Para mi ayer fue un día triste. Si, para mi y para todos aquellos que aman al toro de lidia. En el día de ayer trascendió a la opinión pública, que otra ganadería señera, había terminado su historia en un triste matadero. La ganadería, otrora cordobesa, de Benavides ha pasado a la historia. Solo nos quedara el recuerdo de sus toros, encastados y con clase a la vez, de la singularidad de su sangre, obtenida a través de una cruza, y sobre todo por la bondadosa generosidad del ganadero que le dio forma. Francisco Martínez Benavides.
Tuve la ocasión de conocerle. Un hombre serio y de aspecto bonachón. Aún lo recuerdo en un antiguo coche de color negro que lo llevaba y traía de un lado para otro. Con reses de su hierro tuve la ocasión de ponerme delante las veces primeras. Eran nobles, pero no tontas. Todas las ferias de mayo esperaba con ansia el juego de sus toros. Sus corridas siempre despertaban mi entusiasmo. Toros que daban un gran juego tarde tras tarde. Siendo un niño tuve la ocasión de presenciar el juego del bravo "Madrileño", al que Antonio José Galán, cortó un rabo en la feria de Córdoba de 1973. El toro ganó el trofeo Toro de Oro del Circulo Taurino de Córdoba.
Siguió compareciendo feria tras feria con buenos resultados y sobre todo estoqueados por figuras del toreo. Cuando falleció el ganadero en 1989, legando mucho de su patrimonio a los "pobres" de su pueblo, Posadas, la ganadería fue difuminándose. Su sobrino Antonio Serrano intentó por todos los medios conservarla, pero los nuevos taurinos defensores del actual 'monoencaste', le dieron la espalda y con ello la puntilla. Atrás quedaron tardes de gloria en plazas como Córdoba o Madrid. Martínez Benavides se llevo consigo el carácter de sus toros. Luego la vacada pasó por las manos de Juan Serrano "Finito de Córdoba", al que algunos 'talibanes' culparon de haber destruido la ganadería, que la tuvo solo un año para transmitirla a José Luis Paredes, de Ecija, que padreó con toros 'murubeños' de El Capea, para cansarse pronto de la empresa y venderla a José María Bajo que tras comprar sangre de "domecq" la transmite definitivamente a la mercantil "Avadar, S.A." quien ha sido su último titular.
Triste pues esta noticia. Es lamentable que una vacada con carácter propio, como esta surgida de un cruce entre 'gracilianos' y 'murubes', haya dejado de pastar en nuestros campos y dar lustre a nuestra fiesta. Estamos condenados a lo que tanto criticamos, que no es otra cosa que al toro adocenado, bobo, borrego y sin bravura alguna.
Foto: Ladis. Las mulas dan la vuelta al ruedo al toro "Madrileño" en el Coso de Los Califas, al fondo el aguacilillo porta los máximos trofeos para Antonio José Galán.
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