5/29/2007

LA FERIA QUE APUNTABA PERO NO NUNCA DISPARO

Se acabó la feria de la esperanza. Aquella en que parecía que todo volvería a ser como pocas veces fue. La gran feria en que la empresa, puso toda la carne en el asador. Los carteles habían tenido el beneplácito de la afición y del público. Al final, por unas causas u otras, todo quedo en poca cosa, ante la falta del toro, pilar auténtico de la fiesta, ya sabemos que todo se derrumba. Sólo algunas pinceladas en lo artístico y dos interrogantes en lo demás. Una, si realmente lo anunciado era realmente tan bueno; y otra, si los problemas que en años interiores habían sido la espada de Damocles, se han solucionado de una vez por todas.

La empresa hizo un gran esfuerzo. Este año ha querido demostrar, y eso es loable, que puede ser empresa para Córdoba. Carteles perfectamente rematados, que a la postre y conclusión del ciclo, siguen con las dos mismas incógnitas. El artificioso mano a mano que abrió y la corrida de ocho toros que cerró. Al primero acudió poco público y en el segundo, aunque desde los tendidos se viera algún que otro espejismo, la tarde fue plomiza y aburrida. Dos toros menos, habrían aliviado el espíritu de más de un aficionado.

El problema ganadero se normalizó. Ojo, solo se normalizó, estaba tan bajo que al subir tan poco, otra cosa ha parecido. Hubo tardes que saltaron al ruedo toros cogidos con alfileres, caso de los cuatro que llegaron del campo charro. Es cierto que los problemas, al menos esta feria, han desaparecido, pero también ha pesado, la buena disposición por parte de todos. Luego si los toros embisten o no embisten, no es para culpar a nadie. Ni a empresa, ni a facultativos, ni a autoridad, ni a ganaderos. El toro es como los melones, hasta que no se cala, no se sabe como es. De todas formas, el nivel debe de subirse un poquito más. Se han lidiado algunos toros buenos. Caso de Vegahermosa la tarde del mano a mano, en concreto el segundo de Torres. Núñez de Cuvillo lidió algún toro interesante, caso del jabonero segundo de Juan Serrano que tuvo un pitón izquierdo de categoría. Juan Pedro se sacó la espina del año anterior, pues lidió una corrida correctamente presentada, donde algún toro sacó calidad para hacer el toreo. También destacaron los dos toros de Román Sorando, sobre todo el de la alternativa del nuevo Benítez, enormemente bravo y con mucha clase. Posiblemente el toro de la feria. Lo demás nada, algunos solo apariencia, por dentro les faltaba lo menos que se le pide a un toro de lidia. Fuerza y raza.

En lo artístico, poca cosa. Como la climatología que este año nos ha tocado. Muchas nubes y pocos claros. Finito la tarde del miércoles, dio una lección práctica de cómo es el toreo al natural, fue la sima más alta. Luego hubo cosas interesantes, como la sorpresa del nuevo Cordobés. Julio estuvo muy bien con capote y muleta, lástima que su bisoñez le impidiera haber roto del todo. Castella cumplió, como siempre, pero en Córdoba aún no se ha visto al Castella que todos quieren ver. Talavante prácticamente desapercibido, un Cortés que apuntó pero no terminó de disparar, un Ponce muy plástico pero a la vez demasiado superficial y un Manuel Díaz al que no se le puede pedir más. Esto dieron de si las figuras, aunque no hay que olvidar que José Luis Moreno, cortó dos orejas que tienen mucho más peso de otras que se cortaron los días grandes. Moreno es y debe de ser un torero a recuperar por la fiesta. En cuanto a lo tocante a caballeros en plaza, el nuevo Hernández demostró, que para triunfar no hay que ponerse pesado. Labor corta, pero con que intensidad. Emocionó y convenció. De seguir así, puede ser gente muy importante en el mundo del toreo a caballo.

Para terminar decir que el público respondió cuando se sabía. Es decir, las tardes de los carteles rematados. El miércoles de no haber sido por las inclemencias del tiempo, de seguro que se hubiera puesto el cartel de no hay billetes. Eso demuestra que los cordobeses si se les ofrece un espectáculo, sobre el papel interesante, no falla. El sábado ya se sabe, que se programe lo que se programe, la gente acude. Variopinta, heterogénea y poco entendida, pero que abarrotan los tendidos y lo pasan bien. Los demás días, a excepción del de la alternativa, lo que se esperaba. Poca gente y la sorpresa de ver que mediáticos por si solos en Córdoba, poco tienen que decir.

En cuanto a los novilleros, destacar a Víctor Abad, entregado y cabal, al que se le debería de haber dado la sustitución del martes. Se la ganó en el ruedo, aunque si se le hubiere dado, nos hubiése0mos visto privados del buen toreo que hizo Oliva Soto.

5/28/2007

EL NUEVO HERNANDEZ ABRE LA PUERTA CALIFAL

EL NUEVO HERNANDEZ ABRE LA PUERTA CALIFAL.

Ganadería: Seis toros de Castilblanco, reglamentariamente despuntados, correctamente presentados a excepción del sexto. Su juego fue igualmente irregular. Algunos terminaron rejados en terrenos de dentro y otros como el sexto, tuvieron calidad para el la practica del rejoneo.

Rejoneadores:

JOAO MOURA padre. Pinchazo, medio rejón de muerte y dos descabellos (ovación y saludos); y pinchazo y descabellos. (ovación con saludos),

JOAO MOURA hijo. Rejón de muerte trasero (vuelta tras petición); y rejón de muerte caido y contrario (oreja con petición de la segunda).

LEONARDO HERNANDEZ. Pinchazo bajo (ovación con saludos); y rejón de muerte (dos orejas).

Incidencias: Plaza de Los Califas. Última de abono y 9º festejo de la Feria. Más de media entrada, en tarde de nubes y claros. Joao Moura hijo, sustituyó al lesionado Pablo Hermoso de Mendoza. Al finalizar el festejo, Leonardo Hernández salió a hombros por la Puerta de los Califas.


