ofrecido en su totalidad para desgracia del espectador. La corrida moderna está tremendamente mutilada, pues uno de sus actos o tercios, es obviado por la desidia de los profesionales que con el beneplácito de la autoridad, están cercenando el eje fundamental de la corrida. La suerte de varas. Pongamos el ejemplo que en una representación teatral, se omitiera algún acto o cuadro. El público protestaría escandalizado. Se le está privando de una pieza de un puzle que sin ella quedaría incompleto. Por esto mismo se puede afirmar que hoy que la corrida esta huérfana de unas de sus partes, y con ello se está defraudando al espectador. El primer tercio, hoy visiblemente deteriorado, tiene una importante vital. En él se barema la bravura del toro y además sirve para ahormarlo de cara a los tercios siguientes.

Queda dicho, se está obviando algo de vital importancia. Tarde tras tarde, se ve un simulacro de suerte de varas. El mono puyazo es el rey. Un solo encuentro con el caballo sirve para infringir un castigo demoledor. La puya, el caballo y las ventajas del piquero son suficientes para mermar al toro hasta unos extremos casi límites. El segundo puyazo reglamentado es una comedia. No se mide el castigo, el hombre abusa de su superioridad. El reglamento se incumple y la autoridad ha quedado dicho, hace la vista gorda. Luego un toro, tremendamente disminuido, no es capaz de desarrollar todo aquello para lo que ha sido criado.

La recuperación de la suerte de varas debe de ser reclamada por el espectador. Él como consumidor tiene derecho a exigir el espectáculo en su totalidad. La corrida concurso celebrada en Zaragoza el pasado fin de semana, ha servido para comprobar que la corrida puede ser ofrecida con su total grandeza. En esa corrida, dos toros, uno de Prieto de la Cal, ‘Farolero’ de nombre, y otro de Fuente Ymbro, llamado ‘Malicioso’ que no ‘Lanudo’, tomaron seis y cinco puyazos respectivamente, uno menos que una corrida completa en una plaza de primera. Puyazos medidos, justos, haciendo la suerte como mandan los cánones de la ortodoxia. Con la élla vino el espectáculo. Los toros fueron colocándose cada vez más lejos de la cabalgadura, los últimos encuentros de punta a punta del redondel levantaron a los espectadores de sus asientos. La Fiesta en estado puro. Luego en la muleta, a pesar de la duración del primer tercio, los toros también sirvieron. Mas el de Fuente Ymbro que el de Prieto de la Cal, pero tuvieron duración hasta su muerte.

Por esto debe de ser el público el que reclame a los profesionales y autoridad el exacto cumplimiento del reglamento. Que se cite dando los pechos del caballo, que se eche la vara por delante, que se pique en el morrillo, que no se rectifique, que no se barrene y que no se tape la salida en ningún momento. Los picadores están perfectamente capacitados para hacer la suerte correctamente, en el campo lo demuestran sobradamente, ahora solo hace falta que se les exija desde el tendido que hagan su trabajo de manera correcta. Si conseguimos devolver la grandeza del primer tercio a la corrida, ganaremos todos. Seguro. ¿Tan difícil es?

