5/29/2010

LO QUE NO DEBE SER UNA CORRIDA DE TOROS

GANADERIA: Seis toros de Parladé, terciados y de pobrísimo juego. Descastados, sin raza y sin fuerza.

TOREROS: ENRIQUE PONCE (grana y oro). Estocada (oreja con petición de la segunda) y media estocada (oreja tras aviso).
MIGUEL ANGEL PERERA (verde manzana y oro). Estocada trasera (ovación con saludos) y estocada baja (oreja)
ALEJANDRO TALAVANTE (barquillo y oro). Estocada baja y descabello (silencio) y pinchazo, estocada defectuosa y descabello (palmas)

INCIDENCIAS: Plaza de Toros de Córdoba. 6ª de abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Tres cuartos de plaza en tarde soleada y de agradable temperatura. Saludaron montera en mano Joselito Gutiérrez y Guillermo Barbero tras parear al quinto toro de la tarde. Alejandro Talavante sustituyó al inicialmente anunciado José María Manzanares, convaleciente de una intervención quirúrgica.

Salvador Giménez


Previsible es en la mayoría de las ocasiones el juego de los toros de Juan Pedro Domecq. Ya sea con el hierro de Veragua, o con el de Parladé, la mayoría de las ocasiones, la falta de raza y casta hacen que el espectáculo sea prácticamente inexistente. Menos mal, que de cuando en cuando, alguno se equivoca y le permite al hábil ganadero seguir vendiendo la burra, perdón el toro, del artisteo bovino. Al final de cuentas esto no tiene arreglo. Mientras los aficionados no demanden, y obliguen a los toreros, otro tipo de toro, la fiesta será como es ahora la mayoría de las tardes, anodina, aburrida, carente de emoción y mortecina. La fiesta necesita un revulsivo y ese puede ser un toro más enrazado, aunque por ahora esto se antoja imposible. Seis almas en pena saltaron ayer al ruedo cordobés, que dieron al traste con un cartel que inicialmente había despertado interés. No hubo nada más que ver la entrada que registró el coso, un público que fue demasiado benevolente con lo que aconteció en el redondel. Toros sin un ápice de raza, terciados de presentación -¿cuándo se va a definir el tipo de toro de Córdoba?-, y lo que es peor, de igual comportamiento y juego entre si. La corrida pareció una sesión continua de un viejo cine, donde se repetía la película una y otra vez hasta la saciedad.
Volvía a Córdoba tras unos años de ausencia Enrique Ponce. ¿Qué vamos descubrir a estas alturas del valenciano? Fácil y con un poso técnico muy sólido. Cortó una oreja a cada uno de sus oponentes. Dos orejas fáciles, benévolas y de poco peso. Ponce conoce perfectamente lo que tiene que hacer para sacar provecho a estos semovientes bovinos. Tirar líneas, acompañar el viaje y vender muy bien lo que hace. El merito es que lo hace tarde tras tarde, corrida tras corrida y temporada tras temporada. La eterna facilidad de Ponce. Esa facilidad es su gran mérito. Otros podrían aplicar la misma receta que el Chiva, pero es imposible. Ahí radica el mérito de Enrique Ponce, que lo que él hace, por muy fácil que sea, le es imposible al resto del escalafón.
Miguel Ángel Perera no anda fino. Pasó por Córdoba casi de puntillas a pesar de la oreja que cortó. Vulgar con el capote y con la muleta tampoco nada que destacar. Su primero, como toda la corrida, fue un pésimo colaborador. Trató de afianzarlo haciendo al toreo de abajo hacia arriba, pero nada más. Tandas sin sal ni pimienta. Ni fú ni fá. En su segundo se metió rápidamente en terrenos del toro y tras un toreo encimista, vulgar, acelerado y embarullado, cortó una oreja de las más baratas que se han cortado en los últimos años en Córdoba, que ya es decir.
Alejandro Talavante fue el sustituto del inicialmente anunciado Manzanares. Una vez más el extremeño pasó por Los Califas de puntillas, sin hacer ruido. Cierto es que su lote, como toda la corrida, fue el antitoro, pero al menos se debe de justificar una sustitución poco justificada. Inédito con el capote y despegado sin arrebatarse en ningún momento con la tela roja. Lo mejor fue su brevedad.

1 comentario:

Albiac dijo...

Sabía que serías sincero con los "toros" vistos ayer. De vergüenza Parladé.
No entiendo algunas crónicas que dicen "correctos de presentación".
Me estoy quedando a cuadros con el poco criterio del público de la plaza, que es soberano, eso sí.

Yo en mi blog soy algo más durillo, porque si no hay rivales de entidad, no tienen ningún mérito los triunfos. Las figuras sabrán...

http://javilopez.wordpress.com/2010/05/29/gran-enrique-ponce-en-la-becerrada-de-parlade-en-cordoba/