Buena entrada de público |
Juan José Padilla indulta a un bravo todo de Julio de la Puerta de nombre "Petrolero", segundo animal que consigue el perdón en los diez años de vida del coso lucentino.
Se dice, que los populismos
surgen motivados por el descontento de la gente. Es un movimiento global, el
cual tiene como objetivo el atraer a las clases más populares. Se toma como
modelo básico, la conquista de los intereses generales de los colectivos más
desfavorecidos. Definiciones políticas a parte, a día de hoy, en la fiesta de
los toros también ha surgido un movimiento, que pudiéramos llamar, o calificar,
de esta forma. Lo que antes eran simples y puntuales carteles con unas
combinaciones, que tradicionalmente tuvieron su público especifico, y que se
calificaron como mediáticas, hoy se repiten en plazas de cualquier categoría,
incluso en ferias de prestigio, para contento de un público fácil, poco
entendido, y que solo busca pasar un buen rato en el tendido. Van dirigidos a
un público descontento, hastiado de pagar altos precios por sus localidades, y
cansado de los caprichos de las primeras figuras. Un público al que no importa
un ápice la más mínima integridad, así como el desarrollo del espectáculo
dentro de unas normas tradicionales y ortodoxas.
Ventura estuvo en primera figura, Pena los aceros. |
Estos carteles generalmente están
compuestos por toreros conocidos, más por su actividad extra taurina, o bien,
por su facilidad para conectar, a través de la heterodoxia, con un público
desconocedor de la realidad de la tauromaquia. En muchos casos, son espadas con
años de alternativa, curtidos en mil batallas, que jamás tuvieron el
reconocimiento de la afición más purista. Toreros que aparecen por igual en las
revistas de papel couché, o en programas televisivos de tinte rosa o amarillo,
mas por sus avatares fuera de las plazas, que por sus honores en el redondel.
Para poner la guinda al pastel, en estos carteles también han encontrado un
hueco otras vertientes de la fiesta, como puede ser la inclusión de un
rejoneador, o integrantes del escalafón novilleril, o incluso, como se puede
ver en plazas menores, cuadrillas amateurs de recortadores o incluso forçados
del país vecino.
Hoy este tipo de cartel está
plenamente instituido en el panorama taurino nacional, no tanto en Francia. Es
un tipo de espectáculo que se repite con frecuencia, ya demasiada, pues es fácilmente
vendible por las empresas a corporaciones o comisiones locales, que solo
pretenden que en las fiestas no falte un espectáculo taurino en el programa de
actos. Un cartel que garantiza que el público, fundamentalmente el menos
aficionado, que es a quien va principalmente dirigido, acuda a los tendidos,
garantizando que la taquilla sea rentable, o al menos que cause el menor
perjuicio posible.
El Cordobés pasa con la derecha a su segundo |
Lucena conmemoró el décimo
aniversario de la inauguración del coso de Los Donceles, con un cartel de corte
popular. Un cartel que conformaba la principal figura del rejoneo actual, caso
de Diego Ventura, y dos espadas veteranos que viven un momento dulce amparados
en este tipo de combinaciones, como son "El Cordobés" y Padilla, este
último alcanzando el sueño de traspasar la Puerta del Príncipe maestrante en la
presente temporada. El público como era lo esperado, no falló y Los Donceles
cumplió años rememorando aquel 16 de julio de 2006, cuando Pablo Hermoso de
Mendoza, a caballo, Enrique Ponce, Finito de Córdoba y "El Cordobés",
pisaron su arena por primera vez.
Padilla se lució de capote con el que indultó |
Diego Ventura pasa por el mejor
momento de su carrera. Primerísima figura del rejoneo, puesto este, a base de
trabajo y constancia. Ventura ha dejado de ser una novedad, un rejoneador
eléctrico y de carácter popular, para convertirse en una realidad que le lleva
a ser, a fecha de hoy, en todo un referente en el escalafón de rejoneadores.
Además de su buen momento y madurez, hay que resaltar que posee una cuadra
realmente espectacular, con caballos que brillan por si solos, pero que son
sabiamente manejados por la mano izquierda del caballero luso-sevillano. En su
primero, un toro mal presentado y que no se prestó a la colaboración, estuvo
acertado durante la faena, destacando sobre todo en banderillas montando a
"Roneo" y a "Duelo". Se lució con las cortas sobre el
albino "Remate" y cuando tenía las orejas en la mano, los aceros le
privaron de ellas. No así aún paseó un trofeo. Mucho mejor en su segundo, un
animal que fue de más a menos, donde cuajó una actuación excelente. Si ya lució
a lomos de "Fino", montó un autentico alboroto en banderillas sobre "Milagro",
quebrando en la misma cara del toro y clavando en todo lo alto. En un par de
ocasiones el equino sirvió de improvisada muleta, pues el caballero en plaza
dibujó auténticos pases de pitón a rabo. Volvió a fallar con los aceros, quizás
por alargar en exceso su actuación clavando de nuevo con "Remate"
banderillas cortas y rosas, pero su brillantísima faena fue premiada con otra
oreja.
