LOS VERAGUAS DE NAVARRA

A los ganaderos románticos que luchan contra viento y marea para poder conservar ese encaste tan egregio como es el veragua, caso de Tomás Prieto de la Cal, de Julio de la Puerta con lo poquito puro que de conserva de lo originario de Veragua-Braganza a través de Curro Chica o el caballero luso Fernando Palha que a base de afición y capital ha reconstruido la antigua vacada "duquesa" de sus antepasados, debemos de añadir un nuevo nombre, Jesús Fraguas.
Jesús Fraguas, aficionado cabal y ganadero de bravo, aunque ya era propietario de una punta de reses "royas" de su tierra, invirtió hace unos años y adquirió en tierras toledanas la ganaderia encuadrada en AGL de Wenceslada de Paz, la cuál conserva en grado de pureza la vieja y añeja sangre que dieran fama los Duques de Veragua.
La ganadería tiene su origen en una venta que hicieron los hermanos Martín Alonso, antes de vender el grueso de la torada y derechos de hiero a Juan Pedro Domecq, al Marqués de Castronuevo. Este conservó la ganadería hasta su muerte, llegando posteriormente a manos de Mariano García de Lora y Emilio Arroyo, quien potenció la sangre vazqueña eliminando aquellas reses que no fueran puras de esta casta, obteniendo triunfos resonantes al igual que los tuvo Samuel de Paz que incluso a final de los ochenta, lidió y con exito en la feria de Valdemorillo. La ganadería la conservaba con cariño pero con escasos medios y mucho esfuerzo, la hermana de Salmuel, Wenceslada quien la vendió con todo el dolor de su corazón al navarro Jesús Fraguas.
Ahora en tierras del reino de Navarra, con acertados criterios selectivos y con el refrescamiento realizado con dos toros de Julio de la Puerta que han sido un exito, vistos los resultados de los tentaderos de vacas, Jesús Fraguas y sus hijos Ricardo y Natalia, sueñan con ver sus "veraguas" en los grandes carteles, tiempo les hara falta, pero la ilusión y los cimientos ya están puestos.