4/20/2008

VICTORINO, VUELVE EL TORO


Sin toro está claro que no hay fiesta. Córdoba en los últimos tiempos se ha decantado como una afición torerista y fácil, desgraciadamente muy fácil. El toro cada vez importa menos, y lo malo es que el sufrido espectador cordobés paga en su boleto un importe de muy primerísima categoría que luego no se ve traducido en el redondel califal. Toros demasiados bobos y toreros a los que poco importa la historia de la ciudad, para justificar su nombre y lugar en el escalafón.
Por esto ilusiona de forma notable la vuelta de Victorino a Córdoba. Con él al menos está asegurada la presencia del toro de verdad en Los Califas. Personalmente junto al del viernes de los Fuente Ymbro son los únicos que me ilusionan. Aún recuerdo la corrida llamada del siglo, donde me enganche al toro de verdad y la que me hizo ver que sin toro no hay espectáculo. Recuerdo también su presentación en Córdoba, el 26 de mayo de 1984, con Ruiz Miguel y los hermanos Campuzano y donde fue premiado con la vuelta al rueda el sexto toro. Tampoco puedo olvidar sus temporadas siguientes en 1985, 1986 y 1987 con el cartel de no hay billetes en taquilla, extremo que solo se había alcanzado en la edad de oro de Manuel Benitez y posteriormente con Juan Serrano y Chiquilin. También como se sumo a la corrida homenaje del cincuenta aniversario de la muerte de Manolete, donde Ponce lidió un toro, o también su ultima comparecencia en 2000, donde Moreno cuajó un faenón rubricado pésimamente con la espada.
Por eso, por la integridad y por saber a ciencia cierta que no defraudará tengo ilusión con Victorino. En el cartel tres toreros que tampoco van a engañar a nadie. Un Liria honrado que se va; un Moreno que esta dispuesto a que no se le vuelva a ir el tren y un Ferrera que espero ese día al menos no sea ferrari. Luego ya se sabe: "el hombre propone, Dios dispone y llega el toro y todo lo descompone"

4/16/2008

JOSE TOMAS, ESE HOMBRE ¿VERDAD O MENTIRA?


Auténtica expectación se ha levantado en la Córdoba taurina. Cuando la semana pasada se hicieron públicos los carteles de la feria, un runrún ha sacudido a la ciudad. La gente habla y no para. El gran José Tomás torea en Córdoba. Las intenciones de abonarse o sacar localidades para el evento son notorias. La empresa conocedora del tirón popular del ‘mesías’ de la fiesta, publicita su actuación. Dicen que se han recibido llamadas desde diversos puntos del planeta toro para la reserva de boletos. Los nativos no quieren quedarse sin ellos y están dispuestos a todo. Tanto es así que el mini abono, en que se vende la entrada para la corrida del ídolo y otra, se espera que cause furor. José Tomás torea en la tierra de su admirado Manolete. Por Córdoba aparecerán de seguro toda la cohorte de exaltados que siguen al idolatrado torero de Galapagar. Intelectuales, gente de la farándula, progres, curiosos que se han acercado a la fiesta al reclamo de la presunta verdad del torero de moda. ¿Pero es para tanto? La respuesta se antoja compleja y difícil. El marketing entró en el mundo del toro con ‘El Pipo’ y ahora con José Tomás ha llegado a la máxima expresión. No se puede hablar de afición a la fiesta de los toros, sino más bien de afición a José Tomás. De seguro que todos aquellos que hoy siguen como itinerantes peregrinos al espada, cuando a éste se le antoje tomarse un nuevo descanso, desaparecerán de las plazas y su interés por la fiesta será el mismo que el que tenían antes de la ‘segunda venida del salvador’.

La tauromaquia de José Tomás es sobre todo ramplona. Basada eso sí, en un valor rayano en lo suicida ¿o más bien ignorante? Sus formas distan mucho de un toreo de profundidad y mando. Estas últimas virtudes no existen en la tauromaquia del ‘fenómeno’. La técnica torera del de Galapagar, se basa en los ‘cojones’ y poco más. Eso sí ante un toro ayuno de raza, bobo, pobre de pitones y muy a modo para poner en práctica su tauromaquia estática en la que el mando es nulo. El toreo de verdad es otra cosa. Ya lo dijo Domingo Ortega: “Torear es llevar al toro por donde no quiere ir”, con José Tomás el toro va por donde quiere y como quiere, de ahí sus numerosos percances. Hacer el poste no basta. La liturgia es mucho más. También dijo el maestro de Borox: "No se te ocurra, muchacho, mirar al público mientras el toro esté pasando por delante de tu cuerpo, porque ésto es lo que hacían todos los días Charlot y Llapisera, pero ése no es el arte de torear. Cuando un hombre está compenetrado con un toro en su sensibilidad es imposible que dé la sensación de que se está riendo de él."

