11/27/2012

TALAVANTE, CUVILLO Y EL TORO MEXICANO



Dice un viejo dicho castellano que por la boca muere el pez. Cuantas y cuantas veces nos tenemos que arrepentir por algo que hemos manifestado, y que después, a la larga comprobamos que no es más que una estupidez o falsedad. Somos, como ha quedado dicho, prisioneros de nuestras propias palabras en numerosas ocasiones.
Viene esto a colación por lo que han exteriorizado dos importantes habitantes del Planeta de los Toros en los últimos días. Ambos en relación al toro de lidia que se cría en México y que ha motivado todo tipos de reacciones entre los aficionados a la tauromaquia.
Primero fue el matador de toros extremeño Alejandro Talavante. El espada, en un encuentro en el rancho de San Miguel Allende con jóvenes aficionados aztecas, puso de manifiesto que el toro mexicano era mucho mejor que el español. En México obviamente gustó la afirmación de Talavante, pero en la península ibérica le llovieron críticas y censuras. Días más tarde y al hacerse público su propósito de encerrarse en Las Ventas, el próximo San Isidro, con seis toros de Victorino Martín, las aguas volvieron a su cauce.
No obstante en el día de ayer volvió a desatarse el huracán. A través de una red social y tras el exitoso resultado de la corrida del domingo en la Monumental de México, donde El Juli, Saldivar y Silveti salieron a hombros por la Puerta del Arrastre, el ganadero gaditano Álvaro Núñez Benjumea afirmó textualmente:  “Un día vinieron los mexicanos aquí….a ver si al final no tenemos que acabar yendo a México en busca de toros con clase!!!!! Para terminar diciendo:  “Y en gran medida es, porque aquí, se piensa más en el toro, y allí en el TOREO. El eje de la tauromaquia no es el toro, sino el TOREO.”
Lo siento mucho pero no tengo más remedio que discrepar con la opinión del criador de toros español. En primer lugar por su desconocimiento de la historia del toro bravo mexicano. No es que yo sea un estudioso en la materia, pero antes de hablar hay que informarse y luego opinar. Y después por asegurar que el eje de la tauromaquia es el toreo y no el toro.
México, al igual que España, vive un delicado momento en cuanto a la fiesta de los toros se refiere. Los aficionados no encuentran aliciente al no encontrar una figura referente, ni tampoco un toro con cuajo y casta. Sólo lo espadas españoles son reclamo en el país azteca, pero albricias, allí también han llegado mangoneando e imponiendo un animal que les permita “gustarse” y “disfrutar”, para sumar festejos en la campaña americana. Solo la torista plaza jaliciense de Guadalajara vela en cuidar la presencia de los toros, quedando como único baluarte de una afición más purista, ya que Distrito Federal camina entre animales insignificantes y escándalos como el acaecido con Enrique Ponce en la presente temporada.
El toro mexicano siempre ha sido un toro de menos presencia que el español. La ganadería brava mexicana comienza a asentarse ya iniciado el siglo XX, cuando se importan las primeras vacas de ganaderías españolas. Hasta entonces se solían utilizar como raceadores los toros que se llevaban desde España destinados a ser lidiados. La ganadería mexicana sienta sus pilares, como ya ha quedado expuesto, en 1908 cuando por Bombita a instancia de Antonio Llaguno, se llevan seis vacas y dos novillos de Saltillo a la vacada de San Mateo, aumentada dos años después con diez vacas más del mismo hierro y que suponen a la larga la fuente de donde beben toda la ganadería brava mexicana.

Buenos ganaderos pues debieron ser los hermanos Llaguno, Antonio y Julián, que con un hato de dieciséis vacas y un toro, aclarar que los otros machos acabaron en manos de otros criadores, no solo hicieron una ganadería, sino que formaron prácticamente la cabaña brava mexicana. Por lo tanto en México nos encontramos, como ya dijo Delgado de la Cámara, con un toro mestizo. Un toro que no puede compararse con los españoles de ninguna de las maneras por mucho que, un artificioso triunfalismo, llene las plazas ante una afición ayuna de muchas emociones y deseosa de que la fiesta en el país salga del profundo bache que atraviesa desde hace unos años.

