EL LIO DE LOS ULTIMOS DIAS ENTRE DOS CRIADORES DE TOROS DE LIDIA...LUEGO SALDRAN BRAVOS O NO.

En alguna que otra ocasión he afirmado que la red es el futuro de la información. La rapidez, el fácil acceso y sobre todo la libre opinión, han hecho de internet un referente a la hora de informar. Los toros no podían quedar ajenos a las nuevas tecnologías. Ante el destierro de la información taurina en medios como televisión, prensa y radio, salvo contadas ocasiones, internet es hoy por hoy una herramienta básica para conocer lo que acontece a diario en el planeta toro.
Viene esta reflexión a colación de la polémica surgida en los últimos días, a raíz de unas declaraciones del ganadero onubense Tomás Prieto de la Cal, en una entrevista realizada por Pablo García Mancha. En ella el ganadero muestra su preocupación sobre el momento actual de la fiesta, y sobre todo por la implantación de un monoencaste en detrimento de otros, como el suyo, de gran tradición en la historia del toreo. Ante una pregunta, no sabemos si mal intencionada o no, sobre si había realizado algún cruce en su ganadería, Tomás, afirma rotundamente que jamás, afirmando que el comportamiento y tipo lo delataría de inmediato. Pues bien, esa entrevista aparentemente sin polémica, hizo que otro ganadero entrara como un elefante en una cacharrería y via tiwtter, lió la de Dios es Cristo.
No voy a entrar ni salir en lo que ya se ha dicho en los últimos días. Ni me voy a posicionar a favor o en contra de algo que debe ser vital en la fiesta de los toros, que no es otra cosa que el toro en sí. Respeto mucho a aquellos que pasan el día a caballo, repasando una y otra vez su ganado, no teniendo noches, ni días, ni tiempo para otros placeres más mundanos, tanto que no voy a despotricar de nadie que posiblemente, a ellos le cuesta el dinero, tenga una pasión mayor que yo por el toro. Pero no me resisto a dar mi opinión, que no es otra que dar la razón a Tomás Prieto de la Cal. Que conste que no es por conocerlo personalmente, tener afinidad con sus ideas, o bien ser un enamorado del encaste que cría. No conozco a Gerardo Ortega. Obviamente es un ganadero, al igual que Tomás, que pasa prácticamente el día en su finca y pendiente del toro. Los dos ganaderos hacen lo mismo, ahora, su ideal es distinto. Uno, más acorde a la fiesta de hoy, busca un toro noble, colaborador, dócil y toreable. Otro, nostálgico quizás de la época donde el ganadero mandaba, bendita locura, busca un toro bravo, encastado, con poder y que tenga capacidad de lucha en los tres tercios de la lidia. Lógicamente y como aficionado ante todo, prefiero una fiesta integra en sus tres tercios, con un toro fiero que venda cara su vida, sin manipulaciones y sobre todo que no interfiera nadie en su cría y selección que no sea su propietario. Es decir prefiero un toro como el veragua "Farolero" arrancandose seis veces al caballo, que a cualquiera de los que se lidian tarde tras tarde en nuestras plazas.
En relación a los cruces ¿Quién no ha cruzado en su vida? ¿Quién no ha experimentado refrescamiento con otras sangres? La mayoría de los encastes han surgido de cruces de sangres, el mismo vazqueño en sí no deja de ser una amalgama variada. Lo que ocurre es que cuando salen bien se pregonan y cuando fracasan se silencian. Prieto de la Cal ha reconocido el cruce con “Torrestrella” en los años ochenta. Producto del mismo fue la novillada lidiada en Jaén, cuyo cartel aparece en el blog de mi buen amigo Luis Miguel Parrado, de ahí que se anunciase como de procedencia Domecq. Este cartel guarda varias interrogantes que no me resisto a comentar. ¿Por qué se anuncia al ganadero solo como Tomás Prieto? ¿Por qué se pone procedencia Juan Pedro Domecq y no Veragua o Torrestrella? ¿Por qué realmente si los productos lidiados procedían de Domecq la novillada fue estoqueada por tres novilleros sin relieve, cuando los que encabezaban el escalafón estoquean una de Peralta? Sencillamente pienso que el que maquetó el cartelito en cuestión en la imprenta no tenía ni idea.