Como ya es tradicional, un año más, la corrida del otrora llamado arte del rejoneo, puso punto y final a la feria taurina del mayo festivo cordobés. En esta ocasión, el público privado, por fuerza mayor, de la estrella del rejoneo, Pablo Hermoso de Mendoza, no respondió como en otras ocasiones. Ya se sabe, las figuras, cuando se caen de un cartel, este lo acusa, y si además, el sustituto a pesar de sus condiciones y proyección, no ha hecho nada más que poner el banco, es difícil que tenga el mismo tirón.

El festejo al final, sí tuvo interés. Pablo Hermoso de Mendoza, aunque no actuó, ha demostrado que ha venido a renovar el arte del rejoneo. Hoy ya no se rejonea como antes. Antes de la irrupción del estellés en el mundo del toreo a caballo, todo se limitaba a preparar al toro y a clavar al estribo, procurando además que éste no tocase la cabalgadura. Hoy además, se torea. Eso hicieron principalmente los dos caballeros más jóvenes, cada uno en su estilo. Moura y Hernández, aunque tengan en casa un buen espejo, han completado sus formas con las del navarro.

Deslumbró Leonardo Hernández. Ya en su primer toro se pudo apreciar que venia a por todas. Tras un rejón de castigó, cuajo un interesante tercio de banderillas, donde clavó siempre al estribo y ‘toreo’ al toro con galopes de costado. El toro no tuvo continuidad entablerándose y no pudo rematar. En su segundo vino el lío. Lío y gordo. El nuevo Hernández, mostró sus credenciales. Labor corta, pero muy torera e intensa. Cuatro escalofriantes banderillas al quiebro, dando todas las ventajas al toro, entusiasmaron a los tendidos. En el embroque parecía inverosímil que caballo y jinete fueran capaces de burlar las acometidas del toro. Culminó con banderillas cortas al violín y un certero rejón. El premio estaba asegurado.

Moura hijo estuvo en Córdoba igualmente entregado. Tiene buena concepción del rejoneo. Intenta clavar siempre al estribo, para llevar luego al toro cosido al costado del caballo. Igualmente demostró conocer y aprovechar los terrenos que pisa. Sus dos labores tuvieron el mismo planteamiento. Lastima que durante la faena a su segundo, tuviera un aprieto. Tuvo que cambiar de caballo y aunque lo intento, no pudo remontar. Abría plaza el veterano rejoneador portugués que estuvo en su primero demasiado frío y conectando poco con el público. En su segundo, quizá espoleado por lo que habían hecho los más jóvenes, trató y consiguió remontar el vuelo. Labor técnica y con mucho poso en la que destacaron dos banderillas en las que tras una meritoria preparación clavó resueltamente en una labor técnica y correcta que tuvo más entrega, a la que el mal uso de los aceros privó tal vez de mayor premio.

Publicada en el diario "El Día de Córdoba" el 28 de mayo de 2007



5/27/2007

UN MARATONIANO ABURRIMIENTO

UN MARATONIANO ABURRIMIENTO.

Ganadería. Siete toros de Santiago Domecq, desiguales de presentación y pobres de juego, regordíos, faltos de raza y casta en líneas generales, y uno corrido en séptimo lugar de Lagunajanda, justo de presentación y carente de fuerza, aunque no molestó al torero.

Toreros.

ENRIQUE PONCE (mercurio y oro). Estocada desprendida (palmas); y estocada muy trasera (dos orejas tras aviso).

FINITO DE CORDOBA (tinto y azabache). Tres pinchazos saliéndose de la suerte y descabello (bronca tras aviso); y pinchazo y descabello (palmas).

MANUEL DIAZ ‘EL CORDOBES’ (rosa y oro). Estocada (oreja con petición de la segunda); y media estocada (oreja con petición de la segunda).

JULIAN LOPEZ ‘EL JULI’ (azul real y oro). Menos de media trasera y tres descabellos (ovación con saludos); y estocada desprendida (oreja).

Incidencias. 8º festejo de la Feria de Nuestra Señora de la Salud. Más de tres cuartos de entrada en tarde de temperatura desapacible. Enrique Ponce estoqueó los toros jugados en primer y cuarto lugar por tener que viajar a la ciudad francesa de Nimes, doy torea hoy. El valenciano, aunque a pie, salió por la Puerta de los Califas.

En los momentos que vive la fiesta, las corridas de seis toros, a menos de que el toro se mueva y los toreros estén dispuestos, suelen ser, si las cosas no ruedan bien, pesadas y aburridas. Anunciar una de ocho, además de inusual y atrevido, puede ser caso de ayer en Los Califas, un plomo. Pesada y aburrida, taurinamente hablando. Muy pocas cosas, por no decir ninguna. La diversión sólo la puso ese público heterogéneo que acude a la corrida del sábado de feria. Ya se sabe, ellos vienen a rentabilizar lo que pagan por la entrada. Para ellos la diversión es pedir música a la banca, jalear con estrépito a los toreros por poco que hagan y, sobre todo, pedir las orejas con poco fundamento. Por esos, los resultados finales de este tipo de festejos populares, son muy engañosos en cuanto a trofeos. Este tipo de público es así, y si para colmo desde algunos medios se le enseña que todo vale, así nos luce el pelo.

Enrique Ponce cuando torea en Córdoba es como si toreara en el patio de su casa. Con un público muy a su favor, se encontró con un primer toro muy parado y falto de fuerza, al que tras muchos problemas y tiempos muertos no consiguió de ninguna manera hacer romper. Trasteo correcto. Era lo único que podía hacer. En su segundo, tras cumplir con el capote, se dobló con mucha expresión plástica en el inicio de faena. Muy estéticos fueron los muletazos con la mano derecha, pero demasiado superficiales. Ponce es maestro en esto. Sacar faena de todos sin fondo es una de sus especialidades, pero de seguro, a pesar de las dos orejas, la segunda muy benévola, el trasteo realizado por el de Chiva no pasará a la historia.

Se esperaba con expectación la última actuación de Finito de Córdoba. Su predisposición en sus dos anteriores comparecencias hacer ver que la tarde de hoy podía ser propicia para el triunfo anhelado. No fue así. Finito estuvo ayer desangelado. Cierto es verdad que ninguno de sus oponentes fue propicio para el éxito. Inhibido en su primero, en el que no se dio coba alguna, escucho una bronca de un público que lo espera todo de él. Más entonado estuvo en su segundo, tratando de sacar agua de un pozo seco. Tampoco pudo ser. El medio toro, gordo y sin raza, no sirve para hacer el torero que atesora el de El Arrecife.

