Me gusta que la fiesta de los toros tenga difusión. La tauromaquia tiene unos valores propios que no son puestos en valor. Quizá por ello en ocasiones parezca arcaica y obsoleta. El mundo del toro, en los últimos tiempos, ha enfocado el marketing en la venta de entradas y abonos, pero jamás ha sido puesto al servicio de la difusión de lo que hace grande a la fiesta. Por ello, vuelvo a reiterar, me agrada que se lleve al gran público los entrebastidores de esta fiesta tan nuestra y tan universal.
Soy hombre de campo. Todo lo concerniente a la cría y selección del toro de lidia, así como su génesis y posterior desarrollo histórico, es lo que mantiene viva mi afición en estos tiempos de tanta mediocridad, fraude y falsa bonhomía. Como yo, muchos se han acercado a la fiesta atraídos por ese animal tan enigmático como es el toro de lidia. Muchos se sienten atraídos por un animal tan singular. El toro puede ser, y es de hecho, motivo de atracción de muchos hacía la fiesta. Por eso hace falta velar por su integridad, por buscar un animal pujante y bravo. La selección es piedra angular para el mantenimiento de nuestro totem ibérico.
Hoy me he llevado otra alegría. La nueva empresa que gestiona la plaza de toros de Córdoba ha tenido una buena iniciativa. Iniciativa que puede servir para que muchos se apunten como seguidores de los toros. Ramguertauro y el Circulo Taurino de Córdoba, a través de su escuela taurina, van a celebrar dos tentaderos de hembras en clase magistral que tendrán como protagonistas a los matadores de toros cordobeses, Juan Serrano "Finito de Córdoba" y José Luis Moreno, así como a la práctica totalidad del alumnado de la escuela taurina cordobesa.
Los días 12 y 19 de mayo, a las seis y media de la tarde, el dorado albero del coso califal se convertirá en laboratorio y banco de pruebas para escudriñar la bravura de las vacas. Los alquimistas de la bravura serán Antonio García Galán, propietario de la torada murubeña de La Castilleja, y Álvaro Martínez Conradi, ganadero cordobés que cría reses santacolomeñas a las que hierra con el añejo pial de La Quinta. La prueba selectiva será dura. Si es superada las vacas pasaran a engrosar el hato de vientres madres en sus respectivas ganaderías.
Positiva esta singular iniciativa, que tiene como propósito trasladar una faena campera a la urbe para acercarla al gran público. Si sirve para que algunos queden prendados de nuestra fiesta, bien venidos sean.
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