Faena vibrante a un bravo animal |
Manuel Díaz, "El Cordobés" de nuestro tiempo,
goza con la simpatía del gran público. Siempre fue, y lo sigue siendo, un
torero alegre y extrovertido que conecta rápidamente con los tendidos. Luego su
principal aval es su honradez y profesionalidad. Manuel Díaz no engaña a nadie.
También hace lo que sabe, que no es poco. Plantea sus labores de forma más o
menos ortodoxa, para pasar, en el momento que tiene oportunidad, a su
repertorio más popular, contentando así a sus seguidores. "El
Cordobés" se encontró con un toro en primer lugar bruto en sus embestidas
y que no regalaba ningún muletazo claro, principalmente por el pitón izquierdo.
No obstante el espada, a base de mucha firmeza, logró cuajar una labor
enfibrada muy del gusto del público. Mató de forma contundente y cortó una
oreja. Lució más en su segundo, un animal que tuvo calidad en sus embestidas,
al que hilvanó un trasteo con su peculiar estilo en el que no faltó el popular
"salto de la rana", eso si, tras tratar de hacer primeramente una
faena más formal. Un pinchazo precedió a una estocada y cortó otra oreja que
finalmente le permitió salir en hombros.
Traerá polémica pero el pañuelo naranja asomo en el palco |
Juan José Padilla es un torero curtido en mil batallas.
Un torero al que nadie regaló nada, pero que a raíz del accidente de Zaragoza,
que le pudo costar la vida y le marco su rostro para siempre, vive una etapa
feliz. Desde entonces viene toreando en carteles alejados de aquellos de la
épica y la tragedia. Está en todas las ferias, cuenta con el calor del público
e incluso está viviendo sueños como por ejemplo abrir la puerta del Príncipe de
la Maestranza. Su toreo tendrá las carencias que quieran verle, que las tiene y
no son pocas, pero mientras la gente acuda a verle y él esté dispuesto a
continuar en la brecha, adelante. En la tarde de ayer, el jerezano se encontró
con un animal al que será dificil que olvide. Su primer oponente, de nombre
"Petrolero", fue un animal que le permitió hacer una faena importante.
El toro ya le brindó unas embestidas claras con el capote. Luego el animal se
arrancó al caballo con alegría y empujo muy de verdad en un crudo y duro puyazo
de "Alventus". Luego mientras Padilla solicitaba el cambio de tercio,
el animal quisó volver al caballo, pero las cuadrillas no le permitieron,
tampoco a los aficionados, ver su pelea en una segunda vara. Galopó el toro en
banderillas y en la muleta derrocho casta y bravura de forma notoria. La faena
enseguida caló en el tendido y Padilla toreó de forma correcta a tan bravo
astado. ¿Pudo estar mejor? Seguro que sí, la aceleración y la falta de pausa
fueron dominantes en ocasiones, pero al menos estuvo a la altura de tan nobles
embestidas. Todo fue en los medios. El toro no hizo durante la lidia ademán
alguna a rajarse y aguanto una larga faena. El indulto, a posteriori seguro que
discutido, en esta ocasión fue justo premio a un animal bravo de verdad. En su
segundo Padilla, ante otro animal de clase pero más bruto en sus embestidas,
volvió a estar en su son. Con todo a favor y con el público entregado volvió a
cortar dos orejas en una tarde que permanecerá en su memoria, sobre todo
gracias a "Petrolero".
El jerezano no olvidará la tarde de ayer |
Diez años ya. Parece que fue ayer. Tras unos inicios
prometedores todo se vino abajo. Lucena es una plaza, como muchas de nuestra
provincia, a recuperar. Solo cabe trabajar en su puesta en marcha. Por ahora todo
tendrá que ser, muy a pesar, de cara al gran público. Seguramente la fiesta
clásica y plena tardará todavía en volver. Todo se andará. La primera piedra ya
está puesta.
Ficha del festejo:
Ganadería: Dos toros de Luis Albarrán, para
rejones, reglamentariamente despuntados, y de escasa presencia y de juego
desigual; y cuatro para lidia ordinaria de Julio de la Puerta, correctamente
presentados y de buen juego, destacando el jugado en tercer lugar, de nombre
"Petrolero", número 68 que fue indultado. TOREROS: Diego Ventura
(rejoneador). Oreja y oreja. Manuel Díaz "El
Cordobés" (rosa y oro). Oreja y oreja. Juan
José Padilla (marfil y oro con remates negros). Dos orejas y rabo
simbólicos y dos orejas. INCIDENCIAS: Plaza
de toros de Lucena. Corrida mixta con motivo del X Aniversario de la
inauguración de la plaza, con carácter benéfico para la Venerable Archicofradía
de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Tres cuartos de entrada en tarde calurosa. Antes de iniciar el
festejo se guardo un minuto de silencio en memoria del torero trágicamente
desaparecido Víctor Barrio. Al finalizar el festejo los actuantes y el ganadero
Pablo de la Puerta salieron de la plaza a hombros.
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