Más vale que en lugar de mirar el toro mexicano, el señor Núñez Benjumea tomará nota del trabajo hecho por los antiguos ganaderos mexicanos, que con vacas criollas y otras pocas importadas de España, lograron hacer una obra que aún perdura y que los actuales ganaderos mexicanos siguen mirando a España para mejorar sus vacadas. Señal que demuestra que la bravura goza de carta de naturaleza en nuestra piel de toro. Antes del cierre de fronteras sangres muy distantes de la mayoritaria de Saltillo, fueron entrando en México. En Barralva se adquirieron elementos de Atanasio Fernández; en Santa María de Xalpa Parladés a través de Domecq y Torrestrellas en el Torreón de Cañas.
En cuanto a su segunda afirmación de que el eje de la tauromaquia es el toreo, poco que decir. El cría un toro para el toreo y esta en su perfecto derecho. Pero que respete a la fiesta. Con afirmaciones como las que ha hecho muestra el pobre estado en que ésta se encuentra. El todo vale se ha implantado impuesto por un "sistema" que está dañando los valores de esta fiesta tan nuestra. Aunque ya suene a tópico, el enemigo está dentro y no fuera de las plaza gritando y haciendo ruido. O lo extirpamos de raiz, o esto se nos va a la mierda. 
La próxima vez que quiera expresarse que lo piense antes de decirlo, que cuente hasta diez. Si no habrá que advertirle en plan borbonico: Porqué no te callas¡¡¡

Fotos: Toros de Barralva (atanasio); Santa María de Xalpa (domecq) y Torreón de Cañas (torrestrella)

11/25/2012

EL TORO DE LAS FIGURAS


Una de las causas de la crisis que atraviesa la fiesta, por no decir la fundamental, es el momento que se vive en el campo bravo. El factor y pilar base de la fiesta no se está cuidando como debiera. Se ha impuesto un animal poco combativo, sin fiereza, sin pujanza y que con esas características no facilita un espectáculo dinámico.  Cuando el toro falla, o se cae, la fiesta se derrumba. Pierde su belleza trágica y su sentido sacrificial, reminiscencia de los primigenios ritos divinos mediterráneos.
La selección impuesta por el actual sistema nos ha traído este toro. Un toro dúctil y dócil que permite sumar actuaciones con un riesgo prácticamente inexistente. Un toro que ha hecho que la lidia sea incompleta, pues se ha cercenado un tercio completamente y ha hecho un trámite de otro. Todo se basa en el tercio final de muerte. El tercio en que los toreros de hoy buscan su loor y su gloria.
Un torero de los de antes, curtido en mil y una batallas, como es Andrés Vázquez ha puesto el grito en el cielo. Ha propugnado la vuelta de un toro con edad, con raza, con fuerza y con derecho a herir o matar. Como es natural las declaraciones del maestro de Villalpando fueron motivo de polémica. Muchos, entre ellos la prensa oficial que trata por todos los medios de no perder sus privilegios, se pusieron en contra de él. Otros, los menos, sobre todo aficionados de verdad y sabedores de la involución que el toro y la fiesta necesitan, aplaudieron las manifestaciones hechas por el veterano torero.

No habían vuelto las aguas a su cauce, cuando Julián López “El Juli” en entrevista realizada por un programa de televisión defendió el toro que hoy salta a los ruedos. Sus argumentos no eran otros que siempre las figuras han impuesto el toro a lidiar. Defendió que es en las corridas donde se lidian esos toros, siempre hay tres o cuatro que “rompen” a buenos, permitiendo con ello el éxito de sus matadores. Conceptos como  disfrutar, gustarse y sobre todo pasar un buen momento, son habituales con estos toros. Criticó por tanto a ganaderías más del gusto de los aficionados más puristas, diciendo que en contadas ocasiones suelen lidiar animales que lleven al triunfo del torero.
Es triste, muy triste, que lo que antes era una lucha sin cuartel y cruenta, donde se enfrentaban la razón y la  la fuerza bruta, hoy solo sea una caricatura de lo que fue la fiesta de los toros. ¿Quién se enfrenta a un toro, que puede matarte, pensando en disfrutar? ¿Quién va a jugarse la vida pensando en pasar un buen momento? La esencia se ha perdido. El toro de hoy no es apto para una fiesta con unos valores ancestrales de vida o muerte.

