GANADERIA: Seis toros de Arcadio Albarrán, bien presentados pero desiguales entre sí. De juego variado, noble que duró poco el primero, brusco el segundo, encastado el tercero, complicado el cuarto, manso de libro el quinto y desagradecido el sexto.
TOREROS: SERGIO SANZ (blanco y pasamanería negra). Estocada y descabello (oreja) y pinchazo y media estocada (ovación con saludos tras aviso).
CURRO JIMENEZ (grana y pasamanería negra). Dos pinchazos y estocada (ovación con saludos) y estocada trasera (ovación con saludos).
ANGEL LUIS CARMONA (corinto y pasamanería negra). Estocada baja (dos orejas) y pinchazo, estocada trasera, dos pinchazos y siete descabellos (palmas).
INCIDENCIAS: Plaza de toros de Cabra. Corrida de toros goyesca con motivo de la Feria de Nuestra Señora de la Sierra. Un cuarto de plaza en tarde calurosa. El quinto de la tarde saltó al callejón desatando el pánico de los que lo ocupaban. El matador de toros Ángel Luis Carmona salió de la plaza a hombros.
Poco relieve tuvo la corrida celebrada en Cabra. La salida a hombros de Ángel Luis Carmona tras una vibrante faena al tercero y poco más. La verdad es que el juego de los criados por Arcadio Albarrán, tuvo la culpa de que la cosa tuviera más sombras que luces. Toros de más a menos, que en el momento que se sentían domeñados dejaban de embestir y comenzaban a defenderse. Toros como las gaseosas antiguas que solo tenían fuerza en el momento de abrir la botella. El quinto encima fue un manso integral. El toro tuvo un comportamiento, salto al callejón incluido, de esos que sirven para enseñar en las escuelas taurinas lo que es la mansedumbre. Solo el encastado tercero salvó el pabellón de la ganadería extremeña.
Ante el tercero de la tarde, el torero de Osuna, Ángel Luis Carmona firmó lo más importante del festejo. Carmona lo recibió con dos largas cambiadas en el tercio, para continuar toreando con garbo, ganando terreno en cada lance. Brindo su faena al público y el trasteo tuvo mucha vibración. Mejor en las tandas con la derecha que resultaron limpias y poderosas ante un animal encastado a más no poder. Bajó el tono al natural, pero Carmona volvió a presentarle batalla con la diestra para que el trasteo no perdiera fuelle. Bien Ángel Luis Carmona ante un toro muy exigente y con el que pudo estar a la altura a pesar de ser su primera corrida de la temporada. A su segundo lo recibió con unos toreros lances rodilla en tierra e inició la labor muleteril con fibra y buen gusto. Cuando todo parecía que iba a romper para bueno, el toro se desengañó y comenzó a desarrollar sentido, haciendo que todo quedara en la nada.
Gustó Sergio Sanz en su primero. El matador de toros cordobés, que tampoco tiene muchos contratos, estuvo muy por encima de las condiciones de su oponente. Brindó al público y a base de consentir al toro logró tandas de merito, especialmente en los muletazos al natural. Lástima que el animal, como la mayoría de sus hermanos, durara muy poquito. No obstante y tras estar acertado con la espada paseó la primera oreja de la tarde. Su segundo fue otro toro que desarrolló complicaciones. Duró muy poco haciendo imposible el lucimiento de Sanz que una vez más, a base de valentía y firmeza, dio la cara con profesionalidad y solvencia.
Curro Jiménez venía de triunfar rotundamente en Priego de Córdoba, pero no ha tenido suerte con su lote. Jiménez sorteó a los dos toros más complicados de la tarde. Su primero era un toro que reservó todas sus fuerzas en la defensa, colocando los pitones en el pecho en más de una ocasión a su matador. Curro se mostró muy firme y valiente con él. Su segundo fue lo que se dice un ‘regalito’. Ni un pase tenía el de Albarrán. Curro Jiménez de nuevo solo pudo pegarse un arrimón y mostrar sus ganas. Mala suerte en esta ocasión para el valeroso espada de Priego.
Destacar igualmente la solvencia de tres toreros con pocas actuaciones a sus espaldas. Torear todos los días da seguridad, oficio y técnica. Los actuantes las han suplido con honradez, profesionalidad y ganas. De seguir en ese tono de seguro que pronto llegarán los contratos.
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