Manuel Díaz es otro de los toreros queridos en esta tierra. Por eso cada vez que hace el paseo en Los Califas cuenta con las bendiciones de los espectadores. A poco que haga, el público se le entrega. Es como si jugara en casa. El Cordobés hace lo que sabe. No se le puede pedir más. Honrado, entregado y conectando con los tendidos estuvo toda la tarde. En su primero, cuajo un trasteo correcto, al que faltó entidad por culpa de las condiciones del toro. Volvió a gustar en su segundo. El público, con la tarde ya muy cuesta abajo, aplaudió y jaleó una faena que tuvo poca entidad. Medios pases, muchos de ellos embarullados y efectos especiales, léase ‘ranazo’. Oreja y petición de otra. El clarinete y saxofón principales de la banca interpretando el pasodoble En er mundo tuvieron mucha culpa.

De El Juli, a pesar de cortar otra benévola oreja, poco que decir. Sus dos faenas fueron un calco una de otra. Colocado fuera de cacho, en la mayoría de las ocasiones sin hacer el toreo. Estuvo vulgar y hasta pesado, aunque el público estuviera con él. No estuvo en la figura del toreo que algunos cantan y que triunfo en Madrid.

Publicada en el diario "El Día de Córdoba" el 27 de mayo de 2007

5/26/2007

EMOTIVA CEREMONIA DE ALTERNATIVA

EMOTIVA CEREMONIA DE ALTERNATIVA.

Ganadería. Dos toros de Román Sorando (1º y 2º bis). Bien presentados, bravos, nobles y de buen juego; y cuatro de Domingo Hernández, muy justos de presentación, descastados, faltos de casta y raza que acabaron rajándose.

Toreros.

FINITO DE CORDOBA (negro y oro). Media estocada tendida (oreja); y pinchazo, otro hondo y dos descabellos (ovación con saludos tras aviso).

CAYETANO (sangre de toro y oro). Estocada corta trasera desprendida y dos descabellos (ovación con saludos); y estocada atravesada y dos descabellos (ovación con saludos).

EL CORDOBES HIJO (blanco y oro). Media estocada (oreja); y pinchazo hondo y cinco descabellos (palmas tras aviso).

Incidencias. Séptima del ciclo de la Feria en honor de Nuestra Señora de la Salud. Menos de tres cuartos en los tendidos, en tarde de nubes y claros con viento y fresco. El toro de la ceremonia atendía al nombre de Batidero, de la ganadería de Román Sorando. El picador de la cuadrilla de Finito de Córdoba, Manuel Muñoz, fue atendido en la enfermería de una luxación de hombre de pronóstico leve.

Pasaban unos minutos de la siete y media de la tarde. Córdoba se preparaba para que uno de sus hijos pasara a escribir su nombre en la ya larga lista de hombres que, tarde tras tarde, juegan sobre la arena con la muerte. El ritual primigenio de la lucha de la racionalidad con la brutalidad, se perpetúa una vez más, a pesar de los tiempos en que el materialismo parece ser lo único que importa.

La ceremonia del doctorado en tauromaquia parecía que iba a se una más, pero surgió lo imprevisto e inesperado. El padrino tuvo el detalle de invitar al último Cálifa del toreo, esa leyenda viva, que se llama Manuel Benítez, y se apoda El Cordobés, a que fuese participe en el doctorado. Benítez se hizo presente en el ruedo y, en un momento altamente emotivo, entregó los trebejos de torear a su hijo. El Cordobés hijo, como quiere ahora que le llamen, ya era matador de toros.

Pero la fiesta sigue. El momento pasó, emotivo para padre e hijo, y ahora había que torear y demostrar que viene de verdad a perpetuar ese apodo en los anales del toreo. Difícil papeleta. El toro no sabe de nombres y apellidos, solo pide verdad y disposición a perder.

Julio, que había estado dispuesto y cumplidor con el capote, brindó su primera faena al Califa y fue a la cara del toro dispuesto a demostrar su capacidad. El nuevo Cordobés templó las embestidas del toro con la mano derecha. Tandas limpias, por abajo, por donde el toro pedía. Se pasó a la mano que él prefiere, la zurda. Más colocado al hilo, siempre trató de llevar al enemigo largo y atrás. Volvió a la mano derecha para concluir rodilla en tierra, valeroso y entregado. Bien. El joven Benítez pudo estar mejor, sí, pero en un día como el de ayer puede tener disculpa. En su segundo, un animal rajado y mando, solo pudo demostrar entrega. El toro no tenía nada más.

Finito, tras 17 años de matador de toros, no venía a ser un convidado de piedra. Enfibrado como alguien que empieza, mostró dos caras bien distintas. A su primero, toro noble y enclasado, lo cuajó con ambas manos. Inició su trasteo con la derecha, corriendo la mano con largueza, temple y buen gusto. Al natural, con toques imperceptibles, iba embarcando al toro en la muleta para llevarlo más allá. Cuando el toro se apagó, los fue sacando uno a uno, pero siempre con gusto y buen trazo. Media estocada que bastó. El Finito artista estuvo presente.

En su segundo, un toro que desarrollo genio y malos modos, estuvo en ese torero que echamos de menos, pero que sabemos que existe. El Finito dispuesto y capaz. Se fue haciendo con las brutas embestidas del burel, en muletazos en los que lo llevaba en línea, con el objeto de irlo empapando en la muleta. De pronto bajo la mano y rompió las acometidas del animal atrás. El morucho, cuando se vio domeñado, se acabó. Su genio era eso, sólo genio. Ahí se vio que la bravura es otra cosa. La lección para los que confunde una cosa con la otra fue más que gráfica. Mato mal y lo que pudo ser una oreja a la predisposición y resolución de problemas quedó en la nada.