“El Juli” se equivoca. Es triste que el torero más capacitado del escalafón justifique la fiesta de hoy. Está claro la comodidad y la rentabilidad le obligan a ello. Sus argumentos no tienen solidez. Es cierto que las ganaderías que se han plegado al sistema impuesto, lidian al año más ejemplares aptos para el triunfo. Es obvio son mayoría, un solo encaste proveniente de la rama “parladé-tamarón-domecq” es mayoritario. También que el público que asiste a la corrida de hoy, de figuras me refiero, es menos entendido y conocedor de la lidia que los que suelen acudir al reclamo de ganaderías con menos tirón “comercial”, donde suelen asistir aficionados en el más amplio sentido de la palabra y con un conocimiento de la fiesta mucho mayor.
Tampoco lleva razón en que los figuras en el transcurso de la historia han impuesto un toro. Cierto es verdad, que mostraron predilección por ganaderías o encastes en concreto, pero también lo es que mataban, cuanto tenían que matar, reses de vacadas menos propicias para su lucimiento. Las figuras del toreo deben de ser como la mujer de Cesar, que aparte de serlo, también tienen que parecerlo. No bastan estos planteamientos de hoy de matar solo lo que se aviene a nuestro gusto y formas, hay que anunciarse con todo tipo de ganado. Es la única manera que no se pierdan encastes ni ganaderías, pero ya se sabe, el objetivo de hoy no es otro que el disfrute, y el toro impuesto nos lo permite. Por contra el encastado y con raza no.
La fiesta más que nunca necesita un cambio para salir del ostracismo y momentos bajos que atraviesa. Hace falta que las figuras, si quieren de verdad demostrar que lo son, den ese paso adelante y comiencen a pensar en el futuro. No son gestos puntuales, es una manera de justificar su estatus  Seria beneficioso para todos, especialmente para la fiesta que necesita pujanza y más verdad de la que tiene hoy por hoy.

Fotos: Guerrita estoqueando al toro "Cocinero" en Madrid.
          Manolete toreando en Barcelona un toro de Miura.
          El Juli toreando ceñido al toro de las figuras de hoy.

ENTREGA DEL V CERVATILLO TAURINO AL DR. MORAN GOMEZ


La fiesta de los toros tiene un halo de tragedia. Si el drama no estuviera presente, la liturgia de la tauromaquia, no tendría la grandeza que la hace única. El toro, animal sagrado y tótem ibérico por excelencia, tiene derecho a herir, incluso a matar, si el destino o la providencia así lo marcan. El hombre pone su conocimiento, su inteligencia y su saber, en una lucha sin igual en la que toro muestra su brio, su casta y su bravura. El hombre, como ha quedado dicho, es la razón. El toro la fuerza bruta. El racional, siempre que use su conocimiento con acierto, tiene las de ganar aunque en ocasiones un mínimo error, ocasiona la tragedia, ingrediente fundamental en nuestra sin par fiesta brava. 
Es ahí donde surge la figura de la ciencia. Desde los inicios de la corrida y al surgir el drama, el hombre herido era tratado de sus heridas por manos doctas en medicina. Es desde los mismos albores de la tauromaquia cuando la medicina taurina se hace presente, siendo por ello tan antigua como la fiesta misma. Hombres que en ocasiones han sido bálsamo sanador  arrebatando de la guadaña de la muerte hombres destrozados en las astas de los toros.
Conocidos son los nombres de Mascarell, Jiménez Guinea, Tamames, Val Carreres, García de la Torre o Vila, por citar a algunos. Son médicos a los que los aficionados conocen por muchos motivos, especialmente por haber sanado heridas de suma gravedad a diversos toreros en el transcurso de los tiempos. Luego también hay otros nombres anónimos. Aquellos médicos de provincias que recorren toda la geografía de plaza en plaza, de pueblo en pueblo, la mayoría de las ocasiones con medios y en enfermerías improvisadas y que hacen una labor importante en encierros, capeas y festejos en ese circuito menor alejado de las grandes ferias. Uno de esos galenos ha sido el premiado con el V Cervatillo Taurino que cada año pone en juego el grupo empresarial Cabezas Romero, el doctor Don Eliseo Morán Gómez.
En la noche del pasado viernes, en el restaurante Casa Rubio de la ciudad de Córdoba, tuvo lugar la entrega de tan preciado galardón. El doctor recibió en trofeo de manos de la presidenta de la Excma. Diputación, Doña María Luisa Ceballos, agradeciendo al jurado y al empresario la concesión de un galardón que se ha convertido en uno de los de mas prestigio de la antigua capital de la Bética romana. Acto seguido el galardonado improvisó un emotivo discurso donde narró todas las vicisitudes de un equipo médico, que como ha quedado dicho, está alejado de las grandes plazas y de las grandes ferias, aunque no por ello está exento del riesgo y la tragedia que lleva la fiesta aparejado.

