4/01/2012

EXITO EN EL FESTIVAL DE LA AECC.








GANADERIA: Un novillo-toro de “Los Espartales” para rejones, parado y descastado; y seis utreros de las ganaderías de Domingo Hernández y Garcigrande, bien presentados y de juego desigual.

ESPADAS: LEONARDO HERNANDEZ, rejoneador (ovación con saludos); ENRIQUE PONCE (oreja); FINITO DE CORDOBA (oreja); Manuel Díaz “EL CORDOBES” (silencio); JOSE LUIS MORENO (oreja); EL FANDI (oreja con petición de la segunda) y el novillero “GALLO-CHICO” (ovación con saludos).

INCIDENCIAS: Plaza de toros de “Los Califas” de Córdoba. Festival a beneficio de la AECC. Casi lleno en tarde desapacible en la que la lluvia hizo su aparición. Fueron atendidos en la enfermería el picador “El Patillas” y “El Fandi”. El primero de un esguince de rodilla y el segundo de una fuerte contusión torácica. Finalmente fue trasladado al hospital Cruz Roja donde tras examen radiológico se la apreció una fractura de la novena costilla.

Se alzó el telón un año más en el coso de “Los Califas”. El ya tradicional festival en beneficio de la delegación cordobesa de la Asociación Española Contra el Cáncer, dio el pistoletazo de salida de una nueva temporada, que según adelanto la empresa, este año tendrá un formato novedoso, ya que se celebrarán festejos todos los fines de semana del mes de mayo y la feria retornará a lo que siempre fue, una ciclo de tres o cuatro festejos. Esperemos que la respuesta del público sea la que la casa Chopera espera y Córdoba pueda remontar el vuelo que todos queremos.

En la tarde de ayer los tendidos de la plaza ofrecían una imagen inusual, ya que casi la totalidad del aforo se vio cubierto. Un año más el festival fue un éxito de público, éxito que también se vio refrendado en lo económico, con lo que el objetivo pretendido por la AECC estaba más que cubierto. El público que acude a este festival es un público heterogéneo, un público que aúna todos los tipos ocasionales que pueden acudir a un espectáculo taurino. Desde los aficionados más entendidos y asolerados, hasta los que acuden por ver primera a un coso taurino y descubren la fiesta. Por ello, y la benevolencia que tienen este tipo de festejos, el resultado artístico en muchas ocasiones no refleja realmente lo acontecido en el redondel.

Abrió plaza el joven Leonardo Hernández quien hizo gala de una exquisita monta. Destacó en toda su labor por un concepto clásico del rejoneo, ante un novillo que terminó parado y poco colaborador, aunque también tuvo alguna concesión al gran público con piruetas en la cara y desplantes temerarios. Lástima que no tuviera tino con los aceros pues de seguro hubiera obtenido algún trofeo.

Enrique Ponce se topó con un animal desclasado y con el viento en contra. Aún así el valenciano sacó sus armas y consiguió un trasteo basado en su ya reconocida técnica y sapiencia. Labor por tanto meritoria que el público premió con la primera oreja de la tarde, pese a no estar fino con los aceros.

Finito de Córdoba recibió a su oponente con un manojo de verónicas de buena factura, para luego cuajar un bello y estético trasteo. Largos y templados los derechazos, destacando las tandas por su innegable pureza y sentido estético. Bajó el diapasón con la mano izquierda, volviendo la faena a tomar aire en las postrimerías con un pinturero toreo accesorio. 

Manuel Díaz “El Cordobés” es muy querido en esta tierra. Por eso siempre que pisa el albero de “Los Califas”, Manolo trata de complacer a su “gente” poniendo toda la carne en el asador. En la tarde de ayer, pese a todo lo dicho, “El Cordobés” no tuvo suerte, pues se topo con el peor novillo de la tarde y con el temporal en contra. No obstante hay que aplaudir su esfuerzo y sus ganas continuas de agradar a la concurrencia.

Lo mejor de la tarde vino de manos de José Luis Moreno. El de Dos Torres se encuentra en un momento dulce. Sus nuevos mentores le han devuelto la ilusión y las ganas de ocupar el sitio que merece en el escalafón. Sentido su toreo de capote donde destacó con los lances que sirvieron para colocar a su oponente en suerte para el tercio de varas. Luego con la muleta cuajó posiblemente la faena de la tarde con tandas rotundas y de mucha verdad. Luego el novillo al sentirse domeñado y vencido se rajó y todo quedo breve, pero con un sabor a toreo caro. La espada, una vez más, le jugó una mala pasada, pero aun así cortó una merecidísima oreja.

“El Fandi” es un torero eminentemente popular. Sus formas hacen las delicias del gran público. Variado con el capote, espectacular en el segundo tercio y valeroso con la franela son sus avales para triunfar tarde tras tarde. Esto hizo que el público cordobés se le entregara rápidamente. Cuando toreaba de muleta sufrió una espectacular voltereta que le provocó una fractura de costilla. Mató de forma eficaz tras un pinchazo y el público solicitó a la presidencia el doble trofeo, que esta considero excesivo llevándose por ello una sonora bronca.

El novillero cordobés “Gallo-Chico” estuvo en lo que es, novillero. Siempre apuntó buenas formas con su toreo vertical y de quietud. En la tarde de ayer volvió a mostrar una vez más estas cualidades, añadiendo un valor rayano en la temeridad, lo que le hizo sufrir varias volteretas que no le arredraron un ápice las ganas de triunfar en su tierra. Mal con la espada se tuvo que contentar con saludar desde el tercio.


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