Se presentaba en Córdoba Cayetano. Su trayectoria como novillero ha sido sorpresiva, pero, como todos, el paso del utrero al cuatreño se acusa. Con un público muy predispuesto y muy a favor, hilvanó dos trasteos muy similares. Colocado muy al hijo en su primero, no se pareció al torero que deslumbró hace un par de campañas. En su segundo, más disposición, pero poco más. Capacidad tiene, y al cambiar de terrenos para matar a su segundo, la demostró. Ahora sólo falta que le coja el aire al toro. La popularidad que tienen los mediáticos se esfuma pronto.


Publicada en el diario "El Día de Córdoba", el 26 de mayo de 2007


5/25/2007

OREJAS DE MUY DISTINTO PESO PARA SALVADOR CORTES Y EL FANDI.

OREJAS DE MUY DISTINTO PESO PARA SALVADOR CORTES Y EL FANDI.

Ganadería. Seis toros de Juan Pedro Domecq, correctos de presentación y de buen juego en líneas generales, aunque a todos les faltó un punto de raza. Sobresalieron 3°y 5°.

Toreros.

RIVERA ORDOÑEZ (verde esperanza y oro). Pinchazo y estocada corta (silen­cio); y dos pinchazos y descabello (silen­cio).

El FANDI (corinto y oro). Pinchazo y oro (ovación con saludos tras petición); y estocada trasera (oreja).

SALVADOR CORTES (azul pavo real y oro). Estocada (oreja); y dos pinchazos y seis descabellos (silencio tras aviso).

Incidencias. Sexto festejo de Feria. Menos de media entrada en tarde de agradable temperatura. Antes de la co­rrida se guardo un minuto de silencio en memoria de José Luis de Córdoba.

La tarde de ayer de seguro que no pasará a los anales del toreo cordobés. El cartel anunciado, en sí, tenia poco fundamento para el afi­cionado, porlo que en los tendidos se congrego un público muy hete­rogéneo, muy predispuesto al aplauso facil y, sobre todo, a acla­mar cualquier cosa. Con decir que se, jalearon telonazos por alto, pares de banderillas al hilo del pitón y muletazos enganchados con olés, ya es decir bastante. Para colmo de males, se volvió a pedir música a destiempo y cuando la ocasión no era la más propicia para que la banda del popular Cani arrancara a to­car.

Abrió plaza Rivera Ordoñez, cu­ya inclusión en los carretes de to­das las ferias comienza a ser un misterio. Torero vulgar, falto de si­tio y que año tras año no suele fal­tar en casi todas las plazas del territorio nacional. En su primero, toro que nunca le planteó proble­ma alguno, quedó inédito con el capote. Con la muleta, planteó una faena en la que la colocación nunca fue la correcta. Siempre al hilo del pitón y vaciando la embes­tida hacia afuera.

A su segundo, un precioso jabo­nero, que manseó en los dos pri­meros tercios, la planteó un tras­teo basado en los mismos fundamentos técnicos. Despegado y movido, pasó con la muleta al juampedro logrando poner de acuerdo a los espectadores y aficionados, pues ni unos ni otros se conmovie­ron con tan pobre actuación.

El Fandi vino a lo suyo. Es decir, a desarrollar sus portentosas facultades físicas y poco más. Dis­creto con los palos en su primero, si cuajó un espectacular tercio de banderillas en el segundo. Con la muleta, como todos los matadores rehileteros baja una enormidad, y eso que tuvo uno de los dos toros de la tarde. Su segundo, un animal que pedía distancia y tiempos muertos, pronto lo agobió recortando terrenos para construir una faena correcta pero que nunca tuvo consistencia para las dos orejas que el publico pidió y que la presidencia con justicia no concedió.

Salvador Cortés hizo lo más torero de la tarde. En su primero, al que lanceó de forma desigual, le enjaretó una faena que tuvo más profundidad con la mano derecha. Los muletazos surgieron limpios y templados. Bajó el tono al intentar el torero al natural, pues el toro por ese pitón tenía menos recorrido, pelo rapido volvió a la mano derecha para que la faena retomara el tono inicial. Mató rápido v cortó una oreja que, si la comparamos con la que obtuvo El Fandi, tuvo mucho más peso.

No estuvo en el mismo son con su segundo, un animal noble que solo precisaba toques precisos para que fuera hacia delante.

Publicada en el diario "El Día de Córdoba", el 25 de mayo de 2007



5/24/2007

FINITO RECITA EL NATURAL Y CASTELLA Y TALAVANTE CUMPLEN A MEDIAS

FINITO RECITA EL NATURAL Y CASTELLA Y TALAVANTE CUMPLEN A MEDIAS.

Ganadería. Seis toros de de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación, algunos chicos para una plaza de primera categoría. Fueron en líneas generales “noblotes”, faltos de fuerzas y bajos de casta. Únicamente destacó el cuarto, que fue ovacionado en el arrastre. El sexto fue devuelto y sustituido por un sobrero del hierro titular.

Toreros.

FINITO DE CORDOBA (blanco y plata). Estocada corta y tendida (palmas); y pinchazo hondo y dos descabellos (ovación con saludos).

SEBASTIAN CASTELLA (azul pavo y oro). Pinchazo y estocada baja con derrame (oreja protestada); y estocada (oreja).

ALEJANDRO TALAVANTE (verde botella y oro). Media estocada atravesada y descabello (palmas); y estocada contraria (ovación con saludos).

Incidencias. Quinto festejo de la Feria de la Salud. Más de tres cuartos de plaza con gran ambiente en los tendidos. La corrida comenzó con media hora de retraso debido a la tormenta que descargó sobre Córdoba en los momentos previos del festejo.

Una brújula. Una brújula hace falta en el coso de los Califas para que la afición cordobesa coja el rumbo. Una falta de criterio sacude el taurinismo cordobés desde hace tiempo y para ser que de seguir la cosa así, será difícil de encontrar. Resulta extraño que tras pedir luna oreja que la presidencia, con poco criterio, otorgó, el público protestase a la postre la concesión de un trofeo tan barato, que Castella no llegó ni a pasear en la vuelta al ruedo.

Igualmente, mucho se habla hoy en día de los toreros mediáticos, por su poder de convocatoria, pero en Córdoba para ser que lo que suena siempre es válido. El comportamiento del público con Castella y Talavante, actualmente en la cresta de la ola, fue muy distinto al que el respetable tuvo con Finito, que a la postre fue el único de recitó el toreo.

