7/17/2016

TARDE POPULISTA EN LUCENA CON FINAL FELIZ PARA UN TORO BRAVO

Buena entrada de público

Juan José Padilla indulta a un bravo todo de Julio de la Puerta de nombre "Petrolero", segundo animal que consigue el perdón en los diez años de vida del coso lucentino.

Se dice, que los populismos surgen motivados por el descontento de la gente. Es un movimiento global, el cual tiene como objetivo el atraer a las clases más populares. Se toma como modelo básico, la conquista de los intereses generales de los colectivos más desfavorecidos. Definiciones políticas a parte, a día de hoy, en la fiesta de los toros también ha surgido un movimiento, que pudiéramos llamar, o calificar, de esta forma. Lo que antes eran simples y puntuales carteles con unas combinaciones, que tradicionalmente tuvieron su público especifico, y que se calificaron como mediáticas, hoy se repiten en plazas de cualquier categoría, incluso en ferias de prestigio, para contento de un público fácil, poco entendido, y que solo busca pasar un buen rato en el tendido. Van dirigidos a un público descontento, hastiado de pagar altos precios por sus localidades, y cansado de los caprichos de las primeras figuras. Un público al que no importa un ápice la más mínima integridad, así como el desarrollo del espectáculo dentro de unas normas tradicionales y ortodoxas.

Ventura estuvo en primera figura, Pena los aceros.

Estos carteles generalmente están compuestos por toreros conocidos, más por su actividad extra taurina, o bien, por su facilidad para conectar, a través de la heterodoxia, con un público desconocedor de la realidad de la tauromaquia. En muchos casos, son espadas con años de alternativa, curtidos en mil batallas, que jamás tuvieron el reconocimiento de la afición más purista. Toreros que aparecen por igual en las revistas de papel couché, o en programas televisivos de tinte rosa o amarillo, mas por sus avatares fuera de las plazas, que por sus honores en el redondel. Para poner la guinda al pastel, en estos carteles también han encontrado un hueco otras vertientes de la fiesta, como puede ser la inclusión de un rejoneador, o integrantes del escalafón novilleril, o incluso, como se puede ver en plazas menores, cuadrillas amateurs de recortadores o incluso forçados del país vecino.

Hoy este tipo de cartel está plenamente instituido en el panorama taurino nacional, no tanto en Francia. Es un tipo de espectáculo que se repite con frecuencia, ya demasiada, pues es fácilmente vendible por las empresas a corporaciones o comisiones locales, que solo pretenden que en las fiestas no falte un espectáculo taurino en el programa de actos. Un cartel que garantiza que el público, fundamentalmente el menos aficionado, que es a quien va principalmente dirigido, acuda a los tendidos, garantizando que la taquilla sea rentable, o al menos que cause el menor perjuicio posible.

El Cordobés pasa con la derecha a su segundo
Lucena conmemoró el décimo aniversario de la inauguración del coso de Los Donceles, con un cartel de corte popular. Un cartel que conformaba la principal figura del rejoneo actual, caso de Diego Ventura, y dos espadas veteranos que viven un momento dulce amparados en este tipo de combinaciones, como son "El Cordobés" y Padilla, este último alcanzando el sueño de traspasar la Puerta del Príncipe maestrante en la presente temporada. El público como era lo esperado, no falló y Los Donceles cumplió años rememorando aquel 16 de julio de 2006, cuando Pablo Hermoso de Mendoza, a caballo, Enrique Ponce, Finito de Córdoba y "El Cordobés", pisaron su arena por primera vez.

Padilla se lució de capote con el que indultó

Diego Ventura pasa por el mejor momento de su carrera. Primerísima figura del rejoneo, puesto este, a base de trabajo y constancia. Ventura ha dejado de ser una novedad, un rejoneador eléctrico y de carácter popular, para convertirse en una realidad que le lleva a ser, a fecha de hoy, en todo un referente en el escalafón de rejoneadores. Además de su buen momento y madurez, hay que resaltar que posee una cuadra realmente espectacular, con caballos que brillan por si solos, pero que son sabiamente manejados por la mano izquierda del caballero luso-sevillano. En su primero, un toro mal presentado y que no se prestó a la colaboración, estuvo acertado durante la faena, destacando sobre todo en banderillas montando a "Roneo" y a "Duelo". Se lució con las cortas sobre el albino "Remate" y cuando tenía las orejas en la mano, los aceros le privaron de ellas. No así aún paseó un trofeo. Mucho mejor en su segundo, un animal que fue de más a menos, donde cuajó una actuación excelente. Si ya lució a lomos de "Fino", montó un autentico alboroto en banderillas sobre "Milagro", quebrando en la misma cara del toro y clavando en todo lo alto. En un par de ocasiones el equino sirvió de improvisada muleta, pues el caballero en plaza dibujó auténticos pases de pitón a rabo. Volvió a fallar con los aceros, quizás por alargar en exceso su actuación clavando de nuevo con "Remate" banderillas cortas y rosas, pero su brillantísima faena fue premiada con otra oreja.