Foto: Gentileza de Rafael Cobo. El galardonado junto con las autoridades, miembros del jurado, el empresario Miguel Cabezas, matadores de toros cordobeses y un espontaneo.


11/23/2012

GANADEROS Y GANADUROS



De siempre me ha interesado el toro de lidia. Es un animal que me impacto de niño. Lo veía imponente cuando pasaba cerca de “La Alamiriya”, o “El Parralejo” con mi padre. También cuando veía los imponentes “alonsos”, hoy ya en el recuerdo, mover sus impresionantes cuerpos rojizos, con acaramelados pitones, en la finca “La Vega” al pasar en tren dirección a Sevilla.
Tanta pasión despertó en mi tan enigmático animal, que pronto empecé a guardar fotografías, recortes de prensa y a buscar documentación sobre la historia de la formación de vacadas y genealogía de las mismas.
Años más tarde tuve la ocasión de conocerlo de cerca, también a sus criadores, por lo que de repente me vi imbuido en un mundo hermoso, lleno de romanticismo y valores. Unos valores que al día de hoy están cada vez menos estimados y en clara recesión dentro del mundo del toro.
La ganadería de bravo nunca fue un negocio rentable. Era complemento de otras explotaciones agrícolas y ganaderas. Se era ganadero por tradición o por afición, nunca por presunción, puesto que era una actividad de poca rentabilidad. Esto permitía que solo unos pocos se dedicaran a esta empresa. Poco a poco, sobre todo en época de bonanza económica, otros a los que otras actividades habían permitido ganar dinero, se hacían ganaderos por presunción, en la mayoría de las veces adquiriendo desechos a precios de oro, o bien, comprando ganaderías a ganaderos de segunda o tercera generación que no tenían la afición de sus predecesores.
Poco a poco los nuevos ganaderos comenzaron a abundar, los de siempre, como es lógico a escasear. Los primeros se plegaron a los intereses de los toreros. Criaron un toro cada vez menos toro, echaron al vino agua y primaron en la selección bondad ante fiereza. Los de siempre siguieron cultivando el legado recibido de sus mayores, continuaron pues en la cría del toro encastado y salvaje. Los primeros mientras coparon el mercado en perjuicio de los segundos. Estos se vieron marginados, desplazados e incomprendidos por los nuevos aficionados. Menos mal que Francia vela por algunos valores que en España despreciamos.
Los tiempos no son buenos. Los primeros para colocar sus productos tiran precios abajo para seguir manteniendo el mercado, o bien, venden camadas de enteras de añojos herrados a “ganaderos-empresarios-apoderados”, para que los recríen en sus fincas al objeto de  darles salida en las plazas que regentan, o bien en carteles donde están los toreros que apoderan. Los segundos andan en penitencia por el desierto. Se reducen hatos de vientres y se matan muchas reses en el matadero. Francia es un oasis, siempre y cuando la normativa sanitaria comunitaria lo permite.
La unión, como en todo el mundo taurino, es inexistente. Nadie defiende los intereses del grupo, solo los suyos. Cinco asociaciones de ganaderos existen en España. Cada una guerrea por su cuenta. La más antigua, centenaria ella, vegeta viviendo del pasado. Paradójicamente creada para evitar a los morucheros recriadores, permite al día de hoy, que alguno de sus miembros compre a otros compañeros camadas enteras para recriarlos hasta hacerlos cuatreños, para después lidiarlos por todo el orbe taurino. Permite la creación de nuevos hierros, algunos de diseño chabacano y hortero, a gentes ajenas a este mundo en el que buscan notoriedad para su nuevo status social y que luego acuden a las plazas con habano en boca y rubia oxigenada del brazo, dándole igual que los toros que crían sean muertos en vida en el ruedo. Tienen el mercado asegurado.
Los ganaderos de verdad, seguirán levantándose al despuntar el sol. Montaran a caballo y pasaran el día repasando cercado por cercado, lotes de vacas, añojos destetados, erales, utreros, toros de saca, aún sin saber si los podrá ver en una plaza, o por contrario, los tendrá que destinar a las calles del Levante español o a algún festejo de recortadores. Si tiene ocasión de lidiar en alguna plaza, acudirá modesto, casí de incógnito con una libretita en la mano donde tomará notas del juego que den sus toros.
El mundo al revés, así nos luce el pelo. La última es que una ganadería propiedad de alguien de poder en los entrebastidores de la fiesta, va a lidiar en una feria tan importante como Sevilla sin hacer méritos para ello. Una vez más se anteponen los intereses del mercado en detrimento de los de los aficionados y la fiesta como debe de ser. Su posición privilegiada le dará la oportunidad de colocar la camada sin problema. Otros que están y estarán al pie del cañón, viviran con el alma en vilo hasta ver sus cerrados vacíos  eso si los “taurinos” se lo permiten. Para estos últimos mi aplauso y mi reconocimiento. Aún se diferenciar quien es quien en el campo bravo.

