En el día de ayer, la nueva gestora del Coso de Los Califas,
Fusión Internacional para la Tauromaquia, presentó en el Ayuntamiento su
proyecto para el presente año 2015, en el que se conmemora el cincuenta
aniversario de la inauguración de la plaza de toros.
El plan de trabajo trazado se fundamenta en una puesta en
valor de todo lo relacionado con el mundo de los toros, para tratar así, de
acercar la efeméride a la sociedad cordobesa. Durante este año el mundo de los
toros estará presente y cercano a público cordobés, y a todos los que nos
visiten, mediante actos que irán desde los obligados festejos taurinos, a otros
de ámbito cultural y que contaran con la colaboración de organismos públicos,
caso del Ayuntamiento y Diputación y otros organismos privados, caso de la
Asociación Española Contra el Cancer, como así los integrantes del cartel
inaugural, José María Montilla, Manuel Benítez 'El Cordobés' y Gabriel de la
Haba 'Zurito'.
Córdoba por historia en el mundo de los toros no se encuentra
a día de hoy en el lugar que le corresponde. Actualmente se vive un momento
excesivamente delicado. La Córdoba taurina precisa mucho trabajo, mucha
dedicación, mucho mimo y sobre todo mucho cuidado con no caer en errores ya
cometidos, y que a la postre son la causa fundamental del poco peso especifico que
tiene hoy la ciudad en el llamado planeta toro.
En el aspecto taurino, Córdoba fue siempre una plaza de
temporada. Antaño se celebraban festejos en determinadas fechas del año. Eran
clásicas las de San José, Domingo de Ramos o Resurrección, primeros días de
junio, festejos de promoción nocturnos durante el verano y el cierre final
durante los últimos días de septiembre coincidiendo con la desaparecida feria
de otoño. Luego los intereses de unos y de otros, hicieron que los festejos
obligados en el contrato de arrendamiento con la propiedad, se celebrasen en la
semana de feria y adiós muy buenas. Esa fue la causa fundamental de que los
toros perdieran su carácter de espectáculo de ocio durante el año. Sería vital
no centrar la actividad taurina solo en la feria de mayo, si no tratar de
recuperar, cuando la situación lo permitiera, otras fechas así como los
festejos de promoción para que sirvieran de vivero de nuevos valores para la
renovación del escalafón. Y lo más importante aún, buscar un tipo de toro para
Córdoba al igual que existe en otras plazas. Un toro rematado, integro y de
presentación digna, así como que se abrieran las puertas a ganaderías
poseedoras de encastes minoritarios, hoy en serio peligro de extinción.
Por ello, los actos culturales, además de la puesta en valor
de nuestra historia en el mundo de los toros, deben de servir para mostrar a
los nuevos públicos, y a todos los que se acerquen a la tauromaquia con motivo
de la efeméride que se conmemora este año, los auténticos valores, hoy en serio
peligro, que hicieron que la fiesta de los toros forme parte de nuestra
cultura.
El Día de Córdoba
26/02/2015
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