Las tormentas y los aguaceros parecen que van a marcar la Feria. La corrida estuvo en un tris de irse al garete, pera ya se sabe, cuando hay papel vendido si existe interés en que todo vaya para adelante.

Siempre que llegan las figurar, comienzan los bailes de corrales. La corrida que desde Vejer envió Cuvillo pasó el reconocimiento en su totalidad, pero la verdad es que ayer al albero de los Califas, una vez más, saltó el medio toro y con este tipo de animales difícilmente la emoción sube a los tendidos. Los toreros gustan de este tipo de reses, pero la verdad no es otra que sin toro no hay fiesta. Todo es un espejismo. Estos toreros tan capaces, de seguro que lucirían mucho más con animales más pletóricos de raza y casta.

A Finito de Córdoba le pesa mucho la púrpura que tiene en su tierra. En su primero estuvo frío y distante. Trasteo correcto que no acabó de coger vuelo, aunque tampoco el toro que tenía en frente daba para más. Lo mejor vino en el cuarto, al que recibió con unos majestuosos lances a la verónica rematados con una monumental media. Cuidó al toro en el caballo, para plantear una faena basada en la mano izquierda que hizo crujir la plaza. Naturales largos, templados y rematados atrás que enardecieron al público. Ya se sabe, cuando Finito da el paso hacía delante es muy difícil de ver torear mejor. Lástima que no matara al noble Cuvillo a la primera, pues el triunfo estaba en su mano.

El público ayer estaba muy predispuesto a aplaudir a Castella. Sus últimos triunfos hacen que sea esperado con ansia, pero Castella en Córdoba anduvo a medio gas. Cortó una incomprensible oreja a su primero, por una labor muy desigual, puesto que muchos muletazos resultaron tropezados y carentes de profundidad. Más entonado en su segundo, donde buscó ese terreno de cercanía donde está tan a gusto, para volver a enardecer a los tendidos, esta vez con más consistencia.

Talavante reaparecía en Córdoba, pero su toreo luce más con toros de más transmisión. Sus trasteos, si no hay toro, apenas tienen emoción, pero al igual que Castella tiene al público muy a su favor. Sólo en su segundo, cuando se colocó perfilero y con la muleta retrasada, se pareció al torero que volvió loca a Sevilla. Pero sin toro todo se diluye.

Publicada en el diario "El Día de Córdoba", el 24 de mayo de 2007

5/23/2007

UN DISCRETO DEBUT GANADERO

UN DISCRETO DEBUT GANADERO.

Ganadería. Seis novillos toros de Fuente Ymbro, correctamente presentados que ofrecieron un discreto juego. Sosos en líneas generales que no crearon problemas a los matadores. Destacó entre ellos el bravo 3º, que fue ovacionado en el arrastre. El 2º tuvo calidad pero estuvo medido de fuerza. El 6º de lastimó al inicio de la faena de muleta.

Toreros.

DANIEL LUQUE (verde manzana y oro). Media estocada (silencio); y estocada corta perpendicular y trasera (ovación con saludos).

JOSELITO ADAME (malva y oro). Estocada (oreja); y estocada baja (silencio).

OLIVA SOTO (celeste y oro). Pinchazo, otro hondo y tres descabellos (vuelta por su cuenta); y tres pinchazos y media estocada (palmitas).

Incidencias. 4º festejo de la Feria de la Salud. Menos de un cuarto de plaza. La novillada comenzó con un cuarto de hora de retraso debido al estado del piso. Oliva Soto sustituyó a Salvador Fuentes, que presentó parte facultativo. Los tres espadas se presentaban en Córdoba.

Las lluvias caídas sobre Córdoba en la mañana de ayer, hicieron que el estado del ruedo no fuera el más propicio para el desarrollo normal de la lidia. El festejo comenzó con un cuarto de hora de retraso, se cambiaron los terrenos usuales por los que presentaban mejor estado y esto ya hizo que la cosa no empezara con buenos principios, marcando todo esto indudablemente la dinámica en el normal desarrollo del festejo. La novillada presentaba no obstante, muchas cosas de interés, aunque al final todo se fue difuminando poco a poco hasta quedar prácticamente en nada.

Se presentaba en Los Califas la ganadería de Fuente Ymbro, que goza de enorme cartel por el extraordinario juego que suelen dar sus ejemplares. Esto, unido a que su propietario guarda lazos estrechos con Córdoba, hacía que su debut fuera esperado con ilusión por los aficionados. Al final, al igual que el festejo en sí, dicha presentación quedó en un plano más que discreto, ya que el juego de los novillos no resultó el esperado con el consiguiente disgusto de su criador. Otra vez será.

Daniel Luque venía a Córdoba a despedirse de novillero. Con la alternativa en puertas, Luque estuvo más pendiente de su paso al escalafón superior que de agradar al poco público congregado en Los Califas. Descruzado, frío y tirando líneas en su primero, no logró en ningún momento caldear el ambiente. Más dispuesto estuvo en su segundo, donde hilvanó un trasteo correcto, muy por encima de su oponente, pero que en ningún momento caló en los tendidos.

Joselito Adame gustó. Es el clásico torero que, aunque hecho en España, traes las formas de la tauromaquia azteca. Variado con el capote, lanceó a la verónica e hizo quitas por caleserinas, y zapopinas o lopesinas. Es un banderillero desigual, que trata de hacer un toreo valeroso de mucha entrega y vibración. En la faena a su primero, que lo volteó aparatosamente, entendió a la perfección las distancias para cuajar tandas con la mano derecha que fueron aplaudidas. Bajó notablemente al intentar torear al natural. Mató rápido y fue premiado con una oreja. En su segundo, solo se mostró valiente, pero a su vez demasiado embarullado.

Oliva Soto mostró en Córdoba lo que es el toreo, pues en su primero cuajó los mejores muletazos de la tarde. Faena maciza y rotunda con muletazos recios, profundos y de mucho gusto. Ante el mejor novillo de la tarde, Soto, se mostró como un novillero solvente y artista. Le dio la distancia necesaria y le cuajó tres tandas con la derecha de gran gusto, una de ellas rematada con un monumental cambio de mano. Lo intentó al natural no alcanzando el mismo nivel, por lo que volvió al pitón derecho para concluir con unos ayudados y kikirikies con aromas de su tierra. Lástima que se aperreara con los aceros, pues lo que pudo ser un triunfo importante quedó difuminado en una vuelta al ruedo que hasta le fue protestada.