Faena vibrante a un bravo animal

Manuel Díaz, "El Cordobés" de nuestro tiempo, goza con la simpatía del gran público. Siempre fue, y lo sigue siendo, un torero alegre y extrovertido que conecta rápidamente con los tendidos. Luego su principal aval es su honradez y profesionalidad. Manuel Díaz no engaña a nadie. También hace lo que sabe, que no es poco. Plantea sus labores de forma más o menos ortodoxa, para pasar, en el momento que tiene oportunidad, a su repertorio más popular, contentando así a sus seguidores. "El Cordobés" se encontró con un toro en primer lugar bruto en sus embestidas y que no regalaba ningún muletazo claro, principalmente por el pitón izquierdo. No obstante el espada, a base de mucha firmeza, logró cuajar una labor enfibrada muy del gusto del público. Mató de forma contundente y cortó una oreja. Lució más en su segundo, un animal que tuvo calidad en sus embestidas, al que hilvanó un trasteo con su peculiar estilo en el que no faltó el popular "salto de la rana", eso si, tras tratar de hacer primeramente una faena más formal. Un pinchazo precedió a una estocada y cortó otra oreja que finalmente le permitió salir en hombros.

Traerá polémica pero el pañuelo naranja asomo en el palco 
Juan José Padilla es un torero curtido en mil batallas. Un torero al que nadie regaló nada, pero que a raíz del accidente de Zaragoza, que le pudo costar la vida y le marco su rostro para siempre, vive una etapa feliz. Desde entonces viene toreando en carteles alejados de aquellos de la épica y la tragedia. Está en todas las ferias, cuenta con el calor del público e incluso está viviendo sueños como por ejemplo abrir la puerta del Príncipe de la Maestranza. Su toreo tendrá las carencias que quieran verle, que las tiene y no son pocas, pero mientras la gente acuda a verle y él esté dispuesto a continuar en la brecha, adelante. En la tarde de ayer, el jerezano se encontró con un animal al que será dificil que olvide. Su primer oponente, de nombre "Petrolero", fue un animal que le permitió hacer una faena importante. El toro ya le brindó unas embestidas claras con el capote. Luego el animal se arrancó al caballo con alegría y empujo muy de verdad en un crudo y duro puyazo de "Alventus". Luego mientras Padilla solicitaba el cambio de tercio, el animal quisó volver al caballo, pero las cuadrillas no le permitieron, tampoco a los aficionados, ver su pelea en una segunda vara. Galopó el toro en banderillas y en la muleta derrocho casta y bravura de forma notoria. La faena enseguida caló en el tendido y Padilla toreó de forma correcta a tan bravo astado. ¿Pudo estar mejor? Seguro que sí, la aceleración y la falta de pausa fueron dominantes en ocasiones, pero al menos estuvo a la altura de tan nobles embestidas. Todo fue en los medios. El toro no hizo durante la lidia ademán alguna a rajarse y aguanto una larga faena. El indulto, a posteriori seguro que discutido, en esta ocasión fue justo premio a un animal bravo de verdad. En su segundo Padilla, ante otro animal de clase pero más bruto en sus embestidas, volvió a estar en su son. Con todo a favor y con el público entregado volvió a cortar dos orejas en una tarde que permanecerá en su memoria, sobre todo gracias a "Petrolero".

El jerezano no olvidará la tarde de ayer
Diez años ya. Parece que fue ayer. Tras unos inicios prometedores todo se vino abajo. Lucena es una plaza, como muchas de nuestra provincia, a recuperar. Solo cabe trabajar en su puesta en marcha. Por ahora todo tendrá que ser, muy a pesar, de cara al gran público. Seguramente la fiesta clásica y plena tardará todavía en volver. Todo se andará. La primera piedra ya está puesta.

Ficha del festejo:

Ganadería: Dos toros de Luis Albarrán, para rejones, reglamentariamente despuntados, y de escasa presencia y de juego desigual; y cuatro para lidia ordinaria de Julio de la Puerta, correctamente presentados y de buen juego, destacando el jugado en tercer lugar, de nombre "Petrolero", número 68 que fue indultado. TOREROS: Diego Ventura (rejoneador). Oreja y oreja.  Manuel Díaz "El Cordobés" (rosa y oro).  Oreja y oreja. Juan José Padilla (marfil y oro con remates negros). Dos orejas y rabo simbólicos y dos orejas. INCIDENCIAS: Plaza de toros de Lucena. Corrida mixta con motivo del X Aniversario de la inauguración de la plaza, con carácter benéfico para la Venerable Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tres cuartos de entrada en tarde calurosa. Antes de iniciar el festejo se guardo un minuto de silencio en memoria del torero trágicamente desaparecido Víctor Barrio. Al finalizar el festejo los actuantes y el ganadero Pablo de la Puerta salieron de la plaza a hombros.


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