Uno de los
acontecimientos de la temporada taurina en la provincia de Córdoba, será la inauguración del Coliseo de
Almedinilla. A través de anteriores entradas, en esta bitácora taurina, le
hemos venido informando puntualmente de cómo se desarrolla la organización del
acto. Poco a poco se van cerrando y ajustando detalles. Conocemos ya a dos
integrantes del cartel. No ponemos objeción alguna a su inclusión. Uno, por ser
lo que fue en el mundo de los toros, y el otro, porque es una de las figuras
más relevantes del escalafón en la actualidad. Hasta aquí nada que reprochar a
la comisión municipal que se encarga de la organización de este acontecimiento.
Pero llegado este momento, no me queda nada más que hacer una sugerencia, la
cual manifiesto a que paso a realizar a continuación.
En los tiempos que
vivimos, vemos como en todo, se están perdiendo gran cantidad de valores
tradicionales. Los toros, como no, no podían ser menos y los valores de antaño
están tan deteriorados, que se pueden considerar perdidos. Viene este
pensamiento porque estamos viendo como se mercadea el puesto aún vacante del
cartel, trapicheando con él para
saciar compromisos, así como atender rogativas y favores. Aunque se sospecha
que todo está atado, y bien atado, aún no se ha hecho público, aunque se pudo
filtrar interesadamente a la prensa, el nombre del tercer espada que traerá de
seguro olor a salinas gaditanas.
Todo torero tiene algún
derecho en formar parte de un cartel. Más aún en este tiempo donde más que los
valores, mandan los despachos y los agradecimientos por servicios anteriores prestados,
o futuros por prestar. Este cartel inaugural demanda a voces a un torero local,
y si es emergente, mejor que mejor. Por
eso si alguien debe de cerrar el cartel, este no es otro que el torero cordobés
Andrés Luis Dorado, quien se ha ganado con creces su inclusión.
No es una demanda
localista y mucho menos aún partidista. A Dorado nadie le ha regalado nada en
su carrera. Tampoco ha gozado del favor de la prensa, ni local, ni nacional, y
han sido muchas las trabas que ha sufrido en su trayectoria. Tras una etapa novilleril
satisfactoria se le negó tomar la alternativa en el coso califal, como así lo
hicieron todos los de su generación. Se fue a Montoro a tomarla, y para colmo
de males su padrino cuajó una faena histórica. Luego se ha venido forjando en
temporadas cortas e intensas, matando corridas de hierros de poca garantía,
para irse consolidando, poco a poco, como un valor a tener en cuenta. Su
esfuerzo no puede quedar sin premio. Dorado es un torero en sazón. Sus últimas
temporadas, donde precisamente en la subbetica cordobesa ha rayado a gran
altura, lo ratifican para mirar más alto en el escalafón. Sería justo premio su
inclusión en Almedinilla, se lo ha ganado en la plaza y ante el toro. La
comisión no puede mirar para otro lado, y justificar lo injustificable. Si otro
espada foráneo remata el cartel, el nombre de Dorado será de nuevo agraviado,
pues se le estará negando un lugar que ha ganado con su esfuerzo y con su
propia sangre.
3 comentarios:
Completamente de acuerdo con usted. Todo aficionado que haya seguido con interés la pasada temporada taurina habrá visto cómo Dorado ha triunfado en la Subbética (Priego y Cabra)durante dos años consecutivos (a los premios recibidos me remito). Qué duda cabe sobre los "trapicheos" de esta fiesta que no siempre valora el esfuerzo y tesón de estas personas que lo dan todo para conseguir sus objetivos. ¡Qué pena que los apellidos o sonoridad de algunos nombres se identifiquen con una supuesta calidad taurina! Espero que la honestidad de esta comisión taurina se haga presente en esta ocasión e incluyan a Dorado en el cartel de inauguración. Se lo merece.
Felicidades Salvador por este gran articulo.
Es de justicia que Dorado esté en Almedinilla como triunfador si no es así es una vergüenza para la comisión de Almedinilla.
Sería de justicia la inclusión de André Luis Dorado en dicho cartel inaugural. Esperemos que así sea y podamos ir a verlo en esta ocasión.
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