Mientras Los Califas continua con
una programación ajena para lo que fue concebida, que no es otra que celebrar
espectáculos taurinos, las plazas de la provincia comienzan a despertar del
letargo en que se ven sumidas durante muchos meses. Es triste que este año, en
que se conmemora el centenario del nacimiento de Manolete, el coso califal haya
abierto sus puertas para celebrar festejos de toros solo en cuatro ocasiones.
Esta efeméride debió, o debe de ser pues aún no es tarde, referente en el
llamado planeta toro y no quedar hueca sin ningún festejo taurino. Lo que se
está conmemorando no es otra cosa que el nacimiento de un mito, que lo es por
muchas cosas, pero sobre todo por haber sido un referente en una disciplina
artística milenaria, como es la tauromaquia, a la que trajo unas formas y
maneras que fueron claves para la evolución de la misma. A esto hay que unir
una personalidad única y magnética que hicieron que su figura fuera mucho más
allá de las plazas de toros, llenando así toda una época en la historia.
Todavía no es tarde, aunque
parece que no va a ser así, la celebración de un festejo homenaje al arquitecto
del toreo moderno, como lo denomina el escritor Delgado de la Cámara, sobre la
arena califal. Es triste que la sombra de Manolete permanezca viva en la ciudad
cien años después, pero que en el coso taurino de la ciudad esté ausente más
allá del busto que modelara Ruiz Olmos y que cohabita con los demás califas
haciendo escolta a la puerta grande.
La afición cordobesa se ve
obligada a salir de la ciudad para presenciar festejos taurinos. Algunos
abandonan los límites de la provincia y se aventuran a ver corridas en ferias
de localidades cercanas, o incluso han seguido las evoluciones de las promesas
que apuntan, casos de Lagartijo, en Sevilla o Madrid, o de la reciente triunfadora en el ciclo de
novilladas nocturnas de Sevilla, Rocío Romero.
Con la feria de las novilladas de
lujo de Montilla en el recuerdo, y en el más absoluto olvido, han sido tres
localidades del norte de la provincia las que han presentado sus carteles
taurinos para celebrar aparejados a sus tradicionales fiestas. Es posiblemente
la única válvula de escape que tengan muchos cordobeses para sentarse en los
tendidos de una plaza de toros.
El primero de ellos tendrá lugar
el próximo día 4 de agosto en la localidad de Villanueva de Córdoba. Allí el
empresario Enrique Luján junto al matador de toros, hoy en las filas de plata,
Ángel Luis Carmona, han preparado un festejo mixto que reúne varios alicientes.
El primero es la presentación, han leído bien, de un Enrique Ponce que tras
veintisiete años de alternativa, partirá plaza montera en mano. Será acompañado
por el saltereño Manuel Jesús "El Cid", que viene de cuajar una
faena, que posiblemente será una de las de la temporada, en la feria de
Santander, eso sí, mal rubricada con los aceros. Junto a ellos hará el paseíllo
el novillero local Carlos Jordán quien debutará con los del castoreño. Para la
ocasión se ha preparado un encierro de sangre "ibarra" con el hierro
de Sancho Dávila.
Vuelven los toros a la centenaria
de Belmez tras un año en blanco. La afición belmezana se reivindica como la
abanderada torista de la provincia y verá este año lidiar en su plaza una
corrida, nada más y nada menos, con el hierro de Albaserrada, propiedad del
mediático Victorino Martin. Los encargados de estoquearlos el próximo día 9 de
septiembre, serán mano a mano Paco Ureña, quien atraviesa un momento cumbre en
su carrera, junto al sevillano Pepe Moral, que estuvo a punto de abrir la
Puerta del Príncipe en Sevilla durante la última feria de abril, ante toros de
otra ganadería señera y legendaria como es la de Miura. Un cartel atractivo, al
menos para los más defensores del toro bravo, el que ha montado el empresario
Jorge Buendía, y que de seguro no solo atraerá aficionados de la comarca, sino
de toda la provincia e incluso de fuera de ella, y es que Victorino Martín es
un reclamo muy atractivo para la garantía de un espectáculo taurino con
dinamismo y variedad.
Pozoblanco cerrará el mes de
septiembre con la celebración de su feria en honor de Nuestra Señora de las
Mercedes. Dos festejos ha preparado Antonio Tejero. En la corrida de toros, que
tendrá lugar el día 23, alternaran Antonio Ferrera, que está sorprendiendo allá
por donde actúa, obteniendo triunfos importantes en plazas como las de Sevilla
y Madrid, mostrando unas lidias plenas y dinámicas, llenas de ortodoxia y no
carentes de pellizco y buen gusto. David Mora, un torero que ha demostrado con
creces de lo que es capaz, con salidas a hombros por la Puerta Grande de las
Ventas, y que el sistema maltrata de forma injusta, será el segundo espada del
cartel, que completa un joven José Garrido que trata de abrirse paso en el
escalafón con unas formas que gustan al aficionado. Los toros pertenecerán al hierro
de Alcurrucen que es uno de los que salvaguardan una sangre importante en el
campo bravo, caso de la de Núñez. Para el 24, Pozoblanco albergará un festejo
de rejones con la participación de Sergio Galán, Leonardo Hernández y la
francesa Lea Vicens, quienes tendrán como oponentes toros de la ganadería
portuguesa de Passanha.
A falta de que sean presentados
los carteles de las localidades de la subbetica cordobesa, estos son, por
ahora, los festejos donde la afición podrá asistir para disfrutar de la tauromaquia.
Alicientes hay para ello, y para todos los gustos, pues la fiesta debe de tener
variabilidad y diversidad.
El Día de Córdoba (31/07/2017)
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