Con este ambiente, es natural que el chaval quisiera ser torero. Comienza su padre a llevarlo a tentaderos y capeas hasta que tras una intensa preparación se presenta ante el público en Barcelona.
Su presentación en Córdoba acontece el día 27 de Mayo de 1975 toreando con Sebastián Cortés y Gabriel Puerta con novillos de Torrestrella. El chaval gusta y repitió el 15 de Junio junto a “El Tempranillo” y “El Mesías” con novillos de Juan Gallardo. Vuelve a Los Califas el 29 de dicho mes con “El Mesías” y Álvaro Martín Vázquez y novillos de Bernardino Piris.
Aún volvería a actuar en Córdoba dos tardes mas esa temporada. Sería en la desaparecida feria de Septiembre. La tarde del día 27 junto a Luis Francisco Esplá y López Heredia lidiando novillos de la Vda. de Diego Garrido Domínguez y al día siguiente, día 28, con “El Mesías” y “Manili” con ganado de Manuel Camacho.
Con muchísimo ambiente en Córdoba, la temporada de 1976 Agustín tiene firmadas tres corridas de toros en la feria de Mayo cordobesa. La primera, la de la alternativa, la tarde del 27 de Mayo. El padrino Curro Romero y como testigo “Niño de la Capea”. Los toros pertenecían a la ganadería de Manuel González Cabello. El toro de la alternativa, de nombre Aguamiel, estaba marcado con el nº 137, negro zaíno girón, y dio un peso de 517 kilos.
La segunda corrida fue el día 29, cinco toros de Francisco Martínez de Benavides y uno de María Coronel de Núñez alternando con Palomo Linares y “Paquirri”.
La tercera corrida de toros se celebró al día siguiente, 30, junto a José Mari Manzanares y Paco Alcalde con toros de María Coronel de Núñez.
Esa temporada de 1976, aún estuvo “Parrita “ anunciado otra vez en la plaza de toros de Córdoba. Debía torear el 25 de Septiembre junto a Esplá y Alfonso Galán. Esplá fue herido unos días antes y le sustituyó “El Mesias” que tomaría la alternativa pero la corrida no llegó a celebrarse por lluvia. Los toros pertenecían a Los Campillones.
Hoy a los treinta años de su retirada charlamos con Agustín sentados a la sombra de una encina en la finca serrana de Valle Almendros. Muy aficionado a la cacería, ha bajado desde Madrid, donde reside, a pasar unos días de asueto con sus amigos los hermanos Sánchez Saco.
- Que recuerdos le traen aquellos años…
- Los recuerdos más bonitos datan de mis comienzos. Esa ilusión que tenía por ser torero me tenía sin dormir. También recuerdo con especial cariño la tarde de mi alternativa. Fue un momento irrepetible.
- Maestro, se queda con el toro de antes o el de ahora..
- El toro de antes estaba menos atacado de kilos y repetía más. Era más toreable. Por tanto daba más espectáculo, El toro de hoy es más grande, pesa más y por consiguiente se mueve menos…El torero no se puede lucir tanto. Sin embargo hoy se torea bastante mejor.
- Que le falta ahora mismo a la Fiesta.
- Comprensión por parte de la gente y promoción. Sigue siendo una gran desconocida y eso la hace distante. También hace falta renovar el escalafón. Los toreros con muchos años de alternativa están muy vistos. Hay que dejar paso a la gente joven que viene con ideas nuevas y muchas ganas.
- Hay algún torero en la familia que recoja la antorcha de los “Parrita”?
- El hijo de una prima hermana mía llamado Javier Moreno que esta como alumno en la escuela de Badajoz y apunta muy buenas maneras.
- Ha vuelto a la plaza de Los Califas donde hace treinta y seis años se hizo matador de toros?
- Muchas veces lo que ocurre es que la feria coincide con la feria de San Isidro de Madrid y eso me condiciona.
- Sigue vinculado al mundo del toro?
- Nunca me desvinculé. Siempre he estado relacionado con este mundillo. Ahora mismo soy apoderado del rejoneador Sergio Vega, junto a Carlos Zúñiga.
- -Guarda algo de su equipo?
- No. Lo regalé a chavales que comienzan. Solo tengo en casa un vestío corto de Manolete y un Marsellés de mi padre. También guardo medallas de Manolete y mi padre.
- Esta feria de San Isidro se cumplirán treinta años de su retirada. ¿Se arrepintió alguna vez?
- Nunca. Esa tarde de Mayo de 1982, tras seis años de matador de toros, alterné con Raúl Aranda y José Ibáñez. En un toro estuve bien y en el otro no. Cuando llegué al hotel dije: se acabó y decidí no torear más.
- Y cumplió su palabra?
- Casi. Solo toreé en algunos tentaderos haciéndolo la última vez en 1994.-
- L.R.G.
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