Está claro José Tomás no ha venido nada más que para hacer caja. Hace muchos años, el escritor taurino Antonio Díaz Cañavate, puso el dedo en la llaga sobre el toreo que se pretende atropellar la razón. Ese toreo en que el hombre no manda, manda el bruto sobre el ser humano. Analicen lo escrito por el desaparecido escritor por qué no ha perdido vigencia alguna: “Con los pies juntos no se puede torear porque no se puede mandar en el toro. Se le puede dejar pasar, que no es lo mismo, colocándose en su trayectoria. Para mandar en el toro, llevarlo por donde él no quiere ir, hay que emplear los brazos y las piernas, no espatarrándolas en demasía, sino lo suficientemente abiertas para lograr lo que se llama cargar la suerte, apoyarse en ellas para que la cintura quede flexible y no rígida y para que los brazos jueguen con desembarazo y eficacia. Eso que se conoce por hacer el poste, situarse el torero en posición de firmes y esperar a que se le arranque el toro cuando tenga por conveniente y al cruzar delante de él levantar la muleta como si se tratara de un puente levadizo que se eleva para dejar vía libre, es lo más fácil y menos arriesgado que se puede hacer con un toro.”

4/14/2008

FERIA 2008, SUCINTO ANALISIS

Después de una adjudicación que levantó cierta polémica, la empresa que regenta los destinos del coso de los Califas, ha dado a luz el cartel de feria de esta su segunda y nueva etapa. Cartel que está conformado por lo que la empresa considera lo mejor que puede ofrecer a la sufrida y cada vez menos influyente afición cordobesa.

Cada aficionado tiene en mente un cartel distinto. Claro esta que los gustos de cada uno son diversos, tanto en toreros como en ganaderías, lo que hace que prácticamente no haya unanimidad alguna en catalogar el cartel como bueno, regular o malo.

Claro está que para unos no hay más cera que la que arde y que para otros, las deficiencias son las mismas que se han ofrecido durante los cinco años precedentes. Particularmente me voy a mojar y voy a ofrecer al lector una opinión muy personal del cartel que pronto va a empapelar las calles de esta Córdoba taurina y que posteriormente serán emborronados por los antitaurinos de turno, que me da la impresión que en esta ciudad, están muy bien organizados.

Para empezar hay que decir que las novilladas me parecen insólitas para una feria de una plaza de primera categoría. Lógico que los ponedores campeen a sus anchas en provincias y portátiles ¿pero en una plaza como la de Córdoba? No, gracias. Salvando el cartel del sábado 24, en que torean tres novilleros cordobeses, dos de ellos apoderados por la propia empresa, aunque la ganadería no me acaba de cuadrar, los otros dos carteles suenan a ‘ponedores’ o intercambio de cromos. Las novedades del escalafón inferior son Pepe Moral, Alejandro Esplá o Miguel Ángel Delgado, pero curiosamente ninguno aparece en los carteles de Córdoba. También se ha cometido una injusticia con el novillero de la tierra Víctor Abad, que tras cortar una oreja y haber estado bien en la temporada anterior, no aparece anunciado en ninguna de las tres novilladas, cuando se lo había ganado en la arena, pero visto lo acontecido en temporadas anteriores con Solano González, tampoco nos pilla de sorpresa.

La corrida del día 25 es una de las estrellas de la feria. Victorino vuelve tras muchos años y Pepín Liria se despide de una afición que lo ha visto poco y que creo que tampoco lo va a echar de menos. José Luis Moreno regresa y además con un toro que conoce y entiende a la perfección. Puede ser el último vagón del tren. Esperemos que lo tome y ocupe el lugar que merece. Antonio Ferrera viene avalado por sus triunfos de la campaña anterior en Pamplona. Nada que reprochar a este cartel. De los que se ha hablado para dar vitola al mismo, harán el gesto en otra plaza, pero en Córdoba desde luego que no.

El miércoles vendrá JT. Con él toda su cohorte de seguidores que ven en el de Galapagar un salvador para la fiesta. Pero un salvador con un marketing impresionante que ha mediatizado a gran parte del público y medios. Su ausencia en las plazas de categoría, lo de Madrid aún está por ver, ante un toro disminuido y falto de integridad hace que muchos se estén planteando que de salvador y mesías nada de nada. Como no quiere pelea con los que vienen arreando, uno que no molesta por delante y otro que está más verde que una pera por detrás. Su éxito está asegurado, sus telonazos, enganchones y sustos ante dos toretes seguro que también.