11/20/2012

CORDOBA POR AHORA, RESPONDE


Ya lo hemos defendido en numerosas ocasiones. La afición a los toros en Córdoba no esta muerta, solo está profundamente dormida. Ha bastado un poco de cariño, de compresión y de trabajo bien enfocado para que ésta comience a abandonar el letargo  donde estaba sumida. Córdoba no necesita solo profesionalidad y buen hacer, también necesita hacerla saber que puede reverdecer viejos laureles. Tras varios años de tonos grises, en los últimos ya cercanos al negro, ha bastado que un equipo de gente trabajadora, encabezada por hijos de la propia Córdoba, parece que ha puesto los cimientos para la añorada y esperada recuperación.
Córdoba somos todos: ¡Abónate! es el reclamo, el lema que anuncia una nueva etapa que ojala sea el de una recuperación definitiva. El trabajo enaltece el espíritu  y trabajo no falta en el equipo que encabezan Ricardo Ramírez y Antonio Tejero. Tras una ilusionante renovación de abonados de años anteriores, con la traba de no tener datos de la anterior empresa, se ha iniciado la venta de abonos libres. Los cordobeses siguen acudiendo. Buena señal. La semilla sembrada comienza a brotar. Ahora solo hace falta crecer y madurar. Pero ojo, el trabajo tiene que seguir siendo estandarte. Hay que elaborar carteles para todos los que se están acercando a las taquillas del Coso de los Califas. Para los toreristas, y para los toristas. Para los aficionados y para el espectador ocasional. Para todo el mundo. Lo que ahora son cañas se pueden tornar en lanzas. Córdoba es así. Dura y difícil  Por eso hay que seguir ilusionandola para volver al sitio que por historia y derecho propio debe de ocupar en el universo taurino.
Mucho ánimo pues al nuevo equipo empresarial que ha logrado por el momento renovar la ilusión y despertar una afición que parecía haber pasado a mejor vida.

11/18/2012

CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA...O CASI.