En su segundo, en el inicio del trasteo de muleta, el novillo dio con sus huesos en la arena, levantándose descoordinado de los cuartos traseros, con el consabido disgusto del torero, el cual no pudo rematar la tarde como hubiera querido.

Publicada en el diario "El Día de Córdoba", el 23 de mayo de 2.007

5/22/2007

EL CENTRO MANOLETE CUMPLE 10 AÑOS EN BUSCA DE JOVENES VALORES

EL CENTRO MANOLETE CUMPLE DIEZ AÑOS EN BUSCA DE JOVENES VALORES.

Ganadería. Cuatro erales de Herederos de José Escobar y dos de Mauricio Soler Escobar, 5º y 6º, todos de la misma casa ganadera. Bien presentados y encastados, fueron ovacionados en el arrastre.

Toreros.

PACO REINA (celeste y oro). Metisaca en los bajos, siete pinchazos y media estocada baja (silencio tras dos avisos); y dos pinchazos y estocada baja (ovación con saludos).

EDUARDO JURADO (rosa y oro). Pinchazo y estocada corta (ovación con saludos); y pinchazo y estocada defectuosa (silencio).

IGNACIO GONZALEZ (blanco y plata con remates negros). Dos pinchazos y estocada trasera (oreja); y pinchazo y estocada (oreja).

Incidencias. Festejo fuera de abono. Tradicional festejo de la Fundación Manolete. Menos de un cuarto de entrada en tarde de agradable temperatura. Al finalizar el festejo, Ignacio González abandonó la plaza a hombros por la Puerta de Cuadrillas.

Diez años hace ya que la Fundación Manolete iniciase su andadura en por del momento de la fiesta, así como su objetivo principal, que no es otro que la busqueda de nuevos valores de la torería cordobesa. Atrás quedaron las temporadas de los largos ciclos. Jueves tras jueves se celebraban festejos con el fin de que los noveles de la capital y provincia toreasen como las grandes figuras. En una plaza de primera y con ganado de las ganaderías que todos sueñan. Luego vinieron las épocas de vacas flacas y los festejos se redujeron hasta llegar a los dos únicos que se celebran hoy: la novillada de Feria y la centenaria becerrada homenaje a la mujer cordobesa. Ahora más que nunca, cuando la afición cordobesa necesita un revulsivo, en cuando la Fundación Manolete debe de insistir en el proyecto para el que fue creada, es decir, revitalizar las bases del toreo cordobés y apoyar a todos los que empiezan. Si las formulas hasta ahora empleadas han quedado obsoletas y no han dado el resultado apetecido, no decaer en el intento, tratando de encontrar, tal vez, otro camino que conduzca el pretendido objetivo.

La tarde de ayer resultó entretenida debido sobre todo al juego del ganado enviado por Mauricio Soler desde la marisma sevillana. Visto lo visto, se puede afirmar que el histórico encaste al que diera fama Graciliano Pérez Tabernero es perfectamente recuperable para la fiesta de nuestro tiempo. Bien presentados y de variado juego, todos tuvieron movilidad y raza, eso que tanto se echa de manos en la cabaña brava de nuestros días.

Ante ellos, tres aspirantes que no terminaron de rematar ni, lo que es peor, aprovechar las condiciones de sus oponentes. Todo no es componer la figura y acompañar las embestidas de los animales. Torear es otra cosa. La voluntad y las ganas tampoco valen. El toreo es difícil, pero a su vez es lo que deja huella. Paco Reina está y no está. Se dejó ir al novillo de más clase de la tarde y eso a estas alturas de su dilatada carrera puede ser punto y final.

Eduardo Jurado, compuesto pero igualmente por debajo del segundo y sin saber como atacar y resolver el gazapeo y problemas del quinto.

Ignacio González fue el triunfador del festejo. Muchas ganas y voluntad, pero debe estar más centrado, pues sus arrebatos llegan a ser temerarios. Equivocó terrenos en su primero y se tuvo que dar un arrimón con el sexto.

Publicado en el diario "El Día de Córdoba" el 22 de mayo de 2007

5/21/2007

EL TEDIO Y EL ABURRIMIENTO LLEGAN A LOS AFICIONADOS DE LOS CALIFAS

EL TEDIO Y EL ABURRIMIENTO LLEGAN A LOS AFICIONADOS DE LOS CALIFAS.

Ganadería. Seis novillos toros de El Capricho. Muy desiguales de presentación, desrazados y faltos de casta, en líneas generales, siendo pitados en el arrastre a excepción del segundo.

Toreros.

CURRITO (blanco y plata). Dos pinchazos y dos descabellos (silencio); y dos pinchazos, estocada tendida y dos descabellos (palmas).

VICTOR ABAD (azul marino y oro). Estocada (oreja); y pinchazo, otro hondo y descabello (ovación).

EL ZORRO (corinto y oro). Estocada baja (ovación); y cuatro pinchazos y descabello (palmas).

Incidencias. Segunda de abono de la Feria de la Salud. Menos de un cuarto de entrada, en tarde nublada y de temperatura desapacible. Destacó entre los hombres de plata, José Muñoz que se lució con los palos, teniendo que saludar montera en mano.

Tediosa y aburrida resultó la novillada en la que se anunciaban los aspirantes cordobeses. Las causas que llevaron al aburrimiento fueron diversas y es que cuando las cosas nacen forzadas, difícilmente salen lucidas. Y es que lo mejor, tanto para los actuantes, como para el público, es que los espadas de la tierra, en vez de concentrarlos en un cartel, se hubieran visto las caras con lo más granado del escalafón inferior, cosa que hubiera motivado a los locales y de seguro también hubiese repercutido en los escaños del Coso de los Califas.