El jueves un cartel a mi juicio flojo. Cantan la madurez de ‘El Juli’, pero esta no llena plazas ni satisface por igual a todos. Alejandro Talavante se deshincha poco a poco. Al final el toro pone a cada cual en su sitio. Cierra el cartel Julio Benítez que está aún en periodo de adaptación al escalafón superior y que puede ser el que a la postre diera la sorpresa. Sobre el papel tarde de tedio y aburrimiento. La empresa conocedora del poco tirón de este cartel ha optado por vender un mini abono con esta corrida y la del mesías JT.

El viernes otro cartel fuerte. Quienes dicen que Córdoba es plaza para dos corridas y los caballos tienen razón. Victorino y Fuente Ymbro son los dos carteles de la feria. En este cartel Finito abre. El torero de El Arrecife en Córdoba si hace el esfuerzo. Ante los toros de Fuente Ymbro puede desarrollar su toreo de verdad, ese que enamora y seduce. Juan Serrano puede aparecer esa tarde, Finito ojala no. El Cid está en un gran momento. Está en figura del toreo, ya se pudo ver el día del festival del cáncer y Castellá no se dejará ganar la pelea. A poco que los de Fuente Ymbro colaboren la tarde puede ser histórica.

El cartel del sábado impropio para Córdoba. Terna de pueblo, barbechos, polvaredas y portátiles que no sé qué puñeta hace en la feria de Córdoba y en un día de antaño considerado estrella. Manolo Díaz que hace lo que sabe, se justifica, al igual que El Fandi, ¿pero Rivera? Ya está bien de año tras año aparecer por Córdoba para no hacer nada.

El cartel de rejones cojo, muy cojo. Hoy por hoy, sin Pablo Hermoso ni Ventura, cualquier cartel está cojo. Cartagena muy visto, Moura hijo no termina de romper y solo Hernández mantiene el interés.

Ausencias, muchas. Intolerable que Ponce no esté en Córdoba. Los nuevos Perera y Manzanares también hubieran tenido sitio, pero la pasta es la pasta y ésta está prevista que se la lleve JT.

En cuanto a ganaderías dos injusticias. Una el mono encaste sigue imperando y con ello el aburrimiento. Victorino nos podrá sacar del tedio. Y segundo, cuando van a repetir Ana Romero y Julio de la Puerta, que en temporadas precedentes lidiaron dos buenas corridas de toros, sin aprovechar por cierto por los espadas, y aun no han vuelto.

4/09/2008

LA FERIA DE 2008


Ya es oficial. Este es el cartel de la Feria del presente año 2008. ¿No está mal, no? Noto algunas ausencias, Ponce, Manzanares, Perera y Hermoso de Mendoza. Otros por tanto sobran, Rivera Ordoñez por ejemplo. Prometo un análisis mas concienzudo.

4/06/2008

HAY QUE HACER ALGO YA.


Fotografia de un toro lidiado en una plaza de primera y en un cartel modesto ¿Que ocurrirá cuando venga 'el mesias' JT?

DETALLES, DIGNIDAD, HONRADEZ Y UNA ESTOCADA.




GANADERIA: Cinco toros de la Condessa de Sobral y uno, corrido en 4º lugar, de Torrestrella, bien presentados en líneas generales pero muy desiguales entre sí. En cuanto a juego se taparon en el primer tercio para después resultar mansotes, broncos, embistiendo a arreones y sin terminar de romper en ningún momento. El cuarto se aculó en tablas tres el tercio en banderillas e imposibilitó el lucimiento a su matador.

