Hoy es el día esperado. El día, en que parece, que la tauromaquia resurgirá de sus cenizas como el ave Fenix. El día en que desaparecerán todos sus pecados y vicios. El día donde todo el planeta toro copara el centro de atención del universo. El día en que vuelve a los ruedos el torero donde se han reencarnado todos los sumos pontífices del arte de Cuchares, y sus seguidores, abducidos por los misterios del nuevo iluminado, llenaran los tendidos para rendir culto, pase lo que pase, a este presunto nuevo Dios del arte del toreo.
Lo malo es que cuando pase el día de hoy, todo seguirá tal y como está. La tauromaquia será perseguida y calumniada por animalistas e neo-ilustrados, continuaran sus vicios interiores que dañan mucho más que los que puedan causar los antes nombrados, el planeta toro desaparecerá de las parrillas de televisión y radio, los seguidores del “iluminado” no volverán otras plazas que no sean en las que actúe su Mesías y todo volverá a ser como ha venido siendo hasta este día.
José Tomás vuelve tras un percance grave en tierras aztecas que fue debidamente publicitado por su maquinaria de marketing, al igual que su eterna recuperación. Luego a la vuelta nada nuevo. Temporada corta, en plazas poco exigentes, con el medio toro y con compañeros que no le molesten en su mesiánica vuelta. La maquinaria que maneja Boix sigue su curso. Pañuelos de diseño para pedir las orejas para el salvador de la fiesta, declaraciones en las que se afirma que Tomás ha perfeccionado su particular tauromaquia y un sinfín de milongas que los “abducidos” creen a pie juntillas.
La fiesta vive y puede vivir sin el de Galapagar. Ha quedado demostrado. Con sus vicios y virtudes, pero viva como siempre. Con las guerras de los que están tirando de la temporada. Sobre todo con un Manzanares deslumbrante, hoy relajado, y un Juli que puede con todo. Ahí era donde tenía que entrar este presunto figurón del toreo, en batalla frontal con estos toreros si quiere demostrar su hegemonía. Alejarse del marketing y propaganda de un hábil management, que no apoderado, y comparecer en plazas y ferias de importancia con los que de verdad, a pesar de sus pecados, están tirando del carro. Y ojo, importante, delante del toro toro, del que está en el campo y que se verá irremediablemente sacrificado tras mostrar su bravura en las calles del Levante español, o bien en ruedos con toreros mal denominados de tercera fila en tierras del país galo.
Pero hoy es el día señalado. El de lo efímero y artificial. Lo demás son sueños y como dijo Calderón: la vida es sueño y los sueños, sueños son.
2 comentarios:
Salvador me magnifica la entrada. Calderón de la barca fue un sabio de la palabra escrita y tu es eres un sabio de la tauromaquia y del mundo real del TORO BRAVO, amen de tu prosa.
Ni éste, ni sus teóricos competidores, vienen a la Fiesta más que llevarse la bolsa.
Y los que aún le ven la cara al toro,porque si no no se comerían un pimiento,están locos por pasar a la casta de los que matan torillos manipulados desde antes que sus padres fuesen novios de sus madres (de los torillos).
La Fiesta tiene media en las agujas que le han metido toda ésta canalla de taurinos y toreritos de mazapán, incluído el famoso mito ,palabro que bien pudiese derivar de "mito...rear torillos reescogidos, con toreritos bondadosos y en plazas de diseño".
¡Amos venga ya !.Repito,ni éste ,ni ninguno de los nuevos "cultos", que engañan al aficionado y envilecen al toro y a la Fiesta,la van a salvar de nada,porque para salvarla de verdad lo primero es salvarla de ellos mismos.
Si ésto se tiene que acabar ,que se acabe cuanto antes y que los que no se hayan hecho ricos colaborando a su destrucción, se pongan a buscar trabajo.Indecentes.
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