El otro día nos levantábamos con la triste noticia. La familia García Palacios se había desprendido de la legendaria vacada de Concha y Sierra. Según anunciaban los portales “oficiales”, la venta se había llevado a efecto al transmitir a un empresario francés la totalidad de las vacas y los sementales, así como los derechos de hierro. Los García Palacios se reservan los todos los machos, por lo que durante algunos años los productos que se anuncien a nombre de la histórica torada serán de su propiedad.
Sorprende y mucho la noticia. Desde su adquisición a Miguel Báez, los García Palacios habían trabajado en una línea acertada. Primero eliminaron toda la descendencia de un toro del Conde de la Corte que puso “Litri” y luego continuaron con una labor selectiva en pos de devolver a tan importante vacada al sitio que siempre tuvo. Ya se sabe, para construir una ganadería hace falta una vida, para descomponerla solo unos años, y los García Palacios, muy a pesar del magnífico trabajo realizado, no han tenido paciencia y han desistido de su empresa. Y no la han tenido, a la paciencia me refiero, creo que por las imposiciones del sistema actual. Concha y Sierra siempre fue la ganadería más “torerista” de la rama vazqueña, pero en la actualidad se encuentra marginada por la torería precisamente por ser, según ellos, impropia para el toreo moderno. Trabas y más trabas han dejado a Concha y Sierra en fuera de juego. Novilladas, donde han saltado ejemplares que mostraban que el trabajo que se estaba haciendo era acertado, era la única salida para una ganadería otrora reclamada y exigida por todos, mientras que los productos del otro hierro familiar, el que lidia bajo la denominación de “Albarreal” con la casta dominante de "domecq", no tiene reparo alguno en ser estoqueado por la flor y nata de la torería actual, en ocasiones en plazas importantes.
La paciencia de José Luis García Palacios se ha agotado. Se ha desprendido de un sueño que persiguió y del que ha despertado con la amargura de que ha sido solo eso, un sueño. Ahora seguirán trabajando con los “domecqs” de “Albarreal” y aunque el trabajo sea más pobre, de seguro no tendrá tantas pegas como con los herederos de los “toros de la Viuda” y contaran con todo el "taurineo" a favor.
Los vientres y sementales se van a Francia. Un empresario galo, Jean Luc Couturier ha adquirido algo que se perderá para siempre del campo bravo español. Ignoro si el francés tendrá la panacea. Mucho dudo que pueda devolver esta singular ganadería a los lugares que ocupo en el pasado. Tampoco si sus criterios de selección serán los acertados. También si la afición gala asumirá las camadas de una vacada eminentemente torerista. Y por último si su afición no va a ser flor de un día. Sorprendió en febrero cuando adquirió los “condescortes” del Cura del Valverde, y ahora sorprende aún más al comprar el otro polo opuesto como es Concha y Sierra. Si ser ganadero con una sangre es una aventura difícil, de dos es una pura utopía. O si no que le pregunte a ganaderos de toda la vida como Victorino o Moreno Silva. Victorino no es capaz de levantar los “vegavillares” que compró a Barcial. De los Urcolas de Galache han dicho en muchas ocasiones que en el momento que salga un comprador serán traspasados con el nuevo hierro creado. Por otro lado José Joaquín Moreno Silva ha manifestado que los “alonsos”, pura sangre también de Urcola, están condenados a muerte. Solo quedan en La Vega machos que verán los últimos días de gloria en plazas menores y quién sabe si no en las calles del Levante español. 

El campo bravo español pierde una ganadería de leyenda y patrimonio de todos los aficionados al toro. Esperemos que el francés cuando vea que el sistema le da la espalda o le pone trabas, no arroje la toalla y tire un trozo de la historia brava española por la borda, aunque mucho me temo que esto es el principio de fin. Esto puede ser la crónica de una muerte anunciada. Esperemos que no.

Fotos: Salvador Giménez
(1) Toro de Concha y Sierra en la finca "El Campillo"
(2) Dos toros del hierro de Alonso Moreno de la Cova en "La Vega" el pasado mes de septiembre.

