9/19/2016

LUIS FRANCISCO ESPLA EN CORDOBA


Como complemento a la entrada anterior de esta bitácora, dedicada al maestro Luis Francisco Esplá, hay que decir que se prodigo poco por Los Califas. El espada de Alicante solo partió plaza en el coso cordobés en cuatro ocasiones, donde siempre dio muestras de su personalidad y su tauromaquia con sabor a otra época del toreo.

También es de reseñar que su presentación como matador de toros, estaba prevista para el día 25 de septiembre de 1976, donde actuaría alternando con Agustín Parra "Parrita" y Alfonso Galan, quienes lidiarían seis toros de la desaparecida ganadería de "Los Campillones", encaste "contreras". Finalmente tal debut no se llevó a cabo, pues Esplá resultó herido días antes, lo que hizo imposible su comparecencia en el coso situado en la vieja Huerta de la Marquesa. A la postre aquella corrida donde se anunció, ante la ausencia del maestro Esplá, la alternativa de Antonio Benete "El Mesias", fue suspendida finalmente por la imposibilidad de reunir toros suficientes a la hora del sorteo (nihil sub sole novum).

Luis Francisco Esplá se presentó en Córdoba el día 25 de mayo de 1980, segundo festejo del abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, acompañado de Francisco Rivera "Paquirri" y José María Manzanares, ante toros de la vacada de "Torrestrella". Durante toda la tarde mostró Esplá lo que sería años después. Un torero dotado de una técnica envidiable, así como una tauromaquia con sabor al pasado, lo que unido a una barroca puesta en escena y un constante contacto con los tendidos, le llevaría a alcanzar altas cotas en el escalafón de matadores convirtiéndose en un torero de culto. Vestido de azul añil y azabache cuajó una notable faena a su extraordinario primero, de nombre "Rompevientos" y premiado con la vuelta al ruedo. Le montó un lío en el segundo tercio, siendo obligado incluso a dar una vuelta al anillo a su conclusión, y al que el mal uso de la espada, su punto flaco, le impidió cortar trofeos quedando en otra aclamada vuelta al ruedo. Sin fortuna en su segundo, solo pudo demostrar que existe lidia para los mansos siendo despedido con aplausos.

Ausente durante las campañas de 1981 y 1982, volvió a Los Califas en 1983, posiblemente a consecuencia del éxito obtenido un año antes en Madrid, con toros de Victorino Martín, en la llamada Corrida del Siglo. En esta ocasión alternó con el mexicano Manolo Arruza y Vicente Ruiz "El Soro", lidiando toros de Diego Puerta que sustituyeron a los anunciados de "Torrestrella". Esa tarde, de matadores-banderilleros, Esplá, de grana y oro, cuajo dos trasteos en su línea de variedad y sabor añejo. Una oreja de cada toro y salida a hombros junto al "Soro" por la Puerta de Los Califas, posiblemente en su actuación más redonda en Córdoba.

El torero de Alicante tarda ocho temporadas en volver a Los Califas. No es hasta 1991, en la corrida-concurso de ganaderías que trató de poner en valor la empresa Martín Gálvez, cuando Esplá vuelve a Córdoba. El festejo se celebra en la desaparecida feria de septiembre, en concreto el día 28 de septiembre. Alterna con Fermín Vioque y Enrique Ponce, jugándose toros de Ramón Sánchez, Guardiola Fantoni, Fermín Bohórquez, Sayalero y Bandrés, Marqués de Ruchena y Sancho Dávila. En una tarde marcada por el viento Luis Francisco Esplá, de azúl y oro, sólo puede mostrar su disposición, su sentido de la lidia y su oficio, donde cumplió con creces, además de en la labor ante sus dos toros, de Ramón Sánchez y Sayalero y Bandrés, en la dirección de la lidia como espada de más antigüedad.

Su última comparecencia en el coso califal, tuvo lugar en la temporada de 2000. Es durante la feria de mayo. Cierra el ciclo, el domingo 28 de mayo. Se anuncian toros de Victorino Martín. En el cartel, Esplá, Raul Gracia "El Tato" y José Luis Moreno. Esplá, de marino y oro, es un torero ya plenamente definido tras más de veinte años de alternativa. Conocedor de todos los entresijos del oficio, y también del comportamiento de variados encastes, se mostró en Córdoba como un maestro totalmente consolidado y que debió de servir como referente a nuevas generaciones. Lidiador y hábil con su peligroso primero, cuajó una torera e interesante faena al segundo de su lote, destacando en el toreo fundamental, así como en los adornos desempolvados de antiguas tauromaquias. Tras dejar media estocada y buscar el animal las tablas en junto a la puerta de cuadrillas, ordenó a su cuadrilla retirarse. Al llegar a los medios, el torero se volvió hacía donde estaba su oponente viéndolo doblar. Gesto de sapiencia de quien sabía que con aquella media estocada, había despenado a su oponente. Una oreja cortó de este toro y fue despedido de la plaza con una cerrada ovación que a la postre, será la última que reciba de luces en la plaza de toros de Córdoba.






1 comentario:

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

LUIS FRANCISCO ESPLÁ

Pinturero y gran torero
siempre fue Francisco Esplá,
y esforzado acude y va,
a encandilar al albero.
Olé majeza y salero
del torero alicantino
que tenaz se abrió camino
y es insólita rareza,
su despejada cabeza
dentro del mundo taurino.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho