9/27/2009

GRAN DIMENSION DE JOSE LUIS MORENO EN SU ENCERRONA CON LOS VICTORINOS


TARDE TRIUNFAL DE JOSE LUIS MORENO EN SU ENCERRONA CON LOS VICTORINOS EN POZOBLANCO.

GANADERIA: Seis toros de Victorino Martín, bien presentados y de buen juego en líneas generales. Bravito pero reservón el primero; bravo, encastado y de buen recorrido por ambos pitones el segundo; noble pero soso el tercero; encastado y con guasa el cuarto; complicado el quinto y bravo con mucha nobleza y calidad el sexto.

TORERO: JOSE LUIS MORENO (grana y oro), único espada. Pinchazo y estocada (oreja), media estocada y dos descabellos (oreja), pinchazo, otro hondo y tres descabellos (ovación con avisos tras aviso), pinchazo y estocada (dos orejas), estocada (dos orejas) y media estocada y tres descabellos (ovación con saludos tras aviso).

INCIDENCIAS: Pozoblanco. Corrida de toros. Segundo festejo de abono de la Feria de Nuestra Señora de las Mercedes. Casi lleno en tarde nublada. Se guardó un minuto de silencio al cumplirse el XXV Aniversario de la cogida mortal de Francisco Rivera “Paquirri”. Destacaron entre las cuadrillas, Rafael Figuerola, Félix Jesús Rodríguez y Antonio Caba, en la brega; Oscar Reyes y Francisco Gómez Algaba en banderillas y Julio Burgos picando. Al finalizar el festejo salieron a hombros de la plaza, José Luis Moreno y el mayoral de la ganadería de Victorino Martín.

Una gran tarde de toros vivió el público que se dio en el coso de los Llanos de Pozoblanco. Tarde importante de verdad, pero importante, repito. El motivo no fue otro que sobre el albero se escenificó la versión más pura y ortodoxa de la fiesta. Pura porque al ruedo salió un toro variado, tanto de presencia como de juego, pero que tuvo movilidad, raza, casta y un comportamiento poco visto actualmente en los ruedos. Este toro por su conducta no pasa desapercibido a los tendidos. Como ya ha quedado dicho en la ficha, los hubo desde bravos y con clase, pero ojo no tontos, hasta complicados, mirones y tobilleros. Corrida que aunque sin ser perfecta tuvo una variedad y un juego que hizo que todo lo que se creaba en el ruedo tuviese importancia. Bien por Victorino en estos tiempos que corren. Él es uno de los pocos que quedan que crían un toro válido para la fiesta en el sentido más amplio de la palabra. Si otros ganaderos siguieran el ejemplo del de Galapagar, la fiesta de los toros ganaría muchos, pero que muchos, enteros.
El toro de verdad, pide ser lidiado por un torero de verdad. Ayer los criados por Victorino Martín, se encontraron con un torero que volvió de demostrar que es capaz de poner en práctica un toreo puro, dominador, mandón y artístico. Un toreo sobrio y sin concesiones gratuitas a la galería que puso a todo el mundo de acuerdo. Al aficionado más cabal, al espectador ocasional, al público de la feria, a los ancianos, a las mujeres que gritan ‘guapo’ en vez de olé a los mediáticos, a los niños, a todo el mundo. ¿Y ustedes saben el por qué? Porque en el ruedo el único toreo que pone a todos de acuerdo es el toreo de verdad, y el toreo de verdad fue el que ha puso en liza, ese pedazo de torero que se llama José Luis Moreno. Temporada corta pero muy intensa la llevada a cabo por Moreno este año y que en Pozoblanco ha tenido un punto que se nos antoja vital en su carrera. Vital por que Moreno ha dado una dimensión de torero maduro, cuajado y en sazón, que tiene mucho que decir en las plazas de toros, en esta época de mediocridad y adocenamiento que vivimos.
José Luis Moreno ha estado muy centrado toda la tarde. Al bravo y enclasado lo toreó como podría hacerlo el más artista del escalafón. Al complicado y tobillero lo entendió, le pudo y encima terminó por torearlo con calidad haciendo incluso que el animal al final pudiera parecer mejor de lo que fue. Faenas con calidad las llevadas a cabo en los jugados en segundo y sexto lugar. Trasteos con fundamento, con muletazos precisos, templados y rematados siempre por debajo de la pala del pitón. Estas faenas de no ser por el mal uso de los aceros, hubieran sido posiblemente de máximos trofeos. Importantes las realizadas en los jugados en cuarto y quinto lugar. Estos toros tenían raza y para colmo no permitían fallos. Un solo error hubiera supuesto de seguro el percance, pero Moreno demostró que torear no solo es pegar muletazos. Torear es conocer terrenos, querencias y distancias. Aplicando el conocimiento humano se puede doblegar el más salvaje instinto animal. Eso fue lo que hizo José Luis en estos toros. Tanto que acabo dominando la fiereza y terminó toreando con gusto y mando, hasta hacer que sus oponentes parecieran otra cosa distinta a lo que realmente eran. En los otros dos Moreno demostró igualmente que es capaz de cualquier cosa en la cara de los toros. Lástima que el mal uso de los aceros en alguna ocasión y la raza de los ‘albaserradas’ que con todo el acero dentro tardaron en morir, privaran al torero cordobés obtener mayor número de trofeos. No obstante José Luis Moreno ratificó el momento que atraviesa. El de un torero de verdad, cuajado y que es capaz de practicar el toreo eterno ante toros de verdad.

Foto del autor desde su atalaya.

1 comentario:

VANESSA FUENTES dijo...

QUE BUENA TARDE DE TOROS, AMIGO SALVADOR, UNA VEZ MAS MORENO NOS HIZO DISFUTAR. LA PLAZA COMPLETAMENTE VOLCADA CON EL, EN PIE GRITANDOLE ¡¡TORERO TORERO!!, ESO FUE POCO PARA LOS COMENTARIOS QUE HABIA POR LOS TENDIDOS, EL CARIÑO QUE A MORENO SE LE TIENE Y DISFRUTANDO CON EL SU MOMENTO Y SUS TRIUNFOS. SALVADOR LO HEMOS COMENTADO EN VARIAS OCASIONES JOSE LUIS ESTA QUE SE SALE Y ESTE SE COME EL MUNDO....Y COMO NO!, NOSOTROS CON EL.
SOMOS ¡¡¡¡ FRENTE MORENO!!!
MI MAS SINCERA ENHORABUENA A TODOS LOS QUE SENTIMOS SUS TRIUNFOS NUESTROS TAMBIEN.
ARRIBA MORENO