ESPADAS:

REY VERA (rosa pálido y oro con remates negros). Pinchazo y estocada (silencio) y estocada y dos descabellos (silencio)

SERGIO SANZ (azul pavo y oro). Seis pinchazos y doce descabellos (silencio tras aviso) y dos pinchazos resultando cogido en el último, y nueve descabellos (ovación cuando era retirado a la enfermería)

CURRO JIMENEZ (aguamarina y oro). Dos pinchazos y estocada (vuelta tras petición) y estocada (oreja)

INCIDENCIAS: Plaza de toros de Córdoba. Corrida a beneficio de la obra asistencia de los Hermanos de la Cruz Blanca. Un cuarto de plaza. Durante la lidia del tercer toro, Rafael Gago fue atendido en la enfermería de la plaza de varias contusiones. Igualmente Sergio Sanz fue atendido tras la muerte del quinto toro de una herida de asta de toro en el tercio medio del muslo derecho que interesa piel, tejido celular subcutáneo y aponeurosis del vasto interno con dos trayectorias, una ascendente de quince centímetros y otra descendente de cinco. Pronóstico menos grave. Fue intervenido con anestesia local y fue trasladado a su domicilio según parte facilitado por el Dr. Arévalo.

Córdoba y los cordobeses muestran su solidaridad con los que más la necesitan. Precisamente por esto, resulta muy raro que la corrida que cada año se organiza a beneficio de los hermanos de la Cruz Blanca, no tenga la respuesta que se espera del público. Ya sea con un cartel de foráneos, ya sea con espadas locales, con ganaderías toristas o con otras más comerciales, la respuesta del público siempre hasta ahora ha sido más que insuficiente. Por ello choca que a pesar de la popularidad del hermano Manolo y de sus ‘niños’, que este benéfico festejo no acabe de tener peso especifico en el calendario taurino cordobés, ni el resultado económico apetecido. Algo está fallando de manera seria. Por ello sería interesante que la Cruz Blanca y sus colaboradores mediten junto con la empresa, los posibles errores que hasta ahora están haciendo imposible tan bajo interés mostrado por los públicos. Tal vez sea falta de previsión o falta de promoción, como también puede ser una fecha poco propicia. A saber. Córdoba y los cordobeses son muy caprichosos, pero en el momento que se conozca que es lo que está fallando y se subsane, los cordobeses acudirán a ‘Los Califas’ porque la insolidaridad no existe entre las gentes de esta tierra.

En lo meramente taurino este año se anunciaba un cartel netamente cordobés. Tres toreros que actúan poco y que pedían torear en su plaza, tuvieron la oportunidad de pisar el albero del coso cordobés. Un éxito en una plaza de primera, podría convertirse en una tabla de salvación, una luz, una esperanza. Tres toreros de corte muy distinto, con conceptos diferentes que veían en la tarde de ayer, una ocasión única para salir del ostracismo en que se ven inmersos. Los tres se estrellaron ante una corrida poco propicia para el lucimiento, puesto que el juego de los seis toros estuvo marcado por el mal genio, la brusquedad y la poca colaboración. Ante este material poco se puede pedir a toreros tan poco placeados. La oportunidad se tornó en desencanto, pero la dignidad fue suficiente para salir airosos del trance.

Abría cartel Rey Vera. Desde que tomó la alternativa en ‘Los Califas’ hace algunas temporadas, no había pisado la arena de la plaza de Córdoba. Durante estos años ha toreado frecuentemente en plazas de provincia, con corridas poco propicias para un torero de su corte. La corrida de ayer podía suponer un antes y un después en su carrera, pero desgraciadamente se encontró con dos toros a contra estilo. El primero un cárdeno de fuerzas medidas, que no tuvo mala condición, pero que nunca acabo de entregarse debido a la ya apuntada falta de poder. Ante él, el matador estuvo correcto en el planteamiento, pero la falta de festejos hizo que la ejecución no resultase todo lo lúcida que hubiera deseado. No obstante destacó la tercera tanda con la mano diestra en la que Rey Vera demostró el toreo que atesora. La frialdad de abrir plaza y el juego del toro impidieron que el trasteo alcanzara mayores cimas, no obstante el torero estuvo digno, muy digno.

Su segundo fue un toro que duro un suspiro, bueno mejor dicho, menos que un suspiro. Toro bonito de lámina que quedo en eso, en una lamina. Tras salir suelto de los capotes y llegar las dos veces reglamentarias al caballo, se aculó en tablas y dijo de aquí no me muevo, impidiendo con ello el lucimiento que su matador hubiera deseado.

