ALBASERRADA O SALTILLO

El aficionado más purista a la fiesta de toros busca siempre una bandera que ondear. También es ese aficionado el que ante la homogenización de la sangre brava se ha convertido en el valedor más leal de todos encastes históricos, minoritarios, en peligro de extinción o exóticos, depende del prisma con que se mire. Gracias a estos aficionados, llamados por los taurinos "radicales o talibanes", en la cabaña brava española se siguen conservando, aunque de forma minoritaria, encastes que son una auténtica joya genética en el panorama ganadero actual.

Una de las banderas que siempre han llevado los defensores del purismo ha sido la de la ganadería de Victorino Martín. El ganadero de Galapagar, desde que adquirió la vacada albaserrada a los Escudero Calvo, se convirtió en un referente para una afición al toro que veía como el taurinismo andante, imponía criterios a empresas y ganaderos. Victorino se mantuvo siempre en vanguardia. Con habilidad, no exenta de polémica, fue colocando sus productos en plazas importantes consiguiendo triunfos por la bravura picante y encastada del toro que criaba. Costó trabajo al ganadero llegar arriba, lo que realmente es digno de resaltar. Mantenerse en la cresta de la ola muchas temporadas.

El toro de Victorino Martín ofrece al espectador y aficionado una lidia distinta. Pujanza en el primer tercio y una embestida enrazada y entregada en el de muerte. El toro de albaserrada tiene importancia. El bueno requiere mucha firmeza y técnica. El malo, la alimaña como la definió el hoy dicharachero y charlatán locutor, pide oficio, valor y sobre todo saber jugar bien una partida difícil y complicada en la que la tragedia sobrevuela durante toda la lidia.

Es un toro distinto y con una personalidad acuñada desde que el conde de Santa Coloma vendiera a su hermano, el marqués de Albaserrada, la rama más asaltillada y pura de su ganadería. Por eso la bien ganada fama del toro del Victorino, no es solo suya. La importancia de esta sangre es algo que viene de lejos, de antiguo, y por ello la auténtica importancia del paleto de Galapagar ha sido el mantener un legado de un toro vital en la cabaña brava española.

Por ello Victorino ha tenido que adaptarse a los tiempos en los que le ha tocado vivir. En su liderazgo en defender algo único, ha tenido que pasar varios periodos de crisis. Una fue el positivo en unas pruebas de afeitado. Nunca estuvo de acuerdo y ante ello, se exilió voluntariamente a Francia donde lidió su camada completa. Luego buscando más bondad dulcificó en exceso las embestidas de sus pupilos cayendo en una bravura tontuna que fue de inmediato reprobada por sus seguidores.

No obstante ese bajón en la raza fue aprovechado por las figuras, que mataron y se apuntaron el tanto de enfrentarse a los antaño fieros albaserradas. Hoy y tras una desigual campaña de 2009, la ganadería trata de volver por donde siempre. Tras un soberano petardo en la feria de otoño madrileña, optó por no volver en Madrid durante la actual campaña. Alegando tener menos toros de saca, debido a una brucelosis detectada en la explotación hace cuatro años y que le obligó a sacrificar muchos vientres y añojos, Victorino está lidiando menos que otros años. Los resultados han sido desiguales y poco optimistas. Solo cabe la espera. La pregunta es ahora ¿volverán los albaserradas por sus fueros? Sólo Victorino Martín lo sabe.

Mientras tanto el aficionado cabal al toro bravo y encastado recurre a los productos derivados de la matriz de albaserrada. Lo que es lo mismo, Adolfo Martín o José Escolar, pero los resultados están siendo pobres e igualmente desiguales. Dando una vuelta de tuerca más, están entrando en el mercado los saltillos puros que pastan en la vega de Córdoba. Una fiera y enrazada novillada de Moreno Silva en Madrid, no apta para toreritos de pitiminí, ha puesto en valor al saltillo de toda la vida. Ahora la piedra de toque la tiene Enrique Moreno de la Cova en Orthez. Los franceses valoran ahora lo que nosotros despreciamos. Allí se lidiará una novillada que parece sacada del túnel del tiempo con la esperanza de ver el encaste Saltillo recuperado.