Juan Antonio García El Califa fue un novillero de éxito en los setenta y un buen profesional de plata en los años siguientes. Con una afición sin igual, a sus años y con sus limitaciones físicas, aún le gusta prácticar aquello que tanto le gusta, torear. No hay tentadero o fiesta campera en la que el bueno de Juan, si lo ve claro, no pise la tierra amarilla con una muleta en sus manos. Esta pasión le ha llevado a tener un infortunado accidente que le va a llevar a convivir con otras muletas, la metálicas, durante un periodo de tiempo.
En la finca de Ramón Sánchez se entrenaba con cara a su temporada americana Julio Benítez. Todo iba perfectamente hasta que salió una vaca cinqueña. La toreó Julio y tan buena era que su padre Manuel Benítez tomó la muleta y le dio una serie de pases.. y el matador de toros Manuel Rodriguez también disfrutó toreándola y como no, El Califa que es un enamorado del toreo y sigue matando el gusanillo en tentaderos y capeas, como ha quedado dicho, saltó al ruedo y tras darle una serie por la izquierda, perdió pié y la vaca le volteó con tan mala fortuna que le lesionó la rodilla derecha. En el momento no sintió nada pero cuando pasaron las horas tuvo que ir al hospital y el médico le ha puesto una férula y a hacer reposo.
Un contratiempo lamentable porque ahora hay mucha actividad en el campo bravo y Juan Antonio lo vive a tope.
Solo deseamos que la recuperación sea breve.- L.R.G.
FOTO CEDIDA POR LADIS. (Juan A. García "El Califa" toreando el junio pasado)
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