También hay que señalar que estos espadas locales, tan faltos de contratos, si se hubieran acartelado con los que ocupan los primeros puestos del escalafón, de seguro se hubiesen encontrado con un ganado más propicio para el triunfo, pues también se sabe que para los mejores se preparan reses de ganaderías de más garantías. Y no es por que los criados en El Capricho presentaran muchos problemas, pero la verdad es que los actuantes en la tarde de ayer no tuvieron la aptitud suficiente para solventar lo que tenían los novillos a los que se enfrentaron.

Había ganas por parte de los aficionados de ver al reaparecido Currito. Como siempre desde Fernán Núñez se desplazaron muchos seguidores del joven torero y desde un principio alentaron al espada paisano. Currito, ante su primero, un animal que evidenció una manifiesta falta de fuerza, pronto se desengañó y tras las consabidas probaturas de rigor, tiró pronto por la calle de en medio, cortó su labor y pasaportó rápido a su oponente. La duda es lo que hubiera pasado si hubiese intentado sacar los muletazos de uno en uno y sin obligar a su enemigo. Más dispuesto estuvo con su segundo, al que recibió con lances vibrantes. Brindó al público y aquí si se mostró al menos con ganas, pues estuvo más tiempo en la cara del novillo, pero tampoco remontó la cosa, debido sobre todo a la mala colocación y elección de terrenos.

Víctor Abad fue el triunfador del festejo, pues ante la carencia de oficio, estuvo en novillero. Es decir, tremendamente entregado y dispuesto. A su primero lo entendió a la perfección y le sacó más de lo que el novillo parecía tener. Le dio mucho sitio tratando de alargar los muletazos en tandas justas y medidas, y siempre con buen concepto. Su segundo fue un auténtico regalo que desarrolló sentido, siempre a la defensiva y con una marcada querencia a los terrenos de dentro. Ante él, Víctor Abad se mostró tremendamente valiente y honrado, jugándose en más de un muletazo un percance.

El tercero en liza era El Zorro que, en su estreno en Córdoba, evidenció falta de oficio. Voluntarioso con el capote en su primero, pero demasiado eléctrico y acelerado a su vez. Brindó al público y ante un novillo desrazado y de poca fuerza, que no presentó dificultad alguna, estuvo movido, pegándose un arrimón al final de la faena. En su segundo volvió a mostrar voluntad, pero poco más. Falto de colocación y técnica, poco dijo a los espectadores que a estas alturas del festejo estaban más pendientes de los resultados del fútbol que de lo que acontecía en el ruedo.

Publicada en el diario "El Día de Córdoba" el 21 de mayo de 2007

5/20/2007

MANO A MANO DE LUCES Y SOMBRAS

MANO A MANO DE LUCES Y SOMBRAS

Ganadería. Seis toros de Vegahermosa, desiguales de presentación y en líneas generales colaboradores con los toreros, aunque con matices. El 4º fue devuelto siendo sustituido por otro del mismo hierro. Destacó el lote de Torres.

Toreros.

JOSE LUIS MORENO, (tábaco y oro). Pinchazo hondo y dos descabellos (ovación); estocada y descabello (oreja tras aviso); y estocada (oreja)

JOSE LUIS TORRES, (grana y oro). Media estocada y descabello (ovación tras aviso); estocada tendida (oreja); y pinchazo y estocada (palmas de despedida).

Incidencias. Coso de los Califas. Primera corrida de abono de la feria de la Salud. Un cuarto de plaza en tarde de calor pegajoso.

Se levantó el telón e la Feria. Como primer plato, un mano a mano entre los toreros cordobeses triunfadores en ediciones anteriores, a los que la afición demanda mejor trato en los despachos. Mano a mano en cierto modo forzado que no tuvo la repercusión esperada en los tendidos, pues estos no registraron la entrada que debían de haber tenido. Y es que en Córdoba, ya se sabe, una cosa es lo que se habla en las tertulias y barras de taberna, y otra acudir al Coso de los Califas. Los cordobeses somos así.

Para la ocasión se anunciaba un encierro teóricamente de garantía, Jandilla en los carteles, aunque la realidad fuesen del nuevo hierro de Vegahermosa, propiedad del hijo de Borja Domecq y formado con vacas de la ganadería paterna, así como con otras de Fuente Ymbro. La corrida, como se dice en términos taurinos, sirvió, pues con distintos matices se mostraron colaboradores con los espadas.

Abría plaza José Luis Moreno, que volvía a la feria tras sus triunfos de hace dos campañas. Moreno se mostró como siempre. Dispuesto y tratando de hacer el toreo de profundidad y buen gusto que tanto agrada a la afición. En su primero le pesó quizá la responsabilidad de abrir plaza y su labor pecó de irregular en su inicio, debido sobre todo a la brusquedad que desarrolló su oponente por el pitón derecho. Remontó el vuelo cuando toreo al natural, surgiendo algunos largos y templados que gustaron al respetable. Faena de menos a mas a la que le faltó ese punto de remate que aunque se buscó, no se encontró.

En su segundo, al que recibió con gusto con el capote, le cuajó una importante faena. Ya se sabe que cada toro tiene su lidia y existe una lidia para cada toro, y en esta ocasión se vio al Moreno que todos esperan. Ante un burel que se lo pensaba mucho a la hora de embestir, Moreno lo fue haciendo para terminar toreándolo con gusto y con hondura. El toro tenía una embestida muy irregular. Unas veces acudía entregado a la muleta y otras a regañadientes. El torero de Dos Torres le fue consintiendo y a base de toques precisos, pisando los terrenos en los que el animal veía que podía resultar ganador, fue modelando las discontinuas arrancadas del toro para gustarse en muletazos largos que intentó rematar siempre por abajo con gusto y toreria. Destacar el toreo al natural y el epilogo a dos manos lleno de plasticidad y buen gusto.

Al último de su lote lo recibió con buenos lances a la verónica en los que echó con gracia los vuelos del capote al hocico del toro para traerlo toreado y embebido. El trasteo final fue irregular debido sobre todo a que el de Vegahermosa no termino nunca de entregarse. Bruto por el derecho y sin acabar de entregarse por el izquierdo, Moreno trató en todo momento de resolver los problemas de un toro que al verse vencido, terminó parado acusando su falta de casta.