Sergio Sanz hacía su cuarto paseíllo como matador de toros. Con tan corto bagaje estuvo hecho un león. Valiente, honrado y muy por encima de sus dos oponentes. En su primero, al que lanceó de forma valerosa, estuvo muy firme ante un toro encastado pero muy incierto. La firmeza fue su mejor arma. Las tandas resultaron vibrantes, calando en el tendido. Aguantó un parón en el que el toro se paró en mitad de la suerte sin inmutarse, volvió a tocar y terminó de dar el muletazo con una solvencia impropia de alguien que torea tan poco. Unas manoletinas finales terminaron de caldear el ambiente. Lástima que la espada funcionara tan mal. Cuando las orejas se necesitan hay que matar a los toros, si no todo se diluye y eso fue lo que ocurrió. Sanz se aperreó con los aceros y lo que pudo ser una oreja de peso quedó en un sepulcral silencio.

La faena al quinto tuvo la misma tónica. Entrega, valor y ganas. Trasteo muy similar en las formas, que no en el fondo, a la anterior faena. Loable la actuación del torero. Resultó cogido tras un pinchazo y se desplomó en el suelo de forma dramática. Cuando Rey Vera había dejado media estocada, Sergio Sanz salió de la enfermería para rematar al toro. De nuevo el mal uso del descabello le imposibilitó el corte de la oreja. Mala suerte pues, pero decir que con esa honradez y esas ganas, la fortuna puede que sonría al torero de Ciudad Jardín.

El triunfador del festejo fue el prieguense Curro Jiménez que sumaba la primera actuación tras la alternativa el pasado mes de octubre. Jiménez mostró sus credenciales con una larga cambiada de mucha entrega en el tercio y esta entrega fue la tónica general de sus dos trasteos. Bullidor, valiente y sobre todo conectando de manera muy fácil con el público. La faena a su primero fue más espesa, debido sobre todo a los enganchones y a la falta de acople con la brusca embestida de su oponente, pero en la segunda, el de Priego estuvo muy centrado tratando de hacer el toreo de forma clásica. Dio mucho sitio al toro e intentó siempre de llevarlo toreado en muletazos largos. Cuando el animal se vino abajo, se metió en terrenos más cercanos e hizo un toreo más popular que terminó de calentar al tendido. Lo mejor de su actuación fue la realización de la suerte de matar al sexto. Una estocada para enmarcar, por la pureza de la ejecución de la misma. Curro echó la muleta abajo al pitón izquierdo y de forma despaciosa se fue tras la espada que quedó en el mismo hoyo de las agujas, rodando de élla el toro como una pelota. La oreja que paseó más que premiar la faena y ganas del torero, premiaba una estocada que puede ser la de la temporada en Córdoba.

4/05/2008

LOS RELATOS DE RAFAEL EL VAQUERO

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Vuelvo del campo. El sol cae con justicia, la garganta seca y la buena hora, son las dos y diez de la tarde, hacen que decida a pararme a tomar una cerveza antes de subir a casa. La bolsa de las cámaras, el chaleco y los botos llenos de polvo me delatan. Los parroquianos me saludan e incluso hacen las típicas bromas. Un vaso helado lleno de cerveza mitiga la sed del sediento. En el salón de la taberna, apartado de jaleo del recibidor y del mostrador, está sentado Rafael. Hojeando el diario con su particular parsimonia, advierte mi presencia y me dice:

¿Ya viene usted de ‘arretratar’ los toros?

Le pido permiso para sentarme junto a él. La idea no es otra de que sacarle algún chascarrillo de los suyos sobre el campo bravo.

Rafael, ahí vengo de hacer fotos de las parideras. Me hacen falta algunas de las vacas con sus rastras y me escape esta mañana para hacer algunas.

Ten cuidado con las vacas ‘parias’ que a veces son como las armas, que las carga el diablo.

Ya lo sé Rafael, de vez en cuando hemos tenido que poner los pies en polvorosa.

