Siempre he defendido que los contratos se deben de ganar en el ruedo. Antes era así, triunfabas y te repetian. Ahora las exclusivas que se firman a principio de temporada, y que en la mayoria de los casos no a la valía del firmante sino a intereses meramente empresariales, han dado la puntilla al anterior modelo de tanto vales tanto toreas. Esto no ha traido más que muchos mediocres toreen tarde tras tarde en plazas de toda índole, mientras otros mucho más capacitados, se encuentran en su casa sentados en el salón esperando una oportunidad que en contadas ocasiones llega. Sevilla o Madrid son los botes salvavidas. Craso error. Allí se va sin preparación, a la desesperada, a la aventura de lo que salga y ya se sabe, la oportunidad soñada se convierte en olvido y cuando no en tragedia.
Menos mal que aún hay gentes con otros criterios y formas de pensar. Gentes que premian al que lo merece y le brindan una nueva oportunidad para continuar soñando con ser figuras del toreo. Es lo lógico, si te lo has ganado en un ruedo que vuelvas a él, para reverceder lo anteriormente logrado.
Sabido es que hace unos días el matador de toros cordobés, José Luis Torres, triunfó de forma solvente en Marbella cortando tres orejas a una potable corrida de Manuel Blazquez. Pues ahora la empresa brinda a Torres su repetición. Su apoderado ya ha cerrado la fecha del 19 de agosto, donde el espigado torero del Campo de la Merced cordobés repetirá actuación en el coso marbellí, en compañia del francés Juan Bautista y el azteca, Alejandro Amaya, quienes se las entenderan con seis astados de la ganadería de Martín Lorca.
Contento debe de estar el bueno de José Luis Torres, que ha tenido la suerte de que el tren haya vuelto a pasar, así como a sus nuevos mentores, pues al menos alguien ha tenido el gesto de hacer las cosas como deben de hacerse. Por meritos y no por nombres, ni cambios de cromos.
Foto: Enrique Elias.
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