11/15/2012

EL BARROCO Y LA SENCILLEZ


Mucho añoramos una figura del toreo en estos tiempo similar a don Antonio Bienvenida. Torero de dinastia que ocupó una época del toreo, derramando a su vez una toreria añeja llena de un clasicismo fuera de lo normal. También tuvo la valentía de denunciar publicamente el fraude del afeitado, denuncia que le costó más de un disgusto con sus compañeros, pero el reconomiento de la afición y del público.
He encontrado este video de Bienvenida en internet. Impecablemente vestido con calzona, guayabera blanca y zahones, tocado con el sombrero de ala ancha, don Antonio, realiza labores de tentadero ante una vaca con edad y pitones. El video no tiene despercidio. Todo es comedido, con sentido, sin molestar para nada a la res. Sencillez herreriana, pero de pronto surge el chispazo, la forma de sacar y colocar la vaca en el caballo. Barroquismo puro. Compruebenlo en el segundo 0'40 y sobre todo disfrutenlo. El bárroco y la sencilles de un torero irrepetible.

11/14/2012

ILUSIONES RENOVADAS



Habrán notado los lectores habituales de esta bitácora taurina una cierta falta de actividad en la misma. Varios han sido los motivos que han hecho que la información, o la opinión personal del que esto escribe, no haya fluido como de costumbre. Primero fueron los problemas de salud, hoy parece que recuperados aunque cogidos con alfileres, de un familiar, para luego más tarde y quizás influido por lo anterior, un desencanto en general con todo lo que rodea a la fiesta, han sido las causas principales de esta apatía y abulia.
La fiesta se mueve en unos términos preocupantes. Todo gira en torno al beneficio de unos pocos, a los que nada importa el futuro de lo que hoy se mantienen. Todo es sumar y manejar a su antojo. El toro no tiene importancia alguna. Es solo un objeto que manipulan para conseguir sus propósitos. Poco les importa su presencia en un espectáculo en el que es eje fundamental. Sin toro no hay rito, y sin rito no hay fiesta. El público importa menos aún. Solo interesa una masa “domesticada”, igual que el toro, que aplauda el espectáculo de la corrida moderna. Una corrida incompleta, a la que se ha cercenado un tercio, el de varas, y camina irremediablemente hacía una fiesta sin sus valores ancestrales más representativos como pueden ser la tragedia, la emoción y el heroísmo.
La prensa oficial asiente y calla. La mayoría se han convertido en simples palmeros del sistema impuesto. Si hablas y denuncias pasas a ser un ser despreciable, maldito, talibán y mal aficionado. Por otro lado la prensa “oficiosa”, o sea blogueros y gente que desinteresadamente busca la integridad de la fiesta, no cesa en su empeño de devolver la verdad denunciando las tropelías de unos y otros, eso si, estrellándose ante la poderosas maquinaria del sistema que todo lo maneja y que todo lo puede. Otros peligrosamente se acercan a los primeros, y parecen girar hacía los objetivos que se tratan de imponer desde el poder.
De cuando en cuando hay quien le pone los puntos a las íes. El caso de Andrés Vázquez ha hecho mucho ruido en los últimos días. El maestro de Villalpando, torero de segunda fila en su época, pero curtido en capeas y que se labró un sitio con las corridas que hoy denominamos duras, no se ha andado con medias tintas. Vázquez ha reclamado los derechos del toro y ha puesto en tela de juicio la labor de algunos ganaderos, precisamente los que están plegados a los intereses del sistema. A aquellos que con tal de vender sus productos y verse en carteles con figuras traicionan la esencia misma de la fiesta. Los ganaderos ya no mandan en su casa. Veedores, apoderados, empresarios e incluso toreros, les marcan las líneas por las que deben de discurrir. Si se atraviesa mal asunto. Verse hoy fuera del circuito es la ruina, so pretexto que te sobre el dinero o tengas cartel en Francia, verdadero reducto de los que están fuera del gran circuito y que gracias a las vieja Galia romana sobreviven ante el panorama actual.
La actual Unión de Criadores de Toros de Lidia no defiende a sus asociados ante el sistema imperante. Una institución centenaria creada para defensa del intrusismo y de los recriadores de toros, hoy permite que sus asociados puedan en sus explotaciones tener un amplio muestrario de reses de varios hierros de la propia institución, para el abastecimiento de las plazas que explotan y el disfrute de los toreros a los que apoderan. También permite el acceso a gentes que poco les importa el toro, la historia, la fiesta y su valores, en el fondo la “pela es la pela” y por un puñado de euros gente advenediza, y sin afición alguna, forman parte de una organización cuyo objetivo fundamental debe ser la defensa de un toro integro y con diversidad que el campo bravo ha tenido.
Estos han sido muchos de los motivos que me han llevando a plantearme la continuidad de esta lucha tan cotidiana así como el cierre definitivo de “Córdoba Taurina”. Pero al final del túnel siempre aparece la luz. En este caso tres puntos en un túnel oscuro. He de confesar que tres personas, dos de ellos compañeros de prensa, así como un buen aficionado, que me ha hecho participe de su interés, para que forme parte del proyecto de recuperación como torista de una plaza dentro de la provincia, han sido el bálsamo que ha vuelto a despertar mi instinto de defensor de la fiesta con la que más me identifico.
Seguimos por lo tanto en la brecha y trataremos de informarles de todo lo que acontezca en el llamado Planeta Toro, sin importarnos para nada la denuncia de lo que sea lesivo en los intereses de la fiesta brava.

