En la fiesta de los toros pintan bastos. Y no por los ataques que sufre desde fuera, no, si no por espectáculo tan devaluado y que sufrimos gracias a los de dentro. Pasó Valencia, pasó Sevilla y ahora está pasando Madrid. Nada está rodando a favor. Toros descastados que son una auténtica caricatura de lo que debe de ser el toro de lidia. Animales que dan pena en vez de miedo. Toros sin poder, toros sin fuerza, toros sin raza, toros que no venden cara su vida. En resumidas cuentas, toros podridos. Ya lo venimos diciendo desde hace tiempo. El toro es el pilar básico de la fiesta y si el pilar falla la fiesta se desmorona. La fiesta de hoy no tiene sentido alguno. No tiene sentido, porque ha perdido su alma. La lucha entre la razón humana contra la fuerza bruta de un animal indómito. La culpa de todo la tiene el taurinismo andante. Si, los que viven de la fiesta más culta de todas las fiestas. Hoy el ritual parece clonado tarde tras tarde. Un toro manipulado genéticamente buscando una dulzura que ha generado en la antítesis del toro real. Este es el toro que nos han impuesto estos mindundis, que lo quieren todo sin exponer un solo alamar. Este es el toro que buscan para sus grandes compromisos. Un toro que ha traído una limpieza étnica al campo bravo español, gracias también a un ganadero que ha vendido desechos a precio de oro. Nuevos ricos con ansia de ser ganaderos de feria grande han sido los que picaron en el anzuelo. O crías esto o no triunfaras, otra cosa no sirve, le aconsejaron los taurinos. También han sucumbido a este toro otros que han emborronado lo hecho por sus antepasados. Mata lo que tienes, eso no sirve, tienes que actualizarte, volvieron a aconsejar. Así poco a poco el mono encaste imperante se ha extendido como una mancha de aceite y con él el toro adulterado. El de los tauródromos, el de las fundas, el artista, el que dice su creador que tiene capacidad de luchar hasta morir. Ese es el toro que quieren. Los unos y los otros. Los que lo crían y los que lo matan. El toro de la milonga. El toro que está haciendo que la fiesta se hunda. O esto cambia con la vuelta del toro de verdad o esto se lo cargan y no los antis, si no los que viven de ello que precisamente es lo que más duele.
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