GANADERIA: Seis toros de Fermín
Bohórquez, reglamentariamente despuntados. Bien presentados y de juego
desigual. El mejor el lidiado en 5º lugar.
REJONEADORES: PABLO HERMOSO DE MENDOZA.
Rejón (dos orejas) y pinchazo y rejón (oreja)
ANDY CARTAGENA. Pinchazo y medio rejón
(ovación tras petición) y rejón con descabello desde el caballo (dos orejas)
DIEGO VENTURA. Rejón (dos orejas) y
pinchazo y rejón (dos orejas)
INCIDENCIAS: Plaza de toros de
Pozoblanco. Corrida de rejones con motivo de la feria de Nuestra Señora de las
Mercedes. Menos de tres cuartos. Tarde soleada y de temperatura agradable. Al
terminar el festejo los tres rejoneadores salieron a hombros por la Puerta
Grande.
Tras la tempestad vino la calma. Después
de unos días en que la ansiada lluvia hiciese su aparición, dando al traste con
la corrida goyesca programada, la plaza de toros de Pozoblanco pudo abrir sus
puertas. Y las abrió para albergar un espectáculo que a la postre resulto
apoteósico. Un festejo que supuso un acontecimiento en este año en que el coso
de los Llanos celebra su centenario. Y es que el rejoneo, que vive por cierto
una época dorada, es más que propicio para asegurar el éxito en un ciclo
taurino o en este tipo de conmemoraciones. Días pasados se escribió y se hablo
mucho de la figura de Antonio Cañero. Un homenaje encuadrado en unos actos
relacionados con el caballo fue motivo de polémica. Solo por apreciar el auge
del toreo a caballo en nuestros días, habría que reconocer la figura del rejoneador
cordobés que puso la primera piedra para que estos tipos de festejos tengan la
importancia que hoy tienen en el mundo del toro.
Encabezaba el cartel Pablo Hermoso de
Mendoza. Nada que decir, ni que descubrir en el caballero navarro. Si Antonio
Cañero es el alfa al rejoneo, Hermoso de Mendoza puede ser considerado la
omega. Innovador en muchos aspectos del toreo a caballo, Pablo Hermoso estuvo
en la tarde de ayer en maestro. Perfecto conocedor de terrenos y distancias,
con una doma ortodoxa y con su personalidad el rejoneador navarro volvió a
demostrar su categoría de primera figura del toreo a caballo. Correcto y
solvente toda la tarde hizo vibrar al público en sus dos faenas, cuajando así
una tarde triunfal. Una más en su carrera que parece no ver el fin.
Andy Cartagena atraviesa un buen
momento. Tiene una cuadra importante y eso le da un punto de moral más cada
tarde. Fácil en su comunicación con el público anduvo bullidor y en ocasiones
incluso temerario. Destacó en la colocación de banderillas al violín con
pirueta de salida en su primero al que no mato certeramente, por lo que no vio
premiada una lúcida actuación. En su segundo volvió a mostrar sus ganas
cabalgando a dos pistas tratando de llevar el cornúpeta cosido a la
cabalgadura. Bien con las cortas. Tardó su enemigo en morir y tuvo que echar
pie a tierra para finalmente cortar dos orejas.
Diego Ventura es hoy por hoy una
garantía de éxito. El luso criado y afincado en La Puebla del Río cuajó una
tarde importante. Tiene una cuadra solvente y de gran categoría. Si los
caballos consagrados son todo un aval, los nuevos no le andan a la zaga. Luego
el amor propio del caballero de no dejarse ganar la pelea por nadie hace lo
demás. Ventura gustó al público y se gustó a si mismo. Vibrante y espectacular.
Ortodoxo y pulcro en la doma, Diego Ventura volvió a redondear una tarde
importante en esta temporada. Lástima del pinchazo en su segundo, de haber
estado más certero a la primera el rabo estaba asegurado.
Tarde pues entretenida para todos y con
buen resultado artístico. Apoteosis ecuestre en el centenario del Coso de los
Llanos.
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