La afición toma la
palabra y voces autorizadas de la ciudad señalan que es necesario un giro en la
gestión, de manera que el público regrese y las jóvenes promesas puedan ser un
estímulo
Hace una semana que
terminó la feria taurina.
Un ciclo de pobre resultado en
cuanto a asistencia de público y venida a menos. Pocos espectáculos los
programados, incluso si comparamos Córdoba con otras plazas de menor categoría.
La travesía por el desierto comienza a ser demasiado larga. Visto lo visto,
urge encontrar los motivos que han llevado a la tauromaquia en Córdoba a este
punto tan pobre. También, saber si el posible su recuperación de cara al futuro, pues
Córdoba, hoy por hoy, no ocupa el lugar que por historia le corresponde.
La coincidencia con la Feria de San Isidro de Madrid,
los precios, la lejanía del coso de Los Califas respecto al recinto ferial, la
labor empresarial, así como la propiedad de la plaza, son los argumentos que
siempre salen a relucir cuando se trata de recabar la opinión de la afición
sobre la problemática actual.
Cada vez son
más las voces que se muestran favorables a una apertura de los festejos, más allá de
la semana de feria, como Manuel
Vázquez, aficionado y ex gerente del Centro de Promoción
Taurina Manolete, que opina que hay que “intentar que la programación sea
aprovechar el mayo cordobés, no solamente en feria, que es una fecha muy mala”.
De igual
opinión es José María Portillo,
presidente de la Tertulia Taurina El Castoreño del Real Círculo de la Amistad,
para quien “lo más obvio sería trasladar los toros haciéndolos coincidir con
otros acontecimientos que atraen mucho público forastero”. También Alfonso Téllez, presidente del
Círculo Taurino de Córdoba, se muestra partidario por la celebración de
festejos fuera de la feria, argumentando que antes los pobres resultados de
público es necesaria la “innovación, si el sistema actual no funciona, y a los
hechos me remito, habrá que innovar, aprovechar el turismo de Cruces y Patios”.
También
apuntan a la promoción de festejos menores para la búsqueda de toreros que sean
capaces de ilusionar a la afición. Manuel Vázquez manifiesta que “la escuela
hay que potenciarla de tal forma que pueda salir algún chaval de aquí que
ilusione al público y la gente vuelva a ir a los toros”.
Para Juan Carlos Ávalos, novillero
retirado y aficionado, también es “vital la escuela taurina. Tenemos los
mejores profesionales, matadores de renombre vivos y debemos fomentar a través
de ellos la tauromaquia.
La Escuela
de Córdoba no puede tener solo cuatro o cinco novilleros y, para eso la escuela
debe promocionarse más que nunca. Si hay escuela, habrá afición, pues son los
chavales los que llevaran a sus amigos a la plaza y si hay, como en mi tiempo,
15 o 20 novilleros se pueden plantear hacer nocturnas en el mes de
junio”. José Luis Arranz,
aficionado y copropietario de la recordada Taberna El Coto, dice que es importante
la promoción”, pues “en El Coto teníamos un trofeo al mejor novillero que se ha
dejado porque no las hay”.
LA ESCUELA DE CÓRDOBA NO PUEDE TENER SOLO CUATRO O CINCO
NOVILLEROS
Trabajo es otra de las
palabras que saltan a la palestra. Todos los consultados consideran que es
fundamental para la organización del abono cordobés. Ávalos precisa que hay que
“trabajar con ilusión y tiempo, no
se pueden presentar unos carteles 15 días antes. Hay que
echarle imaginación al asunto y despertar a la afición desde mucho antes de la
feria, charlas, actos y, sobre todo, tener la feria medio amarrada dos meses
antes; que la gente sepa a quién va a ver y con qué ganaderías”.
En similares
términos se expresa Manuel
Vázquez, para quien Córdoba precisa “un empresario que trabaje
la plaza todo el año, nunca que anuncie los carteles un mes antes”.
Luis
Miguel Parrado, crítico y tratadista taurino, añade: “El futuro de la plaza de
Córdoba, si es que la propiedad está verdaderamente interesada en que haya
futuro, pasa por un cambio radical de gestión. Es fundamental que la plaza sea
regida por alguien que conozca Córdoba y su afición, que la entienda y la
motive. Es inasumible, por ejemplo, que los carteles se presenten a tan pocos
días vista del comienzo del ciclo, que apenas se haya publicitado y no se haya
generado ilusión en los posibles espectadores”.
Como
colofón, Alfonso Téllez propone
“una reunión urgente de todos los estamentos taurinos (propiedad, peñas,
Escuela Taurina, profesionales, periodistas...) para afrontar el problema y
buscar posibles soluciones. Sería una irresponsabilidad dejarlo en el olvido
hasta el año que viene”.
Es lo que
piensa la afición de la ciudad. Ahora solo hace falta ver si caminando en esa
dirección será posible la deseada
recuperación para el Coso de los Califas y la Córdoba
taurina.
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