11/03/2012

PRESENTADA LA CAMPAÑA PARA LA VENTA DE ABONOS EN CORDOBA


La empresa Ramguertauro, S.L., que gestiona desde el pasado mes de septiembre la plaza de toros de Los Califas, presentó ayer la campaña de abonados para la temporada 2013, bajo el lema: "Córdoba somos todos: ¡Abónate!". El acto, que tuvo como marco el hotel Ayre, contó con la presencia de un numeroso público. 

Abrió las intervenciones el gerente de Ramguertauro, el subalterno cordobés Antonio Tejero, que puso de manifiesto el orgullo que le supone ver la respuesta del público hacia la propuesta de la empresa que representa. Tras hacer referencia al enorme trabajo que se está realizando para que la plaza de toros de Córdoba recupere el lugar que le corresponde, aludió a la universalidad de la ciudad e hizo especial hincapié en los momentos tan adversos que se viven a nivel económico y que repercuten en el normal funcionamiento de la fiesta de los toros, por lo que el trabajo diario y a pie de calle es vital para el éxito de esta campaña de abonados. 

Los abonos, que pueden llegar a tener un 25% de descuento, se comenzaran a vender a partir del próximo lunes a los antiguos abonados, a los que Tejero rogó su colaboración, ya que la empresa saliente no ha dejado listados de los abonos de 2012, y se expedirán de forma libre a partir del 19 de noviembre. También apuntó que estos abonos podrán contar con fraccionamiento de pago. Otra de las ventajas es la devolución del importe del abono en caso de que el cliente no esté satisfecho una vez se confeccionen los carteles. 

El presidente de la sociedad propietaria del Coso de los Califas, Tomás González de Canales, afirmó que la propiedad apoyará al nuevo empresario en estos momentos difíciles en los que se encuentra inmersa la economía, con objeto de lograr entre todos el objetivo marcado. 

En similar tono se mostró la delegada de Igualdad y Mujer de la Diputación, Trinidad Moreno, que felicitó a la nueva empresa por haber conseguido la respuesta del público en el acto de la presentación, deseando que esta capacidad de convocatoria sea la misma al final de la campaña, pues sobre todo hay que recuperar a Córdoba en el panorama taurino. 

Cerró el acto el alcalde, José Antonio Nieto, quien subrayó el empeño y el trabajo que está realizando Ramguertauro, que comienza a dar sus frutos. El gran nivel de asistencia al acto de ayer demuestra, según Nieto, que el mensaje de volver a poner en valor la feria cordobesa ha calado entre los distintos estamentos de la sociedad cordobesa. Argumentó que se abre una nueva etapa y que se ha hecho una apuesta valiente por parte de la empresa en estos momentos de grave crisis. El objetivo de llenar la plaza, concluyó el alcalde, no es solo de la empresa sino también representa un deseo de la ciudad. 

El contrato entre Ramguertauro y la sociedad propietaria de Los Califas tiene una duración de cuatro años, prorrogables dos más.

Foto: Ladis