Sabido es por los aficionados que hoy existen dos Palhas ganaderos. Los dos, obviamente familiares, e idolatrados por los amantes del toro encastado. Uno, Joao Folque de Mendoça, más en candelero. Es el titular el hierro historico de la casa y aunque el ganado que cría no tiene nada que ver con los que tuvieron sus antepasados, mantienen viva la llama de la casta. El otro, Fernando Pereira Palha, es menos conocido. Es un "loco" romántico que con no poco trabajo reconstruyó el viejo encaste familiar. Recorrió practicamente todo Portugal buscando los viejos rescoldos del añejo cruce entre vazqueños y miuras. Poco a poco consiguió su objetivo y está comenzando a recoger el fruto de su laborioso trabajo de viejo alquimista de la bravura.
Ayer en Orthez lidió Don Fernando. Las plazas francesas se han convertido, para envidia nuestra y de muchos con nuestras misma ideas, en referentes para estas ganaderías maltratadas. Allí se jugaron los cinco "galanes" que ilustran esta entrada, por los novilleros Iván Abasolo e Imanol Sanchez en mano a mano. Como era de esperar los variopintos "palhas" resultaron bravos en el caballo y correosos y encastados en la muleta. El vasco Iván Abasolo resultó el triunfador del festejo, lo que le permitió lidiar el sobrero, siendo su balance el de vuelta, oreja y oreja. El maño Imanol Sánchez no le ando a la zaga, pero la espada, raro para un estoqueador de su solvencia, no le permitió el corte de trofeo alguno.
Entretenida novillada matinal en la localidad francesa de Orthez y en la que el verdadero triunfador fue el público, que presenció un espectaculo vivo y dinámico.
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