Mira niño, en mi vida he pasado muchos apuros con el ganao de casta, pero sin lugar a dudas los peores me los hizo pasar una vaca vieja de la ganadería de Espinosa de los Monteros, que me dio lo que nunca me dieron.

Cuente Rafael, ¿Qué le paso?

Pos mu sencillo, que le perdí respeto a una vaca que se las sabía todas para ocultarnos sus crías. Se llamaba ‘Biznaga’, era negra como una pena. Ya de primeriza nos dimos cuenta de que era muy celosa de esconder mu requetebién a choto y en cada parisión nos daba más trabajo de la cuenta para reseñar a la cría, ver si era macho o hembra así como hacerle la señal en las orejas. Un año, debería ya la vaca tener una edad respetable, se perdió. Pensamos el personal de la finca que la vaca tenía que estar de parto. Salimos a buscarla con los caballos y no había manera de encontrarla. A última hora de la tarde, mientras reseñaba unos nacimientos, la ví de lejos beber agua en el arroyo. Tenía las ‘pares’ colgando, señal de que ya había pario. Me acerque con el caballo y al verme la mu mardita arma se me encampanó. Viendo su actitú me pare y dije, el choto tiene que estar entre las jaras del arroyo.

Rafael, para su relato en seco. Coge con solemnidad el vaso, curiosamente es el único cliente de la taberna que no bebe en catavinos, toma un sorbo, carraspea y prosigue.

Como suponía que el becerro debería de estar entre las jaras, cruce muy despacio el arroyo a bastante distancia de donde estaba la vaca. Ésta no me perdía de vista. Fui bajando hacía donde ésta estaba y en vez de arrancarse o mostrar alguna intención atravesada, salió de naja, justo hacia el lugar exacto por donde había yo cruzado el arroyo. Conociendo como se las gastaba la ‘Biznaga’ me confié, la lógica era que el becerro estaba encamao cerca del lugar por donde había cruzao el arroyo y que la vaca había tratado de engañarme. Lo que en esta vida es lo normal, obedecer a la lógica, fue mi perdisión. Baje del caballo y me dispuse a hacer algo que mi cuerpo me pedía. Entre la tensión de la vejiga y el ruido del agua que las aceleraba, me dispuse entre las jaras a verter liquidos. De repente siento un chapotear intenso y de buenas aparece la ‘Biznaga’ con ganas de guerra. El porrazo fue monumental y la voltereta de las que hacen historia. La suerte fue que caí en la mitad del cauce y la corriente del arroyo me tiró hacía abajo.

Rafael, entonces el becerro ¿Dónde estaba?

Pues entre las jaras. La vaca quiso engañarme de una manera que ni el mago Merlin, menos mal que Curro, mi compañero, vio el desaguisado y acudió al galope al quite. Con la pelliza se llevó la vaca que se quería comer la cabalgadura. A estas salgo del agua con la calzona rota allí donde la espalda pierde su nombre y me meto entre las jaras para refugiarme que la vaca no me viera y allí justo me encontré un becerrito negro como el carbón. Lo agarre me lo eche al hombro y al verme la ‘Biznaga’ se vino detrás mía como un perrillo. La procesión era digna de ver. Yo con un becerro al hombro, la vaca detrás lamiéndolo y detrás de los dos Curro a caballo sujetando con la mano las riendas del mío. Así hasta el caserío. Allí me libere. En un corral quedaron la vaca con su rastra. Don Félix, el médico, me atendió de un varetazo y contusiones por todo el cuerpo. Estuve lisiado dos semanas por lo menos. Mardita vaca.

¿Entonces era una especialista en el arte de esconder a las crías?.

Como se dice hoy, ‘cur laude’. Al final el becerro se lidió de utrero en Cabra, el día 18 de abril de 1965, siendo premiado con la vuelta al ruedo de lo bravo que salió. La madre siguió haciendo de las suyas. Ya te contaré la que lió un día en un desahijado.

Terminó la cerveza, me despido de él y salgo para casa con el regusto de poder escuchar a Rafael, uno de los últimos hidalgos que quedan del campo bravo.