Torres acusa sobre todo la falta de oficio. En su haber las ganas de hacer las cosas con sentido y buen gusto, pero evidencia su falta de oficio. Gusta de lucir mucho a sus oponentes, cosa de resaltar, pero debe de tener en cuenta que eso puede convertirse en un alma de doble filo, pues en muchas ocasiones el espectador toma partida por el cornúpeta y obvia la labor del torero.

La faena a su primero tuvo vibración, ya que las tandas resultaron ligadas, aunque en líneas generales pecaron de falta de temple. Más compacto fue el trasteo a su segundo. Toro de gran fijeza y calidad al que lució sobremanera, dándole mucho sitio, aprovechando así su recorrido en tandas con la mano derecha. Bajo el tono al natural, dando al final la sensación que la obra había quedado sin rematar.

No tuvo opción en el último, un animal gordo que se rajó tras el segundo tercio, mostrando como siempre su voluntad y ganas.

Salvador Giménez

Publicada en el diario El Día de Córdoba el 20 de mayo de 2007

5/13/2007

CONSEJOS PARA LA PROXIMA FERIA

1º.- Llegar al Coso de los Califas con la antelación suficiente para evitar problemas a la hora de ocupar la localidad correspondiente. Preguntas como ¿esta que fila es? o ¡ese asiento es el mio!, están de más.
2º.- Consumir las bebidas con contenido etílico con moderación. El exceso es malo para la comprensión de la corrida.
3º.- Exigir que los toros que salgan por la puerta de toriles sean acordes a una plaza como la de Córdoba. No queremos mastodontes pero si toros proporcionados, armónicos, en el tipo de su encaste y sobre todo LIMPIOS DE PITONES.
4º.- Antes de empezar a protestar a un toro, tener la suficiente paciencia. Se dá el caso que a toros que han sido protestados y mantenidos en el ruedo, luego se le cortan las orejas. La protestas tienen que estar justificadas.
5º.- Exigir se practique la suerte de varas de una manera digna. Obligar medir el castigo en el primer puyazo para que el segundo no sea un "paripé". Asimismo los toros deben de colocarse en el lugar correspondiente y nunca permitir que ni matadores ni banderilleros, metan al toro debajo del caballo.
6º.- Si un toro manseara en el caballo, tener la paciencia suficiente para que la suerte de varas se pueda realizar en terrenos poco usuales. Las querencias cuentan y a lo mejor un toro que se niega a tomar el caballo en terrenos del 2, lo puede hacer en terrenos del 6 o 7.
7º.- Si los toros no quieren caballos, no pedir su devolución, si no las banderillas negras que para eso están y su trabajo costó mantenerlas.
8º.- Medir las faenas de muleta con arreglo al toro que se tiene delante. Valen más diez muletazos a un "barrabas" que ochenta a una "perita en durse".
9º.- Pedir los trofeos con los tradicionales pañuelos y dejarse de dar voces a "tutiplen". Si el presidente es duro, no olvidar que esta velando por la tradición, historia y credibilidad de la tauromaquia y afición cordobesas.
10º.- Antes de pedir un indulto, recordar lo que ha hecho el animal desde que salió del chiquero y no por su grado de colaboración con el espada de turno.

5/05/2007

ADIOS A UN GANADERO Y ADIOS A UN AMIGO


Hace ya algunos años, no recuerdo exactamente, llevado por mi pasión por la casta vazqueña, viaje a la provincia de Toledo para conocer la ganadería que conservaba en Nuño Gomez, Wenceslada de Paz. Esta mujer a la que los años no permitían llevar la ganadería como ella quisiera y ante el mercantilismo que rodea hoy al mundo del toro, tenia el propósito de venderla. Muy seria me dijo: "la vendo, no puedo con ella, estoy ya muy mayor y nadie me ayuda. Hay un navarro que esta muy interesado en comprármela, cuando lidie en Quismondo quizá cerremos el trato."
Pasaron un par de meses y la entrañable señora, nos invitó a la familia a ir desde Córdoba hasta Quismondo para ver el juego de sus "veraguas". Novillos encastados, correosos, bravos que maravillaron a todos los que amamos el toro en el más amplio sentido de la palabra. Después del festejo, le conocí. Me dijo la ganadera: "Mire Salvador, este es Jesús Fraguas que como usted esta enamorado de la ganadería". Fraguas estaba entusiasmado, le brillaban sus ojos, los cuales le delataban que ya tenía el propósito serio de comprar la ganadería a Wenceslada de Paz. Me preguntó una y mil cosas sobre la casta vazqueña, historias que escuchaba ávido por conocer los entresijos de esas reses jaboneras que le entusiasmaban. Días más tarde cerró el trato. Las jaboneras y barrosas abandonaron Toledo y viajaron hasta los prados maños de Marlofa mientras Jesús Fraguas y su hijo Ricardo, terminaban de habilitar su finca en Villafranca de Navarra. En el mes de Noviembre sonó mi telefono: "Salvador, soy Jesús Fraguas de Villafranca. Tengo que hablar con usted, he comprado como ya sabe, las jaboneras de Toledo y estoy pensando en refrescar con un toro de otra ganadería de igual sangre, lo malo es que Prieto de la Cal no esta por la labor de venderme un toro y no se que tenga otra alternativa. ¿Que puedo hacer?". Le dije que viniese hasta Córdoba que conocía un toro semental del hierro de Julio de la Puerta de la rama vazqueña que seguramente se podría llegar a un acuerdo con el ganadero sevillano. Jesús viajo, vio al toro, quien le iba a decir que ese toro iba a acabar con su vida, y junto a otro se los llevo para sus vacas. El toro ligó. El resultado del primer tentadero fue espectacular. El esfuerzo había valido la pena y su ilusión por recuperar un encaste histórico estaba en lo más alto. Gane un amigo y hoy, ese mismo toro que sello nuestra amistad, se lo llevó para siempre. Avatares del destino. Descansa en paz, amigo.

Foto tomada de la web: www.ganaderiafraguas.com

5/02/2007

BIENVENIDO DE NUEVO


Tras pasar por un túnel oscuro que le hizo parar en toda actividad taurina, Fernando López "Currito" decidió volver a los ruedos. Ha vuelto mucho más maduro, tanto como persona y como torero. Ahora solo hacer falta seguir en el mismo son, de hacerlo pronto volverá al sitio que